La dura guerra económica obliga a Venezuela a encontrar formas nuevas de recibir financiamiento y los pagos de sus exportaciones. A través de una criptomoneda, definitivamente, logra evitar cualquier bloqueo de instituciones o gobiernos.

Mientras tanto, el pueblo venezolano más consciente y organizado, sigue buscando soluciones comuneras a la guerra económica (ausencia de efectivo e hiperinflación principalmente), y ya están entrando en circulación las primeras monedas sociales surgidas de las comunas.

Introducción a la criptomoneda.

En 2008, la crisis financiera mundial impulsó la desconfianza mundial en el dólar y favoreció el surgimiento del dinero electrónico. En tal escenario irrumpe la criptomoneda, que se basa en técnicas criptográficas para su funcionamiento seguro.
La criptomoneda se sustenta sobre un sistema descentralizado sin intermediarios directos y cuya contabilidad se mantiene oculta a gobiernos o cualquier otro tipo de organizaciones. Internet permite el intercambio directo de información entre nodos, en lo que se llaman redes punto a punto (P2P, Peer to Peer). El registro de todas las transacciones, compartido de este modo y prácticamente indescifrable se encuentra repartido entre muchos nodos diferentes, sistema que es denominado como BlockChain.
En la actualidad, existen más de dos mil monedas virtuales aunque el más popular es el Bitcoin. Cualquier persona conectada a Internet, puede abrir gratis una billetera electrónica que le permite hacer transacciones con bitcoins. Las formas de obtenerlo son básicamente tres: Puede comprarse con cualquier divisa mundial, sirve para recibir pagos por servicios prestados y, especialmente, la minería, que implica recibir compensación por poner tecnología al servicio del sistema para procesar cálculos informáticos necesarios para el registro de transacciones y su protección criptográfica.

El Petro: la criptomoneda bolivariana.

¿Qué mayor respaldo se puede ofrecer a una moneda que las mayores reservas de petróleo del mundo, las segundas de oro, las quintas de gas y un largo etcétera?

Recientemente, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la intención del país suramericano de crear su propia criptodivisa. Las circunstancias que le llevan a ello son muy diversas, pero nos centraremos en las vinculadas a las características especiales del Petro.
En primer lugar, es necesario destacar que Venezuela se encuentra sometida a un bloqueo mundial de facto a sus transacciones mercantiles y financieras, lo que le sumerge en muchísimas dificultades para garantizar el sustento de las condiciones vitales de la población. Este escenario de emergencia, resultado del bloqueo (que tan sólo es el principal estandarte de una completa, compleja y dura guerra económica) obliga a Venezuela a encontrar formas nuevas de recibir financiamiento y los pagos de sus exportaciones. A través de una criptodivisa, definitivamente, logra evitar cualquier bloqueo de instituciones o gobiernos.
El punto débil del país bolivariano es la hegemonía mediática contra él. Eso pone en riesgo que el valor de la moneda pueda ser bombardeado desde el exterior, como sabe muy bien gracias al hundimiento del Bolívar “Fuerte” desde la referenciación de un valor de cambio inventado por un portal web. Por ello es necesario que la nueva moneda tenga un respaldo y, ¿qué mayor respaldo se puede ofrecer a una moneda que las mayores reservas de petróleo del mundo, las segundas de oro, las quintas de gas y un largo etcétera?. Eso es lo que hace más atractivo al Petro. A diferencia de este, el valor no lo establece una rigidez de oferta, sino la confianza de que en cualquier momento, es posible cambiar petros por oro u otros recursos. Esa característica es la que, al ser abandonada por el dólar hace unas décadas, llevó a la divisa norteamericana hacia una previsible debacle. El hecho de que un país garantice el respaldo de una criptodivisa es la auténtica novedad que Maduro introduce sorpresivamente en el tablero de la economía global. Y una muestra de su fortaleza es que, cinco días después del anuncio, una criptomoneda antes existente con nombre similar al Petro disparó su cotización más de un 15000%.
Que una criptomoneda sea creada y controlada por el gobierno, añade algunas novedades, como ya están estudiando también países como Japón y Rusia. Aunque no se ha dicho nada al respecto todavía en Venezuela, un control gubernamental debería considerar el pago de impuestos mediante transacciones. Los rusos, por ejemplo ya hablan de discriminar el porcentaje impositivo según si se puede demostrar la procedencia lícita de los ingresos. Hasta la fecha, solo se ha anunciado la creación del Observatorio BlockChain.
¿Sistema descentralizado? Otra de las dudas que surgen es si dará lugar a la minería. Dadas las dificultades de suministro eléctrico que a veces presenta el país, y del subsidio directo de la electricidad a todos sus habitantes, esta cuestión genera serias dudas. No obstante un sistema centralizado sería un jugosísimo plato para todo tipo de intentos de hackeo y sabotaje. El CriptoRublo ruso ha anunciado que sí será centralizado y no admitirá minería.

criptomoneda

Moneda social/ comunal El Panal.

Mientras tanto, el pueblo venezolano más consciente y organizado, sigue buscando soluciones comuneras a la guerra económica (ausencia de efectivo e hiperinflación principalmente), y ya están entrando en circulación las primeras monedas sociales surgidas de las comunas. Como ejemplo, cabe destacar el Panal de la Comuna del 23 de Enero en Caracas.
Según el economista Max Keiser, “las criptodivisas son asesinas de imperialismos” .

Ya falta menos para averiguar si esta será la victoria definitiva de David contra Goliath.

Intichurin Iskaywari
Vídeo para profundizar:

https://www.youtube.com/watch?v=nkaewV2qBls

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