¿“Ni Zelensky ni Putin”? ¿“Ni OTAN ni Putin”? ¿Qué clase de idiotez es esta ante lo que supone cada bando en la situación concreta?

    “Lenin tiene razón cuando dice que el movimiento nacional de los países oprimidos no debe valorarse desde el punto de vista de la democracia formal, sino desde el punto de vista de los resultados prácticos dentro del balance general de la lucha contra el imperialismo, es decir, que debe enfocarse ‘no aisladamente, sino en escala mundial”

    Los Fundamentos del Leninismo. I. Stalin.

    El gobierno de Putin ha hecho por el comunismo internacional más que todos los izquierdistas que andan trasladando la formulación de las tesis de Lenin a la actualidad dejándose por el camino la esencia del leninismo: análisis concreto de la realidad concreta.

    Del otro lado, los podemitas, es decir, el oportunismo socialdemócrata, anda haciendo malabares para afirmar que Putin=Vox. Dejan caer el hecho de que Vox está en el polo atlantista, por tanto, pro-OTAN, por tanto, antagónicos a Putin, China, etc., y vuelven a su argumento con fotos de estrechones de manos y señalando elogios compartidos a la familia tradicional. ¡Qué profundidad de análisis!

    Los primeros hacen un copia-pega de las tesis de Lenin sobre la primera Guerra Mundial y hablan de una guerra interimperialista; los segundos viven en su fetiche de la democracia burguesa y asumen el diagnóstico imperialista, aunque ofreciendo una salida pacífica. Ambos convergen en el lema ni-ni: “ni Zelensky, ni Putin” (o su variante “ni OTAN, ni Putin”) o “no a la guerra, pero a ninguna”.

    Pues bien, tomemos estos lemas y miremos la situación concreta. En el Donbáss hay una guerra desde 2014; desde que la región se alza en oposición al golpe de estado gringo-neonazi y resiste, mientras otras regiones son aplastadas. Desde entonces, 14.000 muertos verificados. Liquidación alentada desde el gobierno de Ucrania; impune.

    Ucrania con crecientes grupos neonazis en el ejército y la policía, fuertemente organizados, y premiados por el aparato gubernamental. Ausencia de investigación de los asesinatos a comunistas, antifascistas en general y minoría rusa. Represión lingüística y militar a la minoría rusófona (mayoritaria al este). Prohibición de actuación de los partidos comunistas. Situación, toda ella, impulsada y sostenida por EEUU desde el golpe de Estado del Maidan con el objetivo de amenazar militarmente a Rusia y sabotearla económicamente para mantener subordinada a la Unión Europea y perjudicar también a China. EEUU reconoce entrenar desde 2015 a paramilitares en Ucrania.

    El Partido Comunista de la Federación Rusa pide desde 2014 la intervención de Rusia en apoyo a las repúblicas populares. Putin da el paso adelante cuando la amenaza militar de la OTAN se dispara, tras casi 8 años de ruptura sistemática de acuerdos por parte de Ucrania; incluso aparecen planes de ataque a Rusia, ante los cuales esta se adelanta al intervenir.

    La intervención de Rusia libera ciudades acosadas por los neonazis. Descubre laboratorios que preparan armas biológicas. Ya debe haber liquidado a más de mil neonazis. Va a forzar la posición de Ucrania como país neutral, se logrará la normalización de la actividad comunista (recordemos: principal partido opositor en Rusia), el fin de la opresión y del asesinato de la minoría rusófona, la desnazificación de Ucrania, la sustitución del gobierno títere de la OTAN y la regeneración democrática del país.

