“Lo que ocurre en Ecuador afecta a la política general en América Latina del Gobierno norteamericano que está empeñado en volver a hacer de América Latina un patio trasero” J.A. Egido
La revolución de los zanganos que es el insulto proferido por el actual presidente de Ecuador contra las grandes protestas que se realizan hoy, el señor Lenin Moreno, es un grave quebradero de cabeza para el departamento de estado norteamericano que ha construido pacientemente el Grupo de Lima con el que asediar tanto a Venezuela, como a Cuba, Bolivia y Nicaragua, y hacer imposible la construcción de países de línea independiente en América Latina.
El pueblo ecuatoriano entre el año 1996 y 2006 tuvo siete presidentes que no pudieron acabar su mandato legal y tres de ellos fueron derribados por la oposición de grandes movilizaciones masivas similares a las que está sufriendo hoy el presidente Moreno, por la disconformidad con su línea política, su línea corrupta plegada a los intereses de EEUU y contraria a los intereses del país. Ecuador sufrió una gran crisis económica y su pueblo, sobre todo las masas campesinas e indígenas, los sindicatos y las fuerzas de izquierdas pudieron derribar tres gobiernos, tres presidentes: El presidente Lucio Gutiérrez Borbúa, el presidente Jamil Mahuad Witt y el presidente Abdalá Bucaram Ortiz.

Protestas contra Lucio Gutierrez que llevaron a su derrocamiento por parte del combativo pueblo ecuatoriano
Desde la llegada del presidente Rafael Correa en 2006 y hasta 2017 el país pudo disfrutar de un período de estabilidad política que permitió al presidente Correa desarrollar políticas económicas acertadas, impulsar la creación de infraestructuras viales, de telecomunicaciones, educativas y otras. Modernizando el país, y diversificando también su economía, que con una política social idónea favoreció el regreso de muchos migrantes ecuatorianos. Desalojó la base americana militar de Manta, ingresó a Ecuador en el Bloque ALBA, se enfrentó a las políticas agresivas del presidente Uribe (Colombia) tan cercano a los EEUU y ofreció un marco global muy satisfactorio para el pueblo ecuatoriano. Tanto es así que el candidato señalado por Correa para la presidencia obtuvo una gran victoria electoral presidencial.
Lo que ocurrió es que el fallo político, no solamente atribuible al presidente Correa, sino también a la debilidad institucional de la izquierda y del propio país, no supieron ubicar a un traidor al no tener cuadros suficientes… Así fue que el presidente Moreno incumplió su programa electoral, traicionó a su anterior jefe, el presidente Correa, se ha plegado a la política norteamericana, se ha plegado a la derecha bancaria y mediática local, han hundido al país en una profunda inestabilidad y es muy posible que el presidente Moreno caiga, sobre todo si la cúpula militar deja de darle apoyo político.
Hay en estos momentos movimientos políticos ocultos en los que la derecha socialcristiana trataría de ocupar el vacío de poder dejado por la caída de Moreno para evitar que las fuerzas de izquierdas, sobre todo las que giran entorno a Correa vuelvan a ocupar el poder político.
La gran pregunta en estos momentos es sí las fuerzas correistas que han tenido un éxito electoral a pesar de las difíciles condiciones en las que debieron concurrir en las recientes elecciones que tuvieron lugar hace pocos meses, las elecciones cantonales, municipales y provinciales, estas fuerzas puedan llegar a acuerdos políticos y de gobierno con la dirección indígena de la CONAIE (Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador), con los sindicatos y con la izquierda política que en ocasiones fue opositora en la época de gobierno de Correa. Si esto se produce así, si se adelantan las elecciones, va a haber sin duda la vuelta del correismo y se va a romper la política del Departamento de Estado de destruir el Bloque ALBA, de destruir UNASUR y de imponer a los gobiernos latinoamericanos autoridades cercanas al Departamento de Estado y muy disciplinadas con las orientaciones del Departamento de Estado y del imperialismo norteamericano.
Lo que ocurre en Ecuador afecta a la política general en América Latina del Gobierno norteamericano que está empeñado en volver a hacer de América Latina un patio trasero.
José.A. Egido
Autor
Doctor en sociología por la Universidad de Provenza.
Profesor de español en la Universidad de Jilin, en Changchun (China). Durante su estancia en la República Bolivariana de Venezuela impartió clase en la Escuela diplomática Pedro Gual, en la Universidad Latinoamericana y del Caribe, en la Universidad Bolivariana y en la Universidad Central de Venezuela; a su vez realizaría tareas de formación en el PSUV y el PCV.
Es autor de más de una quincena de libros de temática diversa. Desde “Viaje a la nada” centrado en el viaje de Euskadiko Ezkerra a través de la política vasca y su catástrofismo final; a la reivincación del militante comunista vasco Jesús Larrañaga, con “Jesús Larrañaga, comunista y abertzale”; estudia a la disidencia anticomunista del este europeo de los 70 con “¡Aquellos chicos tan majos!”; nos aproxima a la historia de China a través del estudio de su burguesía con “El Pájaro en la Jaula”; participa en el libro colectivo “Lecturas disidentes” que recibió el premio "Gustavo Machado" de la Alcaldia Libertador, Venezuela, 2017. Con los libros "Siria es el centro del mundo" y "Venezuela vencerá" contribuyó a organizar la solidaridad con ambos países.
Actualmente continúa su labor formativa a través de la Asociación Cultural “Volver a Marx”; y su compromiso con la divulgación del análisis científico de la realidad social a través de la colaboración con distintos medios de comunicación, escritos y audiovisuales, a nivel internacional.
Muy buen análisis de José A. Egido.