“El problema real de este nuevo virus es su alta capacidad de propagación y de generación de colapso. Por eso hay que apelar a la responsabilidad social” Artículo del biotecnólogo Jesús Pérez López

 

Los coronavirus son una familia bastante amplia de virus que pueden originar diferentes enfermedades entéricas y respiratorias, con distintos niveles de gravedad, desde el resfriado común a enfermedades mucho más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) o como el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

 

 

Los coronavirus son virus grandes (120-160 nm), esféricos con envoltura y cuyo genoma, de unas 30 kb, está formado por ARN monocatenario en sentido positivo. Este genoma se encuentra poliadenilado y encapsulado en una estructura helicoidal que, a su vez, está envuelta por membranas derivadas del interior celular y presentan una característica corona de espigas de entre 12 a 24 nm de largo, de la que deriva su nombre. De forma general el ciclo de vida del coronavirus se compone de varias etapas:

  1.  El virus se acopla a la célula e introduce su cadena de ARN en ella.
  2.  La célula es engañada de forma que usa el ARN como propio y comienza el proceso de traducción utilizando la maquinaria celular. Unas estructuras proteicas, llamadas ribosomas, leen el código escrito en el ARN y usan esa información para construir las proteínas virales. La primera de ellas es la replicasa, un complejo proteico, que servirá al virus para replicar la única cadena de ARN que entró en la célula. Este proceso se repite y se repite hasta que existen millones de copias del ARN viral.
  3.  Cuando se llega a un determinado número de copias de ARN viral comienza la síntesis del resto de proteínas virales.
  4.  Estas proteínas se ensamblan y forman nuevas partículas víricas, llamadas viriones.
  5.  Los viriones salen de la célula, destruyéndola. Entre 10.000 y 100.000 copias del virus están listas para infectar nuevas células, que producirán más y más partículas virales.

 

Esquema del ciclo del coronavirus en el interior de una célula. https://es.wikipedia.org/wiki/Orthocoronavirinae#cite_note-Woo2012-11

 

A diferencia de otros virus, cuyos genomas están compuestos por ADN, la tasa de mutación es más alta, habiéndose estimado en torno a 4 x 10-4 cambios de nucleótidos por sitio y por año en el caso del coronavirus bovino.

 

Estimación del ratio de evolución representado por el número de sustituciones por sitio y año, y el tiempo del principal ancestro común más reciente (TMRCA) (Mehdi R. et al., 2013).

 

Según, la similitud genética puede clasificarse en diferentes grupos. Los coronavirus “humanos” fueron descubiertos y aislados en la década de 1960, desde entonces se han encontrado varias cepas distintas: coronavirus humano 229E, coronavirus humano OC43, SARS-CoV, coronavirus humano NL63, coronavirus humano HKU1 y MERS-CoV. Y en todos ellos la historia ha sido la misma, el contagio animal -humano. Mediante estudios genéticos se ha encontrado que el primer. o al menos más reciente, ancestro común de los coronavirus data del siglo IX a.C, gracias a la continuación de estas investigaciones se ha podido datar los ancestros comunes de diferentes géneros de coronavirus.

 

CEPAPROCEDENCIADATACIÓN
Betacoronavirus 

Originalmente provenían de murciélagos, adquirieron la capacidad de infectar otros animales (camellos,conejos…) y entre ellos humanos:
SARS-CoV, MERS-CoV, SARS-CoV-2

 

3300 a. C.
Deltacoronavirus 

Provenientes de aves y ganado porcino, también pueden afectar ocasionalmente a humanos

 

3000 a. C.
Gammacoronaviurs 

Provenientes principalmente de aves

 

2800 a. C.
Alphacoronavirus 

Al igual que el betacoronavirus desciende del grupo de los murciélagos, pudiendo infectar a otros animales y entre ellos a los humanos:
229E, NL63

 

2400 a. C.

 

Esta pequeña tabla nos muestra que los coronavirus provienen de animales endotérmicos y que la rápida capacidad evolutiva de los virus, especialmente de este tipo de virus de ARN, les permite pasar de unas especies a otras con relativa facilidad. Por ejemplo, gracias a análisis de secuenciación genética se ha demostrado que la divergencia entre el coronavirus bovino (BCoV) y el coronavirus humano OC43 (HCo-V-OC43) ocurrió hace relativamente poco, en torno a la década de 1890. Siendo este par de coronavirus la primera infección animal-humana en ser analizada en todo el proceso de adaptación de un coronavirus no humano hasta la utilización del ser humano como huésped. En otro estudio se investigó la divergencia entre el BCoV (bovino) y el CRCoV (canino) datándose hace 70 años, en 1951.

Otros ejemplos más recientes fueron el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo y severo (SARS-CoV) en 2003 que logró ser controlado rápidamente. Aún más recientemente, en 2012, el coronavirus causante del síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS-CoV) fue aislado, siendo los países del Oriente Medio los más afectados. Este coronavirus provenía de los camellos y dromedarios. En este caso también se logró confinar la epidemia rápidamente. En diciembre de 2019 una nueva cepa de coronavirus logró dar el salto para comenzar a transmitirse entre humanos. Inicialmente conocido CoV-19, causante de la enfermedad del nuevo coronavirus (novel coronavirus disease, COVID-19) y renombrando como SARS-CoV-2, puesto que compartía un 70 % de similitud genética con el SARS-CoV. También comparte un 89 % de similitud con el Bat-CoV-ZC45, un virus de murciélagos.

