“Tanto demócratas como republicanos han orquestado golpes de Estado, derrocado presidentes y saqueado las riquezas minerales de distintos países”
“Que gane Donald Biden o Joe Trump las elecciones en Estados Unidos es lo que menos importa. Lo realmente vital es que seguirá la hegemonía de los grandes emporios financieros”
Que el sistema electoral en Estados Unidos es obsoleto, nadie lo duda. Que Trump está vociferando por todos los medios que hubo fraude dado que los números no lo favorecen, es noticia. Que hay protestas en varias ciudades estadounidenses contra Trump, es cierto. Que gane Donald Biden o Joe Trump las elecciones en Estados Unidos es lo que menos importa. Lo realmente vital es que seguirá la hegemonía de los grandes emporios financieros, entre estos iShares, familia de fondos negociados en bolsa gestionados por BlackRock; Amazon; Microsoft; Alphabet; Berkshire; Facebook; Visa; Walmart; Pzifer y The Vanguard Group, el mayor gestor de fondos de inversión del mundo, cuyas acciones en Coca Cola, Sergimar, Time Warner, Ferrari, Apple, Bank of America, JP Morgan, Wells Fargo, Citigroup, Monsanto, Goldman Sachs, Exxon Mobil y Johnson & Johnson le ha generado acumular hasta este año 2020 con pandemia y todo un capital cercano a los 6,2 trillones de dólares (no intenten escribir esta cifra en la calculadora porque excede la capacidad de ésta, recomiendo utilicen la notación científica).
Tanto demócratas como republicanos han orquestado golpes de Estado, derrocado presidentes y saqueado las riquezas minerales de distintos países.
Partido Demócrata
Si hacemos un recorrido en reversa veremos que los demócratas, bajo el gobierno de Barack Obama (2009-2017) y su vicepresidente Joe Biden, se gestó la invasión a Libia, se derrocó al presidente de Honduras Manuel Zelaya; a través del Lawfare Estados Unidos sacó a Dilma Roussef de la presidencia de Brasil, apresó al brasileño Lula; abrió 30 causas contra el ecuatoriano Rafael Correa; persiguió a la argentina Cristina Fernández, y colocó a los presidentes súbditos Mauricio Macri, Sebastián Piñera y Jair Bolsonaro, en Argentina, Chile y Brasil respectivamente; se declaró a Venezuela como amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Hillary Clinton, Secretaria de Estado de los Estados Unidos (2009–2013)
Con Bill Clinton (1993-2001) se desintegra Yugoslavia con la guerra de los Balcanes. Con Lyndon B. Johnson (1963-1969) se orquesta el golpe de Estado al presidente brasileño João Goulart y con John F. Kennedy (1961-1963) se ordena la invasión a Bahía Cochinos en Cuba y se implementa en Latinoamérica y el Caribe la Alianza para el Progreso, programa de “ayuda” económica, política y social. Durante el mandato de Harry S. Truman (1945-1953), Estados Unidos ordenó lanzar bombas atómicas sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y tres días después sobre Nagasaki.
Imagen de la ciudad de Hiroshima tomada a algo más de kilómetro y medio del lugar donde fue detonada Little Boy, la primera bomba atómica de la historia lanzada sobre una población civil.
Woodrow Wilson (1913-1921) reorganizó el sistema bancario estadounidense con la creación de la Reserva Federal (una especie de banco central) en 1913. Envió una expedición militar a México en 1916, para capturar al líder mexicano Pancho Villa.
Grover Cleveland fue presidente en dos períodos 1893-1897 y 1885-1889. En un intento por restablecer las reservas de oro, el presidente ordenó al Tesoro Público la compra de oro pagándolo con emisión de bonos del Estado. Pero cuando este mecanismo falló, se dirigió a un consorcio bancario de Nueva York, encabezado por los banqueros J. P. Morgan y August Belmont, con los que concertó un préstamo de 62 millones de dólares con unos intereses muy altos que logró dar tiempo suficiente al Gobierno para negociar un empréstito público que puso fin a la crisis, a comienzos de 1896.No protestó por la ocupación de Nicaragua por parte de las tropas británicas, en abril de 1895 y obligó al Gobierno británico a llegar a un acuerdo conciliador con el Gobierno venezolano en relación a los límites territoriales de la Guayana Británica haciendo uso de la Doctrina Monroe.
James Buchanan (1857-1861) apoyó el ingreso a Estados Unidos del estado esclavista de Kansas. Franklin Pierce (1853-1857) apoyó los esfuerzos que hizo el sur por anexionarse a Cuba y Nicaragua, manifestando su simpatía por el pirata William Walter. Con la Convención Gadsden, de diciembre de 1853, Estados Unidos adquirió le robó una franja de terreno a México. Con la publicación del Manifiesto de Ostende, en octubre de 1854, se favorecía una futura anexión forzosa de Cuba, en el caso de que España se negara a venderla.
Territorios usurpados por EEUU a México
A James Knox Polk (1845-1849) le bastaron cuatro años para robarse Texas, California, Arizona, Nuevo México y gran parte de Nevada. Tras el Tratado de Guadalupe-Hidalgo pactado en 1848, trasladó la frontera estadounidense al río Grande y al Océano Pacífico. Todo esto sustentado en la creencia popular de la doctrina del destino manifiesto, según la cual Estados Unidos debería ocupar todo el territorio continental, desde el Océano Atlántico hasta el Océano Pacífico. Polk propuso a España la compra de Cuba por 100 millones de dólares.
