Nicaragua, repetición del guión imperialista en nueva primavera tóxica

En 1979 el Frente Sandinista de Liberación Nacional entró victorioso en Managua terminado de esa forma con la cruel dictadura de Anastasio Somoza, de cuyo padre, el patriarca fundador del régimen, dijo Franklin Delano Roosvelt, “Tal vez Somoza sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.

Los rebeldes moderados nicaragüenses, nietos de Violeta Barrios de Chamorro

El triunfo del FSLN fue un duro golpe para los EEUU ya que era la primera vez desde 1959 que un proceso revolucionario ganaba militarmente en su zona de influencia. Durante la década de los años 80 mientras el gobierno hacia una titánica campaña para alfabetizar al pueblo y repartir tierra entre los campesinos y campesinas, el gobierno de los EEUU financiaba a través de una compleja trama de corrupción conocida como el Escandalo Irán-Contra a un grupo de paramilitares mercenarios para hostigar al gobierno revolucionario de Managua y al pueblo nicaragüense ¿De que me suena a mi esta historia? Ah, la financiación en Afganistán por las mismas fechas de unos freedom fighters que luego se convirtieron en eso que se conoce como Al Qaeda, asesinando más de tres mil ciudadanos estadounidenses y provocando incalculables víctimas en África y Oriente Próximo, y miles en Europa.

Acosado por los mercenarios terroristas de las contras y por una geopolítica internacional poco favorable para los procesos revolucionarios con la Caída del Muro y la debilitación del campo socialista, el FSLN perdió las elecciones presidenciales el 25 de febrero de 1990 ante la candidata del de la Unión Nacional Opositora, Violenta Barrios de Chamorro, que pertenece al partido líder de la oposición en este momento, el Partido Liberal Constitucionalista, con Maximino Rodríguez Martínez hoy al frente y otro de los grupos que perteneció a la UPO como tercera fuerza.

El triunfo del FSLN fue un duro golpe para los EEUU, ya que era la primera vez desde 1959 que un proceso revolucionario ganaba militarmente en su zona de influencia. Durante la década de los años 80, mientras el gobierno hacía una titánica campaña para alfabetizar al pueblo y repartir tierra entre los campesinos y campesinas, el gobierno de los EEUU financiaba a través de una compleja trama de corrupción conocida como el Escándalo Irán-Contra a un grupo de paramilitares mercenarios para hostigar al gobierno revolucionario de Managua y al pueblo nicaragüense ¿De qué me suena a mi esta historia?

Con la ofensiva de las fuerzas progresistas en el primer decenio de este siglo, el FSLN volvió a ganar la presidencia de la Republica en 2006 y Nicaragua entró a formar parte de los países del ALBA y del grupo del países progresistas de América Latina que supuso un debilitamient importante de la posición de dominación de los EEUU en lo que ellos siempre han considerado su patio trasero, centroamérica y sudamérica. Un importante cambio geoestratégico englobado en la disputa a los EEUU del papel hegemónico político y económico a nivel mundial por parte de otras potencias englobadas en lo que se conoce como los BRICS.

Por desgracia en este segundo decenio del siglo XXI hemos visto un retroceso de los procesos socialistas y de liberación nacional en América Latina, la desaparición física del comandante Hugo Chávez, el golpe blando parlamentario en Paraguay contra Fernando Lugo, el golpe judicial en Brasil contra Lula, la traición al proceso de “revolución ciudadana” en Ecuador por parte de Lenin Moreno, la derrota electoral del Cristina Fernandez de Kirchner contra Mauricio Macri en Argentina, la guerra económica contra la Venezuela bolivariana y por supuesto sin olvidarnos del Golpe de Estado en Honduras en 2009, que junto con una importante caída del precio del petróleo por culpa, entre otras cosas, de la Guerra de Siria, que ha puesto en una situación económica muy difícil a los países del ALBA y sus aliados.

El pequeño comercio continúa sufriendo graves deterioros tras cinco días de saqueos

¿Pero qué pasa en Nicaragua? Lo primero que pasa en Nicaragua es que, en las últimas elecciones, las municipales de noviembre pasado el FSLN arrasó con cerca del 70% por cierto de los votos y muy lejos quedó la derecha del Partido Liberal Constitucionalista con menos del 17% de los votos. Pero sobre todo lo que pasa es que Estado Unidos y el imperialismo a nivel global quiere recuperar el terreno perdido en Latinoamérica en la década pasada y para ello pone en marcha el mismo guion de desestabilización que ha usado en Venezuela, en Ucrania, en Libia, en Siria… Utilización de la histeria mediática, tenemos en los últimos días a toda la prensa atlantista hablando de violencia policial, protestas pacíficas y dictadura.

