
Brigada Costa del Sol. Crítica más allá de lo estético
Una serie policiáca sobre el Torremolinos de finales de los 70 podría ser una magnífica idea, pero como muy bien sabemos, a una buena idea no siempre le corresponde una buena realización. Si aterrizamos en lo concreto, si quieres llevar una buena idea a la práctica tienes que tener gente en tu equipo qué sepa lo que está haciendo y tenga el conocimiento suficiente sobre lo que vas a hablar: del Torremolinos del año 77. Por cierto, mucho Torremolinos 1977 y ni una escena hecha allí.
La opción escogida por Brigada Costa del Sol es meramente estética y efectista: ropa y estética setentera, coches de la época, discotecas, cubatas, drogas y una historieta de amor con la típica belleza estética femenina andaluza como protagonista. No hay más.
No busques en Brigada Costa del Sol quiénes eran los que manejaban el narcotráfico en aquellos años en Torremolinos o en la Costa del Sol, ni qué pretendían, más allá de enriquecerse. Tampoco cómo el boom del turismo fue propiciado por oligarcas locales íntimamente vinculados al régimen franquista que se hicieron de oro comprando y vendiendo suelo.
No busques en Brigada Costal del Sol como nuestra cultura y señas de identidad se convirtieron en una mercancía más, como nuestras playas, nuestro sol o nuestro clima; terminando en una destrucción sistemática de nuestra cultura y medio ambiente.
Ni se te ocurra pensar que Brigada Costa del Sol te contará la fuerte conflictividad social que se vivía en toda la hostelería de la Costa del Sol, dando lugar a una de las huelgas más duras y combativas de los últimos 40 años en toda la provincia de Málaga.
Y ya si hablamos del año 1977, por supuesto, no verás nada del ambiente social y político del momento y como se vivió la lucha por el autogobierno andaluz.
Por último, si los guionistas de Brigada Costa Sol supieran que el término “Costa del Sol” se lo inventó un empresario austriaco casado con una antequerana, Rudolph Lussnigg, afincado en Almería, allá en los años 20 del siglo pasado, y que con ese término prácticamente se venía a referir a toda la costa mediterránea andaluza, les explota la cabeza en mil pedazos.
De Málaga hacia el Oriente es la Axarquía, y de Málaga hacia el Occidente es la Algarvía. Por eso, ¡menos Costa del Sol y más Algarvía!
Autor
Nacido en Málaga, en 1975, Licenciado en Filología Inglesa por la UMA. Ha militado en organizaciones comunistas y soberanistas andaluzas de izquierdas e, igualmente, en movimientos sociales y populares de Málaga.
Tener una rosa en el culo…