Constituyente en Venezuela: Y el ave Fénix remontó el vuelo desde sus cenizas. Pese a las amenazas de la oposición, la constituyente sí va.

“¿Y qué importa un carajo lo que opine Donald Trump, ¡si aquí lo que importa es lo que hoy le dice al mundo el pueblo venezolano!?”. Nicolá Maduro.

“¿Y qué importa un carajo lo que opine Donald Trump, ¡si aquí lo que importa es lo que hoy le dice al mundo el pueblo venezolano!?”. Son las palabras más fuertemente pronunciadas por el presidente venezolano Nicolás Maduro, y aún resuena su eco por las callejuelas del centro de Caracas que rodean a la Plaza Bolívar. Sonaron junto a la contundente denuncia contra la manipulación mediática que, tristemente, hoy vemos cómo traspasa sus límites de ridiculez en las portadas (rodeando la foto de un atentado terrorista perpetrado por la oposición y, hasta aplaudido por la prensa convenientemente dispuesta en un palco privilegiado). Palabras que bailaban junto a un mar de pueblo, hiladas en un magistral discurso de un estadista, que ya nos acostumbra a salir de toda duda una vez tras otra, un digno hijo del comandante Hugo Chávez.

Constituyente en Venezuela: Un mar de pueblo absorto ante el discurso, bailaba y celebraba la resurrección de la Revolución Bolivariana, que muchos daban por muerta pero allí estaba, de parranda.

Un mar de pueblo absorto ante el discurso, bailaba y celebraba la resurrección de la Revolución Bolivariana, que muchos daban por muerta pero allí estaba, de parranda. Celebrando a ese pueblo que no le importa si tiene que cruzar caminando un río con altas dosis de azufre porque los paramilitares que llevan más de un lustro asediándoles, no permiten el paso natural por los puentes. Porque ellos tenían una misión: votar para salvar la paz, votar para entregarle, Constituyente mediante, más poder para el pueblo. Y no importó el asedio a casi uno de cada cien centros electorales, ni la quema de centros y máquinas de votación, ni los secuestros de barrios enteros, ni las noches infernales de las cuales, la última, incluso contó con unos presos liberados (mediante sobornos y quinta columna) como artistas especiales de la fiesta. Rumba a la cual se presentaban sin invitación y se cobraban más de una decena de vidas en una jornada electoral. Vidas que se añadían a las cien ya cobradas en los últimos meses por los paramilitares colombianos, los mercenarios, y algún que otro descerebrado autóctono con ínfulas de caballero templario.

Constituyente Venezuela 2017

Constituyente Venezuela 2017

La oposición queda desquiciada (tras ser aplastados los falsos números del “plebiscito”), descabezada y ante un mar de fricciones como resultado de que, en apenas una semana, deben presentar candidaturas para una nueva contienda electoral regional en la que ya no le dan los números y, ante un omnipotente Chavismo con un lápiz corrector en una mano, y un ejemplar de la constituyente en la otra.

Para el chavismo, remoralizado, fortalezido, ya deslastrándose de la capa de miedo que comenzaba a cubrirle, el reto es mantener el pulso con mano más firme, pero recuperando la paz como objetivo primordial.

Sin duda, ha sido una de las mejores y más oportunas victorias de la historia del chavismo, y le llega justo con un pie en el abismo. De cómo el pueblo sepa cristalizar los sueños de sus luchas en la nueva Carta Magna y de cómo el latir de los corazones de las hijas e hijos de Chávez sepa bombear manteniendo los equilibrios, dependerán casi en exclusiva los designios de un país pacífico, resuelto a ser libre, y en la mira de quienes deberán pensarse demasiado el riesgo de una cuarta guerra mundial si se deciden a abrir la nueva caja de Pandora. Para el chavismo, remoralizado, fortalezido, ya deslastrándose de la capa de miedo que comenzaba a cubrirle, el reto es mantener el pulso con mano más firme, pero recuperando la paz como objetivo primordial.
Posiblemente, en cifras (cuando culmine el proceso con la elección por los pueblos indígenas de ocho diputados adicionales en sufragio acomodado a sus costumbres locales), se superará o igualará el magnífico resultado del comandante Chávez en 2012. Y es un éxito que ha llegado en relativa paz, pero en situación de máximo asedio. Lo que está claro es que la advertencia que ya era un clamor en el chavismo de que “Rondón no había peleado”, está por cumplirse, y lo hace con un Rondón entrando al ring paseando con estilo y admirado por el público que está volteando las apuestas. Rondón será el Fénix en su máximo ardor, y lo será volviendo a iluminar las esperanzas de las revoluciones en proceso en el mundo, si logramos limpiar los anteojos de la suciedad que los cuervos mediáticos nos vierten sobre ellos.
Intíchurin Iskaywari (Desde los andes venezolanos)

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