“El 11 de Febrero se conmemora el día de la mujer y la niña en la ciencia”

    El otro día en televisión emitían una película de tres mujeres afrodescendientes en EEUU en la década de los 60 y como fueron ocultadas sus investigaciones en la Carrera Espacial.

    Mientras el 16 de junio de 1963, Valentina Tereshkova, se convertía en el segundo ser humano y la primera mujer en viajar al espacio.

    Pero mucho antes, en 1942, la doctora Zinaida Iermolieva, especializada en microbiología y epidemiología, era enviada a la ciudad cercada de Stalingrado para evitar que la epidemia de cólera de las tropas alemanas se extendiese por el ejército y la población soviética. Por esta hazaña fue condecorada con el Premio Stalin.

    Zinaida Iermolieva

    Pero no fue la única guerra en la que participó. Los británicos y los estadounidenses comenzaron entonces a fabricar a gran escala penicilina… Algo que se vetó a la URSS, fue entonces cuando Iermolieva a través de un estudio de los mohos, creó el krustozin, el primer antibiótico soviético derivado de la penicilina.

    En el campo de la física, Evguenia Rubinstein, se convirtió en la primera mujer climatologa del mundo, en 1920 a través de su trabajo sobre la Teoría de la Probabilidad en la previsión metereologica.

    Destacar que en 1966, Rubinstein, publicó con otro experto un libro dedicado en exclusiva a algo que nos creemos descubrimos ayer: el cambio climático. Basado en varios estudios que había realizado sobre el aumento de las temperaturas en el Ártico. Por todo ello recibió la Orden de Lenin como reconocimiento.

    Durante todos los años que duró la URSS el fomento del estudio, la socialización de los cuidados y la defensa del progreso a través de la ciencia marcaron profundamente el devenir del sexo femenino.

    Así incluso hoy, según datos de la Unesco, mientras que el 29% de las personas en la investigación científica en todo el mundo son mujeres, en Rusia el margen se amplía hasta el 41%.

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    Directora Revista La Comuna

    Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla. Gestora cultural, escritora, poeta y analista internacional en distintos medios escritos o audiovisuales. Autora de la compilación poética “La Generación de la Sangre I” para Editorial Ultramarina Cartonera, a través de la Plataforma de Artistas Chilango-andaluza.

    “Arquitecturas y Mantras” de la Editorial Bucéfalo fue su primer libro de poesía en solitario. A su vez, actualmente colabora en Hispan TV y otros medios internacionales en habla hispana analizando la actualidad política. Miembro de la Asociación Cultural Volver a Marx. Milita en Trabajadoras Andaluzas.