Análisis: Las Medidas coercitivas unilaterales son el arma para destruir las amenazas a la hegemonía excepcional de EEUU
“Si algo logró la globalización, lejos de consolidar el llamado fin de la historia y la doctrina universal del liberalismo político y económico (…) fue la existente alternativa de relacionamiento entre naciones, la irrupción de esquemas multilaterales de trabajo, y en especial el levantamiento de nuevas potencias que están trasvasando la hegemonía económica y política estadounidense”
Siendo una doctrina, bloquear, sancionar o imponer medidas coercitivas unilaterales de carácter extraterritorial no tiene otro propósito político que incapacitar, invalidar, volver fallido a un Estado soberano, al cual se le aplica esta doctrina, para que de suyo no pueda cumplir los fines más elementales de reproducción de la vida de la sociedad y de su propia estructura.
Como bien lo afirmó el economista Jeffrey Sachs, con amplia experiencia y dilatada trayectoria en Naciones Unidas, durante el foro “Medidas Coercitivas Unilaterales” (1) : “… el problema es que estas medidas coercitivas unilaterales son muy poderosas, y no generan costo prácticamente a los protagonistas, al gobierno de EE.UU, el pueblo estadounidense no tiene la menor idea de que estas medidas no son votadas, no son discutidas, no hay que movilizar ejércitos, usted puede generar tanto daño como con una guerra militar mediante estas medidas, mediante una maniobra burocrática, cerrando cuentas bancarias o persiguiendo bancos que hagan negocios con Venezuela, Irán u otros países. De manera tal es un arma poderosísima y horrenda que viola la ley y es destructora (…) las consecuencias de estas medidas son enormes, de manera que no podemos dudar de las consecuencias que tienen (…) esto no es una mala gestión de la economía, es un aplastamiento como si hubiera habido un bloqueo naval en los puertos venezolanos y un bloqueo del espacio aéreo”.
De suyo, ello implica hacer ver no solo los efectos de estas acciones, cuestión que necesitará mucho más que un artículo sino un grupo amplio de investigación, sino además desarrollar la característica política esencial de esta doctrina, elemento sobre el cual profundizamos en este artículo.
Si algo logró la globalización, lejos de consolidar el llamado fin de la historia y la doctrina universal del liberalismo político y económico como única forma viable de reproducción humana, con decálogos de que era aceptable como para ser llamado democracia y que era sano para la economía de las naciones; lejos de todo esto lo que consolidó fue la existente alternativa de relacionamiento entre naciones, la irrupción de esquemas multilaterales de trabajo, y en especial el levantamiento de nuevas potencias que están trasvasando la hegemonía económica y política estadounidense.
De allí China, Rusia, la Asociación de Cooperación de Shangai, el Foro Económico de San Petersburgo, entre otras instancias, sean consideradas de plano como amenaza por la arquitectura internacional diseñada por el imperio estadounidense desde el fin de la Segunda Guerra Mundial de la cual salió fortalecida como poder hegemónico de bases intactas, cosa que no sucedió con otras naciones.
Entonces, el marco de respuestas ante estas amenazas consideradas, no más veamos como China ha sido calificada por el G7 como una amenaza que hay que “contrarrestar” con mecanismos de proclamada “competencia”, irrumpen las Medidas Coercitivas Unilaterales con tres atributos básicos:
- Su carácter extraterritorial y de amplio espectro de aplicación, desde lo económico, social, militar o paramilitar, con el propósito de presionar a un Estado determinado a actuar en función de los intereses estratégicos del hegemón que impone las medidas.
- Su axiológicamente ilimitado marco de acción, al margen del derecho internacional y con capacidad política de influenciar, presionar y subyugar al Estado objeto de estas medidas, utilizando para ello la arquitectura financiera creada por el hegemón.
- Su divorcio axiológico con el sistema de Naciones Unidas, creando nuevas formas de legitimación dentro del derecho internacional bajo la imposición unilateral de mis valores tanto en el campo económico como de los sistemas y estructuras políticas, constituyendo una amenaza real a la paz mundial, veamos que hoy ya esta acción abarca países como Rusia y China, así como nuevas medidas de presión hacia Irán, cuba y Venezuela.
Lo anterior, deja básicamente clara la idea doctrinaria de esta acción política que en tiempo reciente ha salido a la luz como el medio idóneo, identificado y justificado por los tanques de pensamiento estadounidenses, para frenar, descarrilar, destruir las amenazas a su hegemonía excepcional que condujeron con mucha fuerza durante casi 50 años, con todo y el bloque soviético, y que hoy ven erosionado paulatinamente con la entrada de otros actores al amparo de la globalización con la cual pretendieron infructuosamente imponer su fórmula liberal como única posible de aplicación en la sociedad.
