“Alberto Fernández tomó la presidencia en un país en default, quebrado”
Lo que está pasando con los incendios en nuestro territorio es la mejor metáfora de lo que está haciendo la derecha con la humanidad. Hace dos meses que los incendios no paran en nuestro suelo: 12 mil focos, 440 mil hectáreas quemadas. Encabeza la lista Entre Ríos con la quema de sus islas de pastoreo, le sigue Córdoba. Como está pasando con el Brasil de Bolsonaro, como pasó en Bolivia en el armado previo del golpe de Estado contra Evo Morales.
La corte suprema decide el “per saltum” para rever la denegación del traslado decidido a dedo por Macri de tres jueces, contra todos los reglamentos, con el objetivo de juzgar a Cristina Fernández de Kirchner. Esto significa que la Corte Suprema, órgano máximo de un poder cuyos integrantes no tenemos ninguna posibilidad de votar los mortales de a pie, dos de cuyos miembros fueron puestos por Macri por un decreto simple se arrogan el poder de tomar las decisiones más importantes en nuestro país.
El gobierno ha tomado una decisión necesaria al impedir que siga la sangría de dólares necesarios para la reactivación del país. Para poder traer más dólares tienta a los sojeros bajando las retenciones por tres meses. Todo esto como respuesta al reclamo de los grandes empresarios que piden una nueva devaluación que destruiría aún más el poder adquisitivo de nuestro salario.
Sin embargo los sojeros no muestran intenciones de ceder. Tienen 24 millones de toneladas paradas y este mes estarían exportando el menos del 10% de esa cantidad.
Los medios concentrados usan el consabido libreto del desánimo intentando recuperar su lugar de “voceros de la gente” cuando en realidad la única encuesta válida es el 60 % de votos que contra todos sus mensajes, no votó a Macri. Ahora agitan que Argentina es invivible y que hay que emigrar al extranjero.
Alberto Fernández tomó la presidencia en un país en default, quebrado. Viene de cerrar el acuerdo por la deuda externa con los acreedores privados, arreglando la deuda con el FMI. Está intentando recomponer el funcionamiento económico luego de la brutal pandemia neoliberal que nos azotó durante cuatro años. Le puso un límite a la bicicleta financiera, evitó hasta ahora los saqueos, las colas del hambre, el colapso del sistema de salud. Todo esto en una crisis mundial peor que la de 1930, en la peor crisis sanitaria en más de una centuria y con la derecha en su fase más agresiva.
Mientras tanto el pueblo está cuidando su vida con el aislamiento social y obligatorio para evitar más contagios y más muertes.
Tenemos que juntarnos, que fortalecernos en la convicción de que somos más los que queremos una patria con justicia social. Entender que en esta angustiosa espera la ofensiva la tiene la oligarquía y que nuestro objetivo es resistir. Acumulando energía para hacer efecto resorte en cuanto podamos salir a las calles.
Autor
Comenzó a militar en 1982, en la Federación Juvenil Comunista, cuando Argentina aún era gobernada por la dictadura cívico - militar.
En 1986/87 es enviado a la República Democrática Alemana a estudiar en la Escuela Superior de la Juventud "Wielhem Pieck" durante 10 meses.
Psicólogo desde 1990 se focalizó en el trabajo con adicciones.
Autor de "El hombre nuevo, la mujer nueva: ensayo sobre la transformación revolucionaria de la personalidad" (2002) y "Marxismo, caos y complejidad" (2008), "Psicología y Marxismo" (2017).
En el año 2013 realizó conversatorios en Venezuela, sobre todo en el Estado Aragua donde se trabajaron los temas antemencionados. Desde febrero de 2014 y durante 6 meses desarrolló tareas de formación en todo el territorio venezolano convocado por la Escuela de Formación Argimiro Gabaldón. En ese marco asiste a las reuniones de formación de cuadros revolucionarios junto al diputado Jesús Faría.
En 2018 funda la Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva.
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