“La única ayuda que recibieron las milicias kurdas en Afrin fueron las Fuerzas de Defensa Nacional, milicias populares pro-gubernamentales sirias” Tair al-Horr.

Creo necesario que la militancia de la izquierda soberanista tenga claras algunas cuestiones sobre la situación en el norte de Siria, para que no nos dejemos engañar o manipular por corrientes de opinión que en el mejor de los casos caen en el idealismo y en el peor responden a oscuros intereses.

Quiero dejar claro que hay que rechazar y condenar toda agresión que reciban tanto las fuerzas kurdas de las YPG como las SDF por parte del Ejército turco. Turquía no solo pretende acabar con las milicias kurdas, sino una una expansión territorial y hacer inviable la República Árabe Siria.

Kurdos de Siria se manifiestan portando banderas sirias junto a retratos de Bashar al-Assad y Abdullah Öcalan, dirigente kurdo del PKK – preso en Turquía desde 1999.

 

Tanto las YPG kurdas como las SDF (las YPG más otras milicias árabes y asirias con escasa presencia) han venido recibiendo apoyo militar, político y financiero de los EEUU, tanto con Obama como con Trump. Esto es un hecho.

Rojava y el Tío Sam.

A pesar de los diversos argumentos que tendían a justificar ese apoyo, desde posiciones anti-imperialistas siempre hemos señalado:

  1. Que resultaba extraño y poco creíble que los EEUU apoyasen la “revolución comunal” de Rojava;
  2. Que sin negar radicalmente los avances económicos, en los derechos para las mujeres o en el ecologismo en las zonas controladas por las YPG, también había mucho – muchísimo – de propaganda que no se correspondía con una realidad donde igualmente se mantenía un tribalismo patriarcal o se rechazaban los derechos de otras minorías étnicas, especialmente la asiria (cristianos de lengua neo-aramea);
  3. Que en cualquier momento los EEUU dejarían de prestar su apoyo porque éste no era firme ni sincero, como así ha ocurrido;
  4. Que se había creado un relato falso que situaba a las YPG y a las SDF como las milicias que habían derrotado al Daesh/ISIS/Estado Islámico.

También hay pruebas de contactos de las milicias kurdas con agentes del Gobierno israelí, así como de financiación saudí, ambos Estados muy comprometidos con “revoluciones comunales”. Entiéndase la ironía.

El califato de Daesh ya estaba derrotado

Y así ocurrido, entre Turquía y las YPG kurdas, la elección para los EEUU estaba clara: Turquía, que además es miembro de la OTAN. Que Rusia e Irán tengan sus pactos con Turquía no les hace responsables de la situación, como se pretende hacer creer ahora por parte de las milicias kurdas. Esos pactos, gusten o no, han ayudado a rebajar la tensión en las pocas zonas donde quedan milicias islamistas (que son pro-turcas): la provincia de Idlib y poco más.

En todo caso, el Gobierno sirio no ha sido ni es una marioneta de Rusia, como quieren hacer creer, son muchas las discrepancias que el Gobierno sirio mantiene con Rusia. Además, el Gobierno sirio siempre ha condenado – como es lógico, por otro lado – toda penetración turca en su territorio; otra cosa es que esas diferencias no se vayan a escenificar por motivos obvios. Pero incluso yendo más allá, la única ayuda que recibieron las milicias kurdas en Afrin – cuando sufrieron la agresión turca – fueron las Fuerzas de Defensa Nacional, milicias populares pro-gubernamentales sirias. También se suele ocultar que es el Gobierno sirio quien paga los sueldos y suministra servicios básicos en la “autonomía kurda”.

Afrin: nada nuevo en Siria.

Por último, no podemos desde Andalucía hacer analogías entre nuestra situación y la de los kurdos. No existe una “cuestión nacional kurda” en Siria, sino étnica; el norte de Siria no está solamente poblado por kurdos históricamente sino por árabes, asirios, armenios, circasianos o turcomanos. Es más, la población kurda de esa zona – en un número muy importante – es reciente, muchos son refugiados del Kurdistán turco que huyeron de la represión y que fueron acogidos en Siria a partir de la década de 1960; como también hay una importante población palestina refugiada en Siria. En todo el país hay refugiados kurdos, de hecho, la mayor concentración de población kurda se da en Damasco y no en el norte de Siria.

Me dejo muchas cosas y detalles – algunos importantes – en el tintero, pero creo que lo fundamental para entender la situación está dicho.

Tair al-Horr

Publicación original de la Atalaya Roja