Ante las amenazas del neogolpismo: “Es fundamental que la gente organizada defienda el proyecto obradorista, pues es el único que puede abrir una brecha hacia la soberanía”
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Recientemente se ha denunciado a través de investigaciones de periodistas independientes y declaraciones del propio presidente Andrés Manuel López Obrador la injerencia yankee en nuestro territorio con el objetivo de desestabilizar el gobierno.
La Agencia Norteamericana para el Desarrollo (USAID) ha financiado a la Organización No Gubernamental (ONG), manejada por Claudio X González Guajardo, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
La USAID proviene de la guerra que ha provocado Estados Unidos para mantenerse como país imperialista. El imperialismo según Lenin (1) se debe entender en sus cinco rasgos básicos: concentración de la producción y del capital y creación de los monopolios; fusión del capital bancario con el industrial y formación del capital financiero; la exportación de capital por encima de la exportación de mercancías; la formación de monopolios capitalistas internacionales; y el reparto del mundo entre las grandes potencias capitalistas.
Todos estos rasgos vinculados entre sí nos explican los movimientos que históricamente aplica Estados Unidos, pues para la reproducción de su economía necesita tener el control sobre los medios de producción y la fuerza de trabajo, así como de los recursos naturales que son despojados de los países pobres del mundo.
El control es ejercido con la plena complicidad de los gobiernos domésticos, que a través de varias prácticas como corrupción, impunidad, represión y adoctrinamiento entregan los recursos económicos y naturales a las potencias imperialistas siempre bajo la presión disfrazada de asesoramiento de organismos internacionales como el BM y el FMI.
Este entreguismo genera condiciones de vida paupérrimas para la clase trabajadora, sumida en la pobreza y marginación. En varios países el hartazgo se ha convertido en organización popular y se han logrado posicionar gobiernos que presentan proyectos alternativos para sus naciones y plantean la defensa y recuperación de su soberanía.
Casos como el de Cuba, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Brasil, Argentina y actualmente México con Andrés Manuel López Obrador son muestra del desarrollo y posicionamiento de gobiernos democráticos que le ponen de algún u otro modo un freno a las potencias imperialistas, principalmente a Estados Unidos.
Como respuesta, el gobierno de EE. UU. ha desarrollado diversas estrategias desde militares hasta ideológicas para intervenir en estos países y tumbar a los gobiernos que estorban para el saqueo.
Caso de lo anterior es la formación de la USAID en 1961, nacida bajo el objetivo principal de no dejar que se extendiera la Revolución Cubana en el territorio latinoamericano.
Desde su formación la USAID ha intervenido en la desestabilización de los gobiernos de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador y recientemente México bajo la falsa bandera de la promoción de la democracia y poniéndose la máscara de ayuda humanitaria.
En concreto con las ONG, la maquinaria desestabilizadora funciona a través de organizaciones de la “sociedad civil” que se apropian de donaciones hechas por empresarios nacionales y extranjeros.
Por un lado, estas donaciones sirven para desviar recursos y no pagar impuestos y, por el otro, para consolidar espacios que realicen actividades que tendría que realizar el gobierno, como programas sociales, ambientalistas, académicos, periodísticos, etc.
Una de las formas que tiene EE. UU. para intervenir en la economía y política de otro país es a través de las ONG, que muchas veces aparentan resolver problemas sociales cuando en realidad promueven prácticas golpistas.
Para nuestro país, la intervención se hace evidente con MCCI de Claudio X González Guajardo, pues la USAID se ha mantenido como la principal donante desde 2018 hasta 2020 con el financiamiento de 25,7 millones de pesos (casi 1,28 millones de dólares).
Cabe destacar que Claudio X es de los principales opositores del gobierno de AMLO, es promotor de amparos en contra de las principales obras del gobierno como el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y agrupador de la coalición electoral Sí por México.
Todas estas estrategias son realizadas a partir de las ONG que él maneja y tienen el objetivo de generar las condiciones para dar un golpe de estado blando contra el gobierno de Andrés Manuel.
Ante el conocimiento de cómo opera el golpismo internacional, López Obrador envió una carta diplomática y realizó la denuncia en su conferencia matutina del 7 de mayo, informando y politizando esta gravísima intervención de Estados Unidos.
Este hecho es muestra contundente de cómo avanzan las distintas formas de neogolpismo en México, por lo que es fundamental que la gente organizada defienda el proyecto obradorista, pues es el único que por la vía democrática y por las condiciones actuales del país puede abrir una brecha hacia la soberanía.
Notas:
(1). V. I. Lenin (1975) El imperialismo, fase superior del capitalismo. Editorial del Pueblo, Pekín.
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Autor
Economista y estudiante de la Maestría en Ciencias Políticas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Militante del Movimiento Estudiantil Espartaco. Columnista en el Periódico Contracrítica. Colaboradora de La Iguana en su Piedra: programa de radio producido por el Movimiento Estudiantil Espartaco.
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