Puigdemont ha declarado de forma ambigua la independencia a la par que pedía la paralización del proceso. El pueblo catalán, víctima de las agresiones, tiene derecho legítimo a exigir la culminación del Procés.

Puigdemont ha comparecido con una hora de retraso, por supuestas discrepancias con miembros de la CUP, que auguraban un desenlace similar al que ha tenido lugar. El president ha mantenido un discurso dialogante desde el comienzo, pese a las críticas y condenas a la actitud que ha tenido el Estado Español (incluido el Jefe del Estado) desde hace años al respecto de Catalunya.
Puigdemont, a su vez, ha hecho un recorrido sobre lo acontecido a cuenta del proyecto de Estatut en 2006,  afirmando que el Estatut actual es el resultado de un recorte del tribunal constitucional (con representantes “puestos a dedo por los dos partidos mayoritarios del Estado Español”) pasando por alto la decisión del pueblo catalán que había refrendado el texto con anterioridad, además de las campañas de “catalanofobia” como los llamados al boicot de sus productos durante años. Además acusa al Estado Español de recentralización en los últimos años. Esto, en palabras de Puigdemont, serían parte de las motivaciones que ha dejado la opción de la independencia como única opción ante la situación. El president ha afirmado también que “El Estatut fue el resultado del último intento catalán dentro de la constitución y resultó ser una humillación”. Sin embargo, minutos después tras una apelación al derecho a la independencia tras los resultados del Referéndum, ha solicitado la suspensión de la declaración de independencia por el propio Parlament. La intención confesa es abrir un proceso de diálogo que dé una solución pactada al conflicto.
David Fernández (antiguo militante y portavoz en CUP) ha abandonado el hemiciclo en ese momento. Desde Plaza de Catalunya, los rostros han permanecido serios. De alguna manera esta postura descafeinada ha supuesto un jarro de agua fría para muchos. Para los mismos que en palabras de Puigdemont habían ganado su derecho a la independencia “bajo una lluvia de porras”.

Anna Gabriel: “La proclamación de la República catalana emana de la legitimidad de esa II República que los fascistas nos quitaron”

Anna Gabriel (CUP) durante su intervención ha aprovechado para denunciar, ante medios del mundo entero que seguían el pleno, la situación de vulneración de derechos que se vive a diario en el Estado Español (más allá de Catalunya) y el avance impune de la extrema derecha en el país. En esta situación se preguntaba: “¿Negociación y mediación? ¿Con quién?” Ha confirmado que efectivamente, como sospechábamos, el retraso en la intervención se debía a no haber comunicado de forma efectiva, hasta el último momento, el contenido de la misma a los miembros de las CUP. En las calles, el discurso por la República catalana y los derechos de los pueblos es el que más aplausos ha levantado. Un pueblo que tras los ataques sufridos necesitaba que alguien dejase de hablar de empresas y mercados, asunto central en las intervenciones de los demás representantes institucionales catalanes, y empezara a hablar de derechos del pueblo.
Desde el Estado Español  y los partidos de la derecha parlamentaria se mantiene la postura beligerante, no aceptan el diálogo y se presentan como victoriosos. Esta historia aún se seguirá escribiendo. Pablo Iglesias por su parte se ha alegrado del resultado y espera el diálogo y una propuesta de Referéndum pactado.
Desde La Comuna mantenemos nuestro compromiso con el pueblo catalán, con el derecho a la autodeterminación de los pueblos y con el más que necesario combate al Régimen del 78. Nos unimos con ello a la pancarta que ha llegado minutos después a la Plaza de Catalunya llamando a la desobediencia porque consideramos que es derecho legítimo de todo pueblo desobedecer leyes injustas.