¿Dictadura? Sí, para el imperialismo cualquier gobierno que no rinda pleitesía a sus políticas de saqueo y dominación será siempre un “gobierno dictatorial”, les da igual que haya elecciones, que esas elecciones tengan observadores internacionales que niegan cualquier tipo de irregularidad, para estos medios del capital global, Ortega es un dictador, aunque el FSLN tenga el 70% de los votos en las últimas elecciones, Maduro es un dictador aunque el PSUV gane una tras otras varias elecciones.

Estamos en el mundo de la postverdad, pero sobre todo estamos en el mundo de la postdemocracia aunque todavía no nos estemos dando cuenta, no importa que haya elecciones un gobierno solo recibirá el certificado de “demócrata” por parte de los generadores de opinión si se pliega antes las exigencias del FMI, del Banco Mundial y pone sus recursos naturales y energéticos al servicio del imperialismo y del capitalismo extractivista de los EEUU y la Unión Europea.

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También repiten el guion de las “protestas pacíficas” donde vemos a jóvenes con buena ropa y bien alimentados armados hasta los dientes, tiros que producen víctimas de los que jamás se sabe su procedencia exactamente, por ejemplo el periodista Angel Gahona fue abatido por disparos producidos por “grupos vandálicos” pero no por la policía en cambio la prensa se lo carga al gobierno. El 20 de abril hubo tres muertos, de los cuales uno es un policía. Por supuesto también aparecen ONGs muy preocupadas por los Derechos Humanos, la Iniciativa Nicaragüense de Defensores de Derechos Humanos y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, no tardaremos en saber quién los financia y seguro que no nos llevamos ninguna sorpresa. Y como no, en la repetición del guion esta la imposición de sanciones económicas por parte de EEUU, en este caso se conoce como la Nica Act, que fue frenada al parecer en
2016 pero que ha vuelto a ser presentada en 2017 por los congresistas estadounidenses Ileana Ros-Lehtinen y Albio Sires con el nombre Nica Act Hr. 1918 y que según leo en la prensa nicaragüense tiene como objetivo que EEUU vote en contra de los préstamos internacionales al gobierno de Nicaragua.

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Es muy posible que haya razones para la protesta pero la utilización de las mismas por la derecha nicaragüense para entregar su país al saqueo de los EEUU, el ataque a las fuerzas progresistas de latinoamérica, la manipulación mediática con la cantinela de “cruel dictadura” y el afán de la pseudoizquierda imperialista como Leila Nachawati, de posicionarse al igual que con Siria, con la reacción, debe ponernos en alerta de que no estamos ante un pueblo “revolucionario” en la calle, sino ante un nuevo Maidan, un nuevo abril 2002 en Venezuela, una nueva primavera tóxica. El objetivo no es democratizar nada ni aumentar las pensiones, el objetivo de nuevo es el Golpe de Estado encubierto contra un gobierno que no sigue los dictados del imperialismo.

Es muy posible que haya razones para la protesta, pero la utilización de las mismas por la derecha nicaragüense para entregar su país al saqueo de los EEUU, el ataque a las fuerzas progresistas de latinoamérica, la manipulación mediática con la cantinela de “cruel dictadura” y el afán de la pseudoizquierda imperialista como Leila Nachawati, de posicionarse al igual que con Siria, con la reacción, debe ponernos en alerta de que no estamos ante un pueblo “revolucionario” en la calle, sino ante un nuevo Maidan, un nuevo abril 2012 en Venezuela, una nueva primavera tóxica. El objetivo no es democratizar nada ni aumentar las pensiones, el objetivo de nuevo es el Golpe de Estado encubierto contra un gobierno que no sigue los dictados del imperialismo.

Un artículo de Pablo Gartzia para Revista La Comuna

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Subdirector y Responsable del Área de Geopolítica y Antiimperialismo de la Revista La Comuna

Informático, Consultor IT y en Ciberseguridad. Miembro del Equipo Coordinador de la Revista La Comuna. También miembro del Grupo de Investigación y Análisis "Geopolitikaz", nacido en 2019 alrededor del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Mezclando su perfil profesional con su actividad en el campo de la geopolítica, actualmente se encarga de la investigación y divulgación sobre el ciberespacio en el contexto de la guerra híbrida. Principalmente en el terreno de la ciberinteligencia y de la ciberguerra.