    ¿“Ni Zelensky ni Putin”? ¿“Ni OTAN ni Putin”? ¿Qué clase de idiotez es esta ante lo que supone cada bando en la situación concreta? ¿Guerra interimperialista? ¿Acaso Rusia realiza su intervención militar con objetivos económicos, de nuevo reparto del mundo, o lo hace en una alianza antiimperialista con el Partido Comunista de la Federación Rusa y el pueblo ruso por la amenaza militar imperialista de la OTAN y la desnazificación de un régimen que acribilla a la población rusónofa? ¿Acaso es una guerra de rapiña del territorio ucraniano? ¿Una guerra de rapiña de otros territorios, librada en el territorio ucraniano? ¿Acaso los dos bandos aspiran a sojuzgar a Ucrania? ¿No pedían las repúblicas populares el apoyo de Rusia? ¿Acaso las dos hipotéticas posibles victorias (en el fondo solo hay una victoria posible) tendrían igual resultado para el proletariado, para su lucha revolucionaria general y para los partidos comunistas? ¿Rusia es imperialista? ¿Con una economía del tamaño de Texas y exportadora de materias primas? (1) ¿Acaso decir “Ni OTAN ni Putin” no es en el fondo hacerle el juego a la burguesía española y europea?; ¿restar fuerzas y desviar la atención a la hora de detener su mano, que es la que alarga la guerra, exprime a Ucrania y nos dirige a todos al empobrecimiento mediante más sanciones?

    ¿“No a la guerra, pero a ninguna”? ¿Qué tipo de brindis al sol, y neutralizador de toda comprensión de los hechos, es este? ¿Acaso la guerra ha empezado hace 3 semanas? ¿Acaso los dos sentidos que ha tenido la guerra son equiparables? Nadie quiere ninguna guerra, pero ¿acaso al imperialismo le importa lo que quiera la gente? ¿Acaso Rusia podía permitir la presencia de misiles de la OTAN en Ucrania y la agresión creciente al Donbáss, acompañado del aumento general del cerco militar y económico, aparentemente imparables? ¿Acaso no es un país acosado por el imperialismo, cuya economía estaba minando directamente desde 2014 con crecientes sanciones? ¿Acaso la intervención de Rusia no libera a Ucrania de la OTAN y de su nazificación? ¿“No a la guerra, pero a ninguna”? ¿Acaso no es ahora cuando con más pertinencia que nunca se puede decir en el centro imperialista: “No a la OTAN”? ¿No es ahora cuando puede ponerse en evidencia todo el aparato mediático imperialista, su silencio y griterío interesados, su blanqueamiento del neonazismo, el carácter antipopular de la Unión Europea para con los pueblos del mundo y su propio pueblo?

    Algunas mentes tendrán dificultad para penetrar por qué un nacionalista ruso de derechas como Putin funciona, a nivel práctico, como aliado del movimiento comunista internacional (Cuba, China, Donbáss). ¿De qué modo se produce esto en la realidad, al margen de los sueños de cada quién? La clave es el imperialismo, que atropella a ambos. Si se recupera la sana costumbre de estudiar a Stalin, y de apoyarse en él para estudiar la actualidad, sin duda no nos libraríamos del oportunismo de derechas (pues quienes están en él nuca lo leen), pero estaríamos más a salvo de caer en el izquierdismo:

    “El carácter revolucionario del movimiento nacional, en las condiciones de la opresión imperialista, no presupone forzosamente, ni mucho menos, la existencia de elementos proletarios en el movimiento, la existencia de un programa revolucionario o republicano del movimiento, la existencia en éste de una base democrática. La lucha del emir de Afganistán por la independencia de su país es una lucha objetivamente revolucionaria, a pesar de las ideas monárquicas del emir y de sus partidarios, porque esa lucha debilita al imperialismo, lo descompone, lo socava. En cambio, la lucha de demócratas y ‘socialistas’, de ‘revolucionarios’ y republicanos tan ‘radicales’ como Kerenski y Tsereteli, Renaudel y Scheidemann, Chernov y Dan, Henderson y Clynes durante la guerra imperialista era una lucha reaccionaria, porque el resultado que se obtuvo con ello fue pintar de color de rosa, fortalecer y dar la victoria al imperialismo. La lucha de los comerciantes y de los intelectuales burgueses egipcios por la independencia de Egipto es, por las mismas causas, una lucha objetivamente revolucionaria, a pesar del origen burgués y de la condición burguesa de los líderes del movimiento nacional egipcio, a pesar de que estén en contra del socialismo. En cambio, la lucha del gobierno ‘obrero’ inglés por mantener a Egipto en una situación de dependencia es, por las mismas causas, una lucha reaccionaria, a pesar del origen proletario y del título proletario de los miembros de ese gobierno, a pesar de que son ‘partidarios’ del socialismo. Y no hablo ya del movimiento nacional de otras colonias y países dependientes más grandes, como la India y China, cada uno de cuyos pasos por la senda de la liberación, aun cuando no se ajuste a los requisitos de la democracia formal, es un terrible mazazo asestado al imperialismo, es decir, un paso indiscutiblemente revolucionario.

