Macerata

Manifestación antifascista en Macerata (Italia). 10 de febrero, 2018. IMAGEN Global Projet.

El atentado fascista de un ex candidato de la Liga Norte en Macerata llevó a una manifestación masiva contra el fascismo en la misma ciudad durante el día de ayer.

Elecciones presidenciales del 4 de Marzo: El retorno de Il Cavaliere y de otros fantasmas italianos.

Silvio Berlusconi (Forza Italia), quién por inhabilitación no podrá ostentar el cargo de presidente, se presentará a estas elecciones en coalición con Mateo Salvini (La Liga o Liga Norte) y Giorgia Meloni (Hermanos de Italia). La coalición lleva por nombre “Alianza de Arcore”. La estrategia a seguir es un fuerte discurso contra inmigrantes e impuestos. Elementos que nos podría recordar a otras fórmulas de éxito en los últimos tiempos como la campaña de Donald Trump pero no sólo.

A principios de enero, Attilio Fontana, candidato de la Liga Norte en Lombardía, afirmaba:  “Todos no cabemos, así que hay que elegir. Tenemos que elegir si nuestra etnia, si nuestra raza blanca, si nuestra sociedad deben continuar existiendo o deben ser eliminadas. Si los aceptásemos a todos, ya no seríamos nosotros la realidad social, la realidad étnica”. Pese a la polémica que suscitó y a sus excusas posteriores sobre una mala interpretación de sus palabras, esta no ha sido la única intervención en este sentido de miembros de su partido. De hecho el líder de su partido, Mateo Salvini, en su afán por defender a su compañero llegó a decir que “Estamos amenazados, está en riesgo nuestra cultura, sociedad, tradiciones, modo de vivir. Hay en curso una invasión”.

Sin embargo no fue este el motivo por el que Silvio Berlusconi fue a tranquilizar a Europa sobre esta alianza. El partido Liga Norte ha defendido hasta ahora la salida de Italia del Euro, sobre este particular y no sobre el auge del discurso xenófobo se encargó Il Cavaliere de tranquilizar a los socios europeos.

Por otra parte el Partido Democrático (PD), representante del centro izquierda (con miembros procedentes de la socialdemocracia) y que actualmente ostenta el poder ha mantenido unas políticas vergonzosas ante el aumento de las migraciones, sobre todo desde el norte de África y en concreto desde Libia desde que comenzó la invasión contra Gadafi. Los acuerdos que llevaron al control fronterizo libio se consideraron en parte responsables de la venta de seres humanos que se está produciendo en el país. Además la propuesta de negar por ley la nacionalidad a los hijos de extranjeros nacidos en Italia no ha facilitado un enfrentamiento directo contra los discursos racistas de la derecha, pese a que esta propuesta de ley cayera por la división interna que suscitó dentro del PD.

Por último el M5E (Movimiento 5 estrellas) siempre ha mantenido un perfil ambiguo al respecto de algunas cuestiones, si hasta ahora no se definían ni de izquierdas ni de derechas por considerarlo “anacrónico”, tras el auge xenófobo y conservador se han mostrado igual de contrarios a hablar de “fascismo” por considerarlo también anacrónico. Lo que es un hecho es que el avance del discurso antiimigración está produciendo monstruos, fantasmas que tuvieron fuerte presencia en Italia y nadie en la política institucional italiana parece enfrentarlo.

Macerata: odio y respuesta.

Macerata tiene una población extranjera de un 9´2%. Luca Traini, de 28 años, ex candidato de la Liga Norte abrió fuego en plena calle el pasado 3 de Febrero hiriendo a seis personas. Poco antes había aparecido el cadáver de Pamela Mastroprieto, tras la detención de un nigeriano en relación con el caso, el joven de ideología fascista declarada decidió perpetrar el ataque contra todos los inmigrantes.

Luca Traini ha sido detenido, desde la Liga Norte le han mostrado su apoyo, en la cárcel ha sido recibido entre aplausos. Mientras miles de personas se manifestaban ayer contra el fascismo por las calles de Macerata, demostrando que una vez más el pueblo está en la vanguardia de la lucha. Quizás hablar de fascismo, al contrario de lo que dice el M5E, no sea algo anacrónico, como sigue sin serlo, y el pueblo de Macerata lo ha demostrado, combatirlo.