“Realmente es una cosa del tipo “el emperador va desnudo”. Los propagandistas de la corte están tratando de decirte que la ropa del emperador es invisible para aquellos que no están educados” Artículo de Caitlin Johnstone

 

Mañana en el Reino Unido, un juez comenzará el proceso de responder una pregunta muy importante. Es una pregunta que muchos de nosotros sabíamos que era el núcleo de este debate en 2010, hace diez años, cuando todo comenzó. Es una pregunta que han estado enturbiando, bloqueando con parloteos vacíos, negando sorprendidos u ofendidos, desprestigiando, manipulando y distrayendo, básicamente haciendo todo lo posible para ocultarla.
Es una pregunta que no quieren que el público sepa que estamos respondiendo. Una pregunta que va al corazón de la democracia, y al corazón del papel del cuarto estado, el periodismo. Y esa pregunta es esta: ¿Deberían ser castigados los periodistas y editores por exponer los crímenes de guerra de los Estados Unidos?

Y, vinculada a esa pregunta: ¿deberíamos permitir que sean castigados precisamente por las mismas personas que cometieron esos crímenes de guerra?

¿Es eso algo que queremos para nuestro mundo, actual? Porque nuestra respuesta a esta pregunta va a dar forma a nuestra sociedad, nuestra civilización, para las generaciones venideras.

No hay vuelta atrás desde aquí y por mucho tiempo si la respuesta es: “¡Sí! Sí, está bien, los criminales de guerra deberían seguir adelante y castigar a los periodistas por publicar hechos reales sobre sus crímenes de guerra “.
Si permitimos que la respuesta sea afirmativa, entonces seguirán las interminables guerras estúpidas con las que todos quieren terminar, desde Melbourne hasta Kabul, desde Sydney hasta Siria, justo ahí en este mundo, la gente está harta con estas absurdas guerras para enriquecerse.

Incluso la gente que como nosotros, están muy aislados de los efectos de la guerra, quieren acabar con las guerras, y no digamos los niños de Pakistán que temen un día soleado porque los drones solo vuelan en un cielo despejado, o los niños de Siria cuyo país está siendo aterrorizado por “Rebeldes moderados” armados y financiados por la máquina de guerra de Estados Unidos, o los niños hambrientos de Yemen que están siendo bombardeados constantemente por municiones fabricadas en los “buenos” de los Estados Unidos de América.

Nadie quiere la guerra excepto aquellos que hacen mucho dinero con ella. Es la cosa más malvada que los humanos son capaces de hacer. Es asesinato. Es robo. Es violación. Traumatiza, desplaza y apunta hacia las poblaciones más vulnerables de nuestro planeta. Destruye el medio ambiente. Deja tras de sí residuos que provocan cáncer.
Es como si el peor asesino en serie estuviera cometiendo la peor ola de asesinatos mientras al mismo tiempo arroja a su paso sustancias químicas que matan el planeta, pero en lugar de tener que huir de la policía, se le ha otorgado un presupuesto de billones de dólares e inmunidad jurídica.

Esto ya está sucediendo. Este es el mundo que tenemos actualmente. La pregunta que se plantea en el caso de Assange es, ¿deberían permitirnos cuestionar esto? ¿Deberían permitirnos denunciarlo? ¿Deberían permitirnos detenerlo?

El caso de Julian Assange es un punto central para decidir hacia dónde seguir

De camino hacia aquí, estaba pensando en qué es lo que más me gustaría decirle a Julian si tuviera la oportunidad. Si pudiera decirle algo en este momento sería: Assange actuó como una especie de pararrayos contra toda esta mierda durante todos esos años, y a través de lo que le hicieron, les vimos su verdadero rostro. Vimos su verdadero mal. Ahora sabemos lo que son, y sabemos cómo lo hacen, hemos visto lo suficiente como para saber cómo funcionan. Y al final nunca se trata de un hombre, siempre se trata del movimiento. Es nuestro trabajo ahora levantarnos y decir juntos como una sola persona “No lo consentimos”, y sacarlo de allí nosotros mismos si es necesario.

Aquí es donde estamos. Necesitamos decidir, ¿evolucionamos o involucionamos? ¿Nos volcamos hacia la utopía o hacia la distopía?

La persecución a Assange es tan descarada, obviamente equívoca que la única cosa que impide que la gente lo vea es la propaganda del imperio. No tienes que ser erudito. Ni siquiera tienes que ser inteligente. Solo tienes que tener ojos que no estén filtrados por la manipulación narrativa.

Cualquier persona con sentido común y un corazón que late en el pecho puede ver que esto está mal. ¿Deberían los periodistas ser torturados y encarcelados de por vida cuando exponen crímenes de guerra? La respuesta no es complicada. Es obvio para cualquiera que no haya sido propagandizado fuera de su propia claridad.

La situación dramática de Assange solo parece complicada cuando agregas las capas de narrativa y verborragia. “¡Ah, pero lo de Suecia apesta, asqueroso, es un pirata informático no es periodista! ¡el sexista de Mueller, la caca de Trump en las paredes, Putin Nazi!

Sin todo el barullo, es muy obvio que está siendo torturado, injustamente perseguido. Realmente es una cosa del tipo “el emperador va desnudo”. Los propagandistas de la corte llenan nuestros oídos con palabras adecuadas sobre lo malo que es Assange, y por qué debe ser examinado, están tratando de decirte que la ropa del emperador es invisible para aquellos que no están educados.