    Lenin tiene razón cuando dice que el movimiento nacional de los países oprimidos no debe valorarse desde el punto de vista de la democracia formal, sino desde el punto de vista de los resultados prácticos dentro del balance general de la lucha contra el imperialismo, es decir, que debe enfocarse ‘no aisladamente, sino en escala mundial’.” (2)

    ¿Acaso se puede copiar y pegar el diagnóstico de Lenin?:

    “Es preciso ante todo que los socialistas digan al pueblo la verdad, a saber, que esta guerra es, en un triple sentido, una guerra entre esclavistas para reforzar la esclavitud. En primer lugar, es una guerra que tiende a consolidar la esclavitud de las colonias mediante un reparto más “equitativo” y una explotación ulterior más “coordinada” de las mismas; en segundo lugar, es una guerra que persigue el reforzamiento del yugo que pesa sobre las naciones extrañas en el seno mismo de las “grandes” potencias, pues tanto Austria como Rusia (y ésta mucho más y mucho peor que aquélla) sólo se mantienen gracias a ese yugo que refuerzan con la guerra; en tercer lugar, es una guerra con vistas a intensificar y prolongar la esclavitud asalariada, pues el proletariado está dividido y aplastado, mientras que los capitalistas salen ganando, enriqueciéndose con la guerra, avivando los prejuicios nacionales e intensificando la reacción, que ha levantado la cabeza en todos los países, aun en los más libres y republicanos. […]

    En Rusia, el imperialismo capitalista de novísimo tipo se ha revelado plenamente en la política del zarismo con respecto a Persia, Manchuria y Mongolia; pero lo que predomina, en general, en Rusia, es el imperialismo militar y feudal. En ninguna parte del mundo está tan oprimida la mayoría de la po blación como en Rusia: los gran rusos sólo constituyen el 43% de la población, es decir, menos de la mitad, y el resto de los habitantes, por no ser rusos, carecen de derechos. De los 170 millones de habitantes que tiene Rusia, cerca de 100 millones están oprimidos y carecen de derechos. El zarismo hace la guerra para apoderarse de Galitzia y estrangular definitivamente la libertad de los ucranianos, para apoderarse de Armenia, de Constantinopla, etc. El zarismo ve en la guerra un medio para distraer la atención del descontento que aumenta en el interior del país y aplastar el movimiento revolucionario que va en ascenso. Hoy por cada dos gran rusos hay en Rusia de dos a tres “alógenos” privados de derechos. El zarismo pretende, por medio de la guerra, aumentar el número de naciones oprimidas, intensificar su opresión y, de este modo, minar la lucha por la libertad que libran los gran rusos mismos. La posibilidad de oprimir y desvalijar a otros pueblos agrava el estancamiento económico, pues en vez de desarrollarse las fuerzas productivas, se busca la fuente de los ingresos en la explotación semifeudal de los pueblos “alógenos”. Por tanto, por parte de Rusia, esta guerra tiene un carácter sumamente reaccionario y opuesto a toda libertad.” (3).

    Notas:

    (1). La OTAN, Rusia y el fetiche del interimperialismo. Iniciativa Comunista. Pinche AQUÍ para enlace web.

    (2). Los Fundamentos del Leninismo. I. Stalin. Pinche AQUÍ para enlace web.

    (3). EL SOCIALISMO Y LA GUERRA. (La actitud del P. O. S. D. R. ante la guerra). V. Lenin. Pinche AQUÍ para enlace web.

    Imagen de portada: Zelensky, presidente de Ucrania, condecorado a  Dmytro Kotsyubail, líder para militar nazi de Pravy Sektor (Sector Derecho), en diciembre de 2021.

    Autor: Marcelo Gorriaran