El salto de especie se produjo en la ciudad de Wuhan provincia de Hube (China), dando lugar por su alta capacidad de contagio a una epidemia en muy poco tiempo. Si lo comparamos con los dos casos previos, MERS-CoV tardó dos años y medio en infectar a 1000 personas, SARS-CoV lo hizo en 4 meses, mientras que la nueva cepa tardo tan solo 48 días, por lo que fue declarado como emergencia internacional para la salud publica el 30 de enero de 2020. Mes y medio después, el coronavirus se ha convertido en pandemia afectando a más de 140 países (solo entorno a 80 países siguen libres de la nueva cepa del coronavirus) y ya hay 140.000 casos., más de 5.000 muertos y 65.000 recuperados a fecha del 14 de marzo de 2020. Cerca de 81.000 casos fueron en China con 3.189 muertes. En Italia se superan los 17.750 contagios, 1.441 muertes. En Corea del Sur se han registrado 8.000 casos y 72 muertes. En Irán 12.729 casos, 611 muertes. En Egipto 80 casos, 2 muertes. En España 6.391, 195 muertes. En Francia 4.499 casos y 91 muertes. Alemania 3.156 y 3 muertes. En EEUU 1.678 y 41 muertes. Argentina 31 casos y 2 muertes, Brasil 151 casos, Ecuador 23 casos y 1 muerte. Australia 197 casos y 3 muertes. La lista de países afectados y el número de casos registrados no dejan de crecer, mientras los diferentes gobiernos tratan de tomar las medidas que creen oportunas, de momento, únicamente la República Popular de China ha sabido y logrado hacer frente a la pandemia.

Para ver las cifras a tiempo real, pinche en el siguiente enlace:

https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6

 

Mapa filogenético del nuevo coronavirus (CoV-19 o SARS-CoV-2) https://www.ecohealthalliance.org/2020/01/phylogenetic-analysis-shows-novel-wuhan-coronavirus-clusters-with-sars

 

Según un estudio epidemiológico realizado por científicos chinos. La media de edad de sus pacientes es de 47 años. 6.1 % fueron ingresados y de estos, un 5 % fueron admitido en la UCI, 2.3 % requierieron ventilación mecánica y 1,4 % murió. La media de incubación es de 4 días. Los síntomas más comunes son fiebre (88.7 % durante la hospitalización), tos (67.8 %), diarrea (3.8%). En China la letalidad osciló entre el 2-4 %, mientras que en Italia alcanza el 5.8, según Instituto Superior de Sanidad italiano. La media de edad de los fallecidos es de 80 años, solo dos pacientes murieron con menos de 40 años (datos del 14 de marzo .

 

El Partido Comunista de China ofrece varias enseñanzas útiles en la lucha contra la pandemia

 

El problema real de este nuevo virus es su alta capacidad de propagación cada persona infectada puede contagiar entre 2 y 6 personas en el caso de España y en el día de ayer, esto es lo que se conoce como número reproductivo (R), que nos da una idea de la velocidad de propagación de un virus y que es variable a lo largo de los días y en función del país. En Italia su R máxima estaba alrededor de 2. Estos datos indican que la velocidad de infección del virus es exponencial, lo que puede provocar y, de hecho, está provocando el colapso de los sistemas sanitarios europeos, ya mermados por las privatizaciones promovidas por la élite capitalista mundial. Y es en esta situación de colapso donde el virus comenzaría a aumentar su letalidad, debido a la incapacidad de dar el tratamiento adecuado a los pacientes infectados, además de impedir la atención a pacientes con otras enfermedades. Por ello, la principal medida de los países es la contención para lograr reducir R por debajo de 1, lo que provocaría ir reduciendo el número de contagios y así, lograr controlar la pandemia. De ahí, la importancia de tener presente la responsabilidad social, la solidaridad y recuperar el ser social, para quedarnos en casa, único lugar desde el que podremos luchar en esta guerra.

 

 

Sin embargo, la pandemia causada por SARS-CoV-2 no es únicamente una guerra biológica, es también y lo será aún más, a medida que pase el tiempo, una guerra política, social y económica. El mundo que quede tras la pandemia no será el mismo. ¿Podrá esta crisis restaurar los lazos de apoyo mutuo, solidaridad, fraternidad y la organización de la clase trabajadora permitiendo ir construyendo algo nuevo o sólo supondrá una nueva destrucción de las clases populares condenadas a vivir bajo la ceniza de un mundo en ruinas? Pues eso es algo que iremos viendo.

Autor:

Jesús Pérez López

Graduado en biotecnología por la Universidad Pablo de Olavide. Máster en biología avanzada: investigación y aplicación en la línea de biología aplicada e industrial por la Universidad de Sevilla. Doctorando en fisilogía vegetal en la facultad de biología de la Universidad de Sevilla

Puedes seguir a Jesús Pérez López a través de twitter: @rocaroja_jpl 

REFERENCIAS

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https://elpais.com/ciencia/2020-03-14/cual-es-la-tasa-de-letalidad-del-nuevo-coronavirus-en-las-personas-mayores.html

Autor

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Graduado en biotecnología por la Universidad Pablo de Olavide.

Máster en biología avanzada: investigación y aplicación en la línea de biología aplicada e industrial por la Universidad de Sevilla.

Doctorando en fisiología vegetal en la facultad de biología de la Universidad de Sevilla.