Hoy celebramos 235 años desde que un niño llamado Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, naciera en Caracas el 24 de julio de 1783. Sus padres (de ascendencia vasca), el Coronel Juan Vicente Bolívar y Ponte y Doña María de la Concepción Palacios y Blanco, lamentablemente fallecieron cuando Simón era aún muy pequeño y, por esta razón, se hicieron cargo de él su tío Carlos Palacios y su esclava y nodriza, la Negra Hipólita. Desde muy joven, Simón contó con una excelente educación impartida por reconocidos tutores como el Fray Jesús Nazareno Zidardia, el presbítero José Antonio Negrete, Guillermo Pelgrón, Andrés Bello, el Fray Francisco de Andújar y Simón Rodríguez. Este último se convertiría posteriormente en una de las figuras más influyentes en el pensamiento revolucionario e independentista de Bolívar, además de ser uno de sus más queridos amigos.

Dibujo de Bolívar en su gesta cruzando Los Andes
A los 17 años, viajó a España para continuar su educación y durante su estancia en Madrid en el año de 1800, conoció a su futura esposa María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza, hija de aristócratas y dos años mayor que él. Bolívar inmediatamente se sintió atraído por la joven y le propuso matrimonio en abril de 1802, tras dos años de noviazgo. Simón y María Teresa contraen matrimonio el 26 de mayo de 1802, en Madrid, y se arribaron a Caracas en julio del mismo año. Sin embargo, al poco tiempo de encontrarse en el país, María Teresa enfermó de fiebre amarilla y falleció el 22 de enero de 1803, dejando a Bolívar totalmente devastado. Este hecho marcaría un hito en la vida de Bolívar, quien juró desde entonces no volver a contraer matrimonio con ninguna otra mujer.
En 1804, Bolívar decide regresar a Europa y comienza a profundizar en sus ideales independentistas luego de conocer a grandes figuras relacionadas con la Revolución Francesa. En 1805, viajó a Italia junto a su amigo y mentor Simón Rodríguez y durante su estadía en Roma, pronunció el conocido Juramento del Monte Sacro, en el cual decreta:
“Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español“.
Bolívar vuelve a Venezuela en 1806, con la firme y clara intención de lograr la independencia del imperio español y formar posteriormente una confederación que uniera a todas las antiguas colonias españolas de América para enfrentar el poderío de otras potencias imperialistas como Estados Unidos. Participó activamente en los primeros movimientos independentistas iniciados por Miranda en 1810, aunque el exilio lo forzó a asentarse en Cartagena de Indias en 1812, desde donde escribió el reconocido “Manifiesto de Cartagena. Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño”.
Gracias a esta carta revolucionaria, Bolívar pudo reunir un pequeño ejército que lo acompañaría en la denominada Campaña Admirable de 1813, donde ingresó a Venezuela por el estado Táchira. Fue entonces nombrado Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y recibió oficialmente el título de Libertador. No obstante, Bolívar se vio obligado a exiliarse nuevamente en 1814, en Jamaica, tras el resurgimiento de las fuerzas realistas en Venezuela. Desde allí, la “Carta de Jamaica”, donde afianzaba su ideal de unión y hermandad entre los pueblos americanos.
Finalmente volvió a Venezuela en 1816, y luego de formar parte en distintas luchas por organizar el país, el 15 de febrero de 1819 estableció el Congreso de Angostura y el primer proyecto de Constitución. Asimismo, Bolívar participó en la independencia de la Nueva Granada (Colombia) en 1819, Ecuador en 1822, Perú en 1824 y Bolivia en 1825.

Rostro de El Libertador en estudio digitalizado a partir de su cráneo presentado por el Gobierno de Hugo Chávez hace 6 años.
A pesar de encontrarse enfermo, Bolívar se trasladó a Bogotá en 1830, para instalar el Congreso Constituyente. Sin embargo, la fuerte oposición que encontró a sus ideales revolucionarios y la repentina muerte de su amigo y compañero de armas, el Gran Mariscal Antonio José de Sucre, le obligaron a renunciar a la Presidencia de la Nueva Granada. Se trasladó a Santa Marta, donde falleció envenenado (según recientes investigaciones) el 17 de diciembre de 1830.
Personaje del siglo XIX, para la BBC
La BBC elogia y elige a Simón Bolívar como el Hombre más importante del siglo XIX. “Con sólo 47 años de edad peleó 472 batallas, siendo derrotado sólo 6 veces.
Destaca además el medio de comunicación europeo que El Libertador participó en 79 grandes batallas, con el gran riesgo de morir en 25 de ellas.
Liberó 6 naciones, cabalgó 123 mil kilómetros, más de lo navegado por Colón y Vasco de Gama unidos.
Fue Jefe de Estado de 5 naciones.
Cabalgó con la antorcha de la libertad la distancia lineal de 6.500 kilómetros, que es aproximadamente media vuelta a la Tierra.
Recorrió 10 veces más que Aníbal, 3 veces más que Napoleón, y el doble de Alejandro Magno.
Sus ideas de Libertad fueron escritas en 92 proclamas y 2.632 cartas.
Lo mas increíble es que muchas de ellas fueron dictadas de forma simultánea y en diferentes idiomas a distintos secretarios.
Y el ejército que comandó NUNCA CONQUISTO… sólo LIBERÓ…”
Lo anterior fue el argumento con el cual la BBC de Londres eligió al Libertador Simón Bolívar como el Americano más prominente del siglo XIX.
Algunas de sus frases más notables:
“La impunidad de los delitos hace que estos se cometan con más frecuencia y al fin llega el caso de que el castigo no basta para reprimirlos.”
“La clemencia con los criminales es un ataque a la virtud.”
“Una vida pasiva e inactiva es la imagen de la muerte, es el abandono de la vida; es anticipar la nada antes de que llegue.”
“La paz será mi puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto es precioso en el mundo.”
“La instrucción es la felicidad de la vida y el ignorante, que siempre está próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego indefectiblemente en las tinieblas de la servidumbre.”
“La Patria exige cada día nuevos sacrificios y es necesario darle hasta el último aliento de la vida.”
“El instinto es un consejero leal; en tanto que la pedantería es un aire mefitico que ahoga los buenos sentimientos.”
“Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.”
“El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores.”
“Con mi nombre se quiere hacer en Colombia el bien y el mal, y muchos lo invocan como el texto de sus disparates.”
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