La legalización de la marihuana “se vende” como una especie de zeitgeist de la época, una especie de “operativo clamor de la gente” que surge de un supuesto “sentido común”
“El consumo de cannabis genera una anestesia emocional que impide procesar duelos y traumas, con el tiempo genera abulia (falta de voluntad) y déficit atencional, en personas proclives activa síntomas psicóticos y genera habituación con los consecuentes síntomas de abstinencia, además de problemas físicos y reproductivos, pudiendo afectar al feto. Su consumo genera un “secuestro motivacional” que tiene como que en muchos casos termina en el abuso y la dependencia”
La legalización de la marihuana “se vende” como una especie de zeitgeist de la época, una especie de “operativo clamor de la gente” que surge de un supuesto “sentido común”. Gente muy “openmind” nos abriría a las posibilidades de obtener felicidad del consumo de una sustancia química que se mete en nuestros neurotransmisores y además es la medicina más eficaz para casi todo. Oponerse solo puede ser producto de mentalidades “pacatas” y “prejuiciosas”.
La realidad es muy otra. Estamos ante una nueva campaña capitaneada por el inefable magnate George Soros y su Open Society Institute. Soros es un integrante de la banca Rotschild y tiene fuertes vínculos con el sionismo de Israel. El mismo Soros que se especializa en generar matrices de opinión dizque “progresistas”, pero que apuntan a la desarticulación de las resistencias populares. Es quien operó tras bambalinas para la caída de la URSS, el ascenso del fascismo en Ucrania, quien apoya a los guarimberos en Venezuela y a los “periodistas independientes” cubanos con la intención de destruir al gobierno revolucionario. Sus redes de ONGs están extendidas por todo el mundo y hace años que la Open Society invierte millones de dólares en América Latina y un importante porcentaje se destina a la temática de las drogas, financiando organizaciones que impulsan cambios de política y tejiendo contactos entre ellas.
Por cierto que el tal Soros no da puntada sin hilo. El pretendido “filántropo”, que se presenta como un desinteresado “amante de la libertad” es uno de los principales accionistas de Monsanto Bayer, empresa que ve incrementar sus ganancias al ritmo de la flexibilización de las legislaciones mundiales en relación a cultivo de marihuana y la consecuente transformación de campos cultivados con alimentos a plantíos de cannabis transgénico.
El consumo de cannabis genera una anestesia emocional que impide procesar duelos y traumas, con el tiempo genera abulia (falta de voluntad) y déficit atencional, en personas proclives activa síntomas psicóticos y genera habituación con los consecuentes síntomas de abstinencia, además de problemas físicos y reproductivos, pudiendo afectar al feto. Su consumo genera un “secuestro motivacional” que tiene como que en muchos casos termina en el abuso y la dependencia. Sin embargo, un auténtico “operativo cannabis” se despliega en el mundo. Cuenta con lobbistas entrenados en repetir machaconamente ciertas matrices de opinión sin ningún tipo de fundamento. Contra toda evidencia se niegan hechos evidentes, como que es una droga de inicio en el camino a la drogadependencia. El caso de Uruguay es emblemático, la legalización del cannabis (gerenciada por Soros) ha incrementado un 10% el consumo de otras sustancias. Los estudios sobre el aceite de cannabis están viciados de nulidad. Una minuciosa revisión de las investigaciones realizadas al respecto por la Fundación Epistemonikos (1) muestra las barbaridades metodológicas que se cometen para vender las “bondades” de la “panacea del siglo XXI. Como sucedía con el tabaco en los ‘50/’60, los lobistas intentan bajar la percepción de riesgo del consumo.
Aldous Huxley aconsejaba a las élites mundiales con su novela “Mundo Feliz”, en la cual las clases exprimidas eran mantenidas tranquilas y felices consumiendo una sustancia llamada “soma”. Al parecer, Soros está empeñado en volver realidad ese sueño distópico.
Notas:
(1). Fundación Epistemonikos- Pinche AQUÍ para enlace web.
Autor
Comenzó a militar en 1982, en la Federación Juvenil Comunista, cuando Argentina aún era gobernada por la dictadura cívico - militar.
En 1986/87 es enviado a la República Democrática Alemana a estudiar en la Escuela Superior de la Juventud "Wielhem Pieck" durante 10 meses.
Psicólogo desde 1990 se focalizó en el trabajo con adicciones.
Autor de "El hombre nuevo, la mujer nueva: ensayo sobre la transformación revolucionaria de la personalidad" (2002) y "Marxismo, caos y complejidad" (2008), "Psicología y Marxismo" (2017).
En el año 2013 realizó conversatorios en Venezuela, sobre todo en el Estado Aragua donde se trabajaron los temas antemencionados. Desde febrero de 2014 y durante 6 meses desarrolló tareas de formación en todo el territorio venezolano convocado por la Escuela de Formación Argimiro Gabaldón. En ese marco asiste a las reuniones de formación de cuadros revolucionarios junto al diputado Jesús Faría.
En 2018 funda la Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva.
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