De hecho, en su libro “El Arte de las Sanciones”, Richard Nephew quien ha estado asociado al diseño de las acciones denominadas “sanciones” hacia la República Islámica de Irán, en función de reforzar su carácter doctrinario, afirma sobre las mismas:
“Para trazar una estrategia de sanciones es menester por tanto entender cuál es el sentido de la palabra en todos sus usos. Comenzando por el nivel más alto de abstracción, por sanciones se entiende en este libro la constelación completa de leyes, autorizaciones y obligaciones estipuladas en una legislación, decreto gubernamental, resolución de las Naciones Unidas o documento similar que restrinja o prohíba lo que es normalmente una conducta permitida, la cual servirá de medida para evaluar el desempeño y juzgar el cumplimiento. En esta acepción, las sanciones son sinónimo de régimen de sanciones, por lo que la “imposición de sanciones” debe entenderse como la creación de un conjunto de normas de conducta sistémicas y globales. En consecuencia, la violación de las sanciones se interpretará como la transgresión de un régimen de sanciones global mediante el quebrantamiento de normas y términos específicos”.
Con todos estos elementos sobre la mesa, no es casual que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro coloque como base esencial de un diálogo ampliado con los sectores opositores que fueron clave en el proceso de imposición de estas medidas que hoy sufre el pueblo venezolano, tres condiciones claras: levantamiento de todas las medidas coercitivas unilaterales impuestas a la nación caribeña (fin del bloqueo financiero y económico con especial énfasis en el ámbito petrolero); el reconocimiento de los poderes públicos dispuestos en la Constitución de Venezuela (fin de la dualidad de poder que trataron de imponer desde 2019); y la devolución de todos los activos secuestrados a la Nación así como el desbloqueo de cuentas bancarias internacionales (reinserción en el sistema financiero internacional formal).
Y es que para el caso venezolano no solo se ha confirmado la imposición de estas medidas como un doctrina que debe implementarse a todo costo, sino que cualquier consideración de principio o valor, incluso reglamentada en términos de la guerra, han sido borrados.
Justo en el momento en que la República Bolivariana de Venezuela se encamina en una fase de vacunación masiva hacia toda su población, sale a la luz el bloqueo de cuatro depósitos al mecanismo COVAX (2), en el marco de estas medidas unilaterales, lo cual impide la finalización del pago de las dosis que ha decidido adquirir el país por vía de este mecanismo. Tal bloqueo sucede justo a un semana de la declaración del funcionario estadounidense James Story donde abiertamente sentencia que no hay dosis de vacunas previstas para los venezolanos y venezolanas dentro de un programa de donación de dosis que eventualmente aplicaría la administración Biden.

James Story, Unidad de Asuntos de Venezuela del Departamento de Estado, ubicada en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, Colombia
Esto claramente evidencia el propósito de estas acciones, siendo un atentado directo a la posibilidad de estabilizar la Nación con medidas de salud pública como la vacuna ante la pandemia covid19, elemento que por mucho es un crimen de lesa humanidad contra un pueblo pacífico a quien se le violenta su derecho de acceso a salud, a bienestar, por ejemplo, a través de una dosis médica que le proteja de esta mortal pandemia.
Develador de una medidas coercitivas unilaterales cuyo escalamiento y ampliación territorial coloca en jaque la paz mundial y nos permite ver nubarrones en el futuro de la paz internacional, demolida a paso firme por nuevos esquemas que pretenden borrar el multilateralismo y la diversidad por la imposición de una dictadura mundial de un solo pensamiento bajo el manto de la pax americana.
La oportunidad más reciente de un suceso parecido, tuvimos una guerra de consecuencias brutales para toda la humanidad…
Notas:
- Foro de Medidas Coercitivas Unilaterales https://www.youtube.com/watch?v=fMUNm4Kb7o8
Bloqueo de mecanismo Covax http://spanish.xinhuanet.com/2021-06/14/c_1310006289.htm
Autor
Licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela.
Estudios en maestría en Seguridad y Defensa de la Nación y Resolución de Conflictos.
Diplomado de Filosofía de la Guerra.
Colaborador en el área de Secretaría de la Asamblea Nacional Constituyente.
Asesor de la Contraloría General de la República.
Asesor de la Gobernación del Estado Falcón en materia de planificación y políticas públicas.
Articulista del Diario Venezolano Correo del Orinoco.
Todo me gustó en este artículo con excepción de que hayan escrito el nombre de mi gran país en minúsculas, cuando debió haberse escrito completamente en mayúsculas por lo que representa en el mundo desde 1492. Escribase en lo sucesivo: CUBA. Gracias.