Pero los no propagandizados solo gritan “¡Hey! ¿Por qué está el emperador en pelotas? Colega, puedo verlo! Puedo ver su polla! “

Es por esto que no hay contra protestas aquí hoy. No hay ciudadanos comunes que salgan a la calle cada día con carteles que digan: “¡Cárcel a todos los periodistas! ¡Guerra sin fin para todos! Algunas personas aún tienen fuertes resquemores sobre Assange, pero son solo resentimientos, y descubrirá que generalmente se trata solo de una o dos de las calumnias, y si se vuelven y tratan de encontrar evidencia de las difamaciones concretas que les han enredado no encuentran nada.

Es esta la razón de que Nils Melzer (1), el Relator Especial de la ONU sobre la tortura, sea una figura tan valiente para mí. Cuando la gente le llevó por primera vez para examinar el caso de Assange, él se mostró reacio puesto que él también había sido afectado por los rumores difamatorios. Sin embargo, cuando recurrió a la evidencia, no encontró fundamento allí.

Sin embargo, debido a su honorabilidad, le embargó la vergüenza por haber sido engañado, y por estar equivocado, se tragó su orgullo y cambió de rumbo. Y muy rápidamente se convirtió en uno de nuestros aliados más poderosos en la lucha para denunciar crímenes de guerra, desenmascarar propaganda, exponer las tácticas modernas de acoso y tortura utilizadas contra Assange, y mostrar el precedente que el enjuiciamiento de Assange establecerá para periodistas y editores en todo el mundo .

¿Y sabes qué? Creo que el poder detrás de su testimonio proviene del hecho de que se dio cuenta de que había sido engañado, y si él, una persona muy inteligente, muy leída, con mucho mundo, cosmopolita, informada y educada y aun así podría ser engañada, entonces cualquiera puede serlo.

Nadie es inmune. Las mentes humanas son pirateables. Todos estamos muy ocupados con nuestras vidas. Todos estamos ocupados por el capitalismo, y muy pocos de nosotros tenemos el tiempo para hacer lo que hizo y sentarnos y echar un vistazo a los hechos y evaluarlos. E incluso si lo hicieron, incluso los menos de ellos han tenido el coraje de sus convicciones para soportar las consecuencias sociales de cambiar el rumbo.

Ser manipulado no es inmoral, ser manipulador sí lo es. Las personas se sienten avergonzadas cuando han sido engañadas, pero no es su culpa; siempre es culpa del estafador. Por eso el fraude es el delito, y ser defraudado es ser víctima de ese delito.

Para que la gente vea esta pregunta que nos estamos haciendo –la cuestión de si los periodistas deben ser castigados por divulgar crímenes de guerra– claramente tienen que admitir que han sido víctimas de propaganda. No es su culpa, pero se avergonzarán de admitirlo. Esta vergüenza apuntala muchas reticencias a acompañarnos hoy aquí, así que creo que es importante reseñarlo.

Entonces, cuando hable con sus amigos y familiares, tenga en cuenta que les duele. Tienen miedo de sentir la vergüenza de haber sido engañados, porque en nuestra cultura loca y maldita del revés, ser engañado se considera vergonzoso, mientras que engañar a las personas simplemente te convierte en un miembro productivo de la sociedad.

Sé amable con ellos. Asegúreles que no va a ser el fin del mundo si cambian de opinión. De hecho, puede ser el fin del mundo si no lo hacen.

Por eso considero que el testimonio de Nils Melzer es tan poderoso: porque muestra la naturaleza abusiva y poderosa de la propaganda, y él es un modelo de cómo actuar cuando nos encontramos en el lado equivocado del debate. Su propia existencia me da esperanza porque significa que hay otros como él despertando en todo el mundo.
De hecho, yo misma ya lo he visto. Hay un gran movimiento en Alemania ganando fuerza apoyando a Assange. Fueron los propios compañeros prisioneros de Belmarsh (2) quienes organizaron tres peticiones separadas y sacaron a Julian de la celda de aislamiento (¿cómo es eso del activismo de base?). Justo el viernes, Alan Jones publicó una encuesta en Facebook que planteó la pregunta “¿debería el gobierno australiano hacer más para ayudar a Julian Assange y llevarlo a casa?”. Miles de personas respondieron y hubo un 75 por ciento “¡Sí! Sí, deberíamos llevarlo a casa. Debajo de la encuesta hubo cientos de comentarios en apoyo de Assange.

Por tanto la marea está cambiando. ¿Es suficiente? Creo que podría ser. Pero tenemos que seguir presionándolo como si nuestras vidas dependieran de ello, porque dependen.
Viva Assange!
Gracias.

 

Febrero 23, 2020

Autor: Caitlin Johnstone
Traducción: Txema Sánchez

Artículo original: https://caitlinjohnstone.com/2020/02/23/were-asking-one-question-in-assanges-case-should-journalists-be-punished-for-exposing-war-crimes/

Notas:

(1).Julian Assange: experto de la ONU denuncia que el fundador de WikiLeaks sufre “tortura psicológica”// Artículo// BBC

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-48477361

(2). Cómo es Belmarsh, el “Guantánamo británico” donde se encuentra detenido Julian Assange // Artículo// La Tercera. Autor: Francisca Labarca

https://www.latercera.com/mundo/noticia/belmarsh-guantanamo-britanico-donde-se-encuentra-detenido-julian-assange/614468/