La política exterior de Martin Van Buren (1837-1841) estuvo marcada por la guerra cruel e innecesaria que sostuvo contra el pueblo originario de los seminolas de La Florida. Andrew Jackson (1829-1837) fue el último presidente que combatió a nuestro presidente Simón Bolívar en vida. Su fama de esclavista y exterminador de indígenas la ganó cuando fue aprobada por el Congreso el Acta de Remoción de los Indios en 1830. En Alabama reprimió una insurrección de los indígenas creeks, los que en poco tiempo tuvieron que ceder dos terceras partes de sus tierras a Estados Unidos. Más tarde expulsó a varias bandas de seminolas que habían encontrado refugio en la Florida española. También ordenó la expulsión de miles de indios al oeste del Misisipi, lejos de sus tierras ancestrales. Ante la negativa de abandonar sus tierras ancestrales, Jackson inició la Segunda Guerra Semínola, entre 1835 y 1842, en que fueron asesinados miles de seres humanos, en su mayoría no combatientes. En su honor, la ciudad Jacksonville en la Florida lleva su nombre.
Partido republicano
Los republicanos no se quedan atrás. Trump reconoce a Guaidó como presidente interino. Nos roban Citgo y Monómeros y le dan un golpe de Estado electoral a Evo Morales Ayma en Bolivia. En el primer año de su gobierno, George W. Bush (2001-2009), implosionó las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Combatió el terrorismo con más terrorismo. Las agresiones contra Afganistán e Irak, con decenas de miles de víctimas civiles, así lo demuestran. Aplicó todos los métodos posibles de la guerra sucia: cárceles clandestinas, secuestros y torturas de personas, procesos extrajudiciales, espionaje telefónico y demás violaciones a los derechos humanos. Desde su despacho se planificó el intento de golpe de Estado a Hugo Chávez el 11 de abril de 2002 y el inmediato paro petrolero.
Pintada condenando el Bloqueo económico contra Cuba
Durante el mandato de George Bush (1989-1993) se aprobó la Ley Torricelli, acción que reforzó el carácter extraterritorial del bloqueo contra Cuba y se estableció la llamada política diferente que perseguía el estrangulamiento económico de Cuba en momentos en que se producía la crisis y el desmembramiento del socialismo real en Europa. El 19 de diciembre de 1989, ejecutó la llamada “Operación Causa Justa” contra Panamá en la que utilizó 26 mil soldados. El ataque fue durante la noche y la ocupación en las calles y ministerios se extendió durante dos años. “Nuestro objetivo es desestabilizar el país sin arriesgar nuestra presencia e influencia allí, y al mismo tiempo tener una base legítima para abrogar los Tratados Torrijos-Carter”, dice el texto del Memorándum Secreto-Sensitivo del Consejo de Seguridad Nacional, del 8 de abril de 1986. Es uno de los miembros principales del Grupo Bilderberg junto con David Rockefeller y Henry A. Kissinger.
Ronald Reagan (1981-1989) apoyó a la dictadura militar de El Salvador, la represión en Guatemala, los grupos de extrema derecha en Nicaragua y las dictaduras militares de Chile y Argentina, y urdió la invasión contra Granada en 1983.
Henry A. Kissinger y Augusto Pinochet
Durante el mandato de Gerald Ford (1974-1977), ocurre la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación frente a las costas de Barbados. Fue continuador en gran medida de la política de Nixon y apoyó las represiones de la Operación Cóndor. Richard Nixon (1969-1974) asesina a Salvador Allende después de hacer chillar la economía de Chile. En el gobierno de Dwight D. Eisenhower (1953-1961) se ordena el golpe de Estado a Jacobo Árbenz en Guatemala. Con Theodore Roosevelt (1901-1909) se ordena la invasión colombiana a Venezuela por el estado Táchira y le quitan Panamá a Colombia. Bajo el gobierno de Herbert Hoover (1929-1933) se inicia la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay en la que resultan ganadores las empresas petroleras Royal Dutch-Shell, de capitales anglo-holandeses, instalada en Paraguay; y la estadounidense Standard Oil of New Jersey, de Nelson Rockefeller, radicada en Bolivia.
Los Roosevelt (demócratas y republicanos)
En la década de 1930 se había iniciado la producción en serie de automóviles, y el petróleo se iniciaba como “leitmotiv” del intervencionismo norteamericano en Latinoamérica y el Caribe y el mundo. Personeros de la Standard Oil viajaban por el orbe apropiándose del recurso y fundando filiales que pretendían ser naturales de los países que expoliaban. Así nació la Standard Oil of Bolivia, instituida por Spruille Braden, luego cabeza de la conspiración contra el Paraguay en la Conferencia para la Paz del Chaco, quien insinuó al presidente boliviano Salamanca sobre la posibilidad de obtener armas y créditos para apoderarse militarmente del Chaco paraguayo y sus yacimientos petrolíferos. No era América del Sur la que iba a imponer condiciones a su majestad el dólar.
La guerra del Chaco fue la más grande y más sangrienta que se libró en América durante el Siglo XX. El enorme despliegue de material bélico y municiones no tiene comparación con ningún otro conflicto americano a lo largo de ese siglo. Fue una guerra fratricida. Durante tres años, 250 mil soldados bolivianos y 150 mil paraguayos se enfrentaron en los cañadones chaqueños. Con este tipo de guerra, entre naciones, decía Lenin en 1916 en “El programa militar de la revolución proletaria”, la burguesía imperialista engaña hoy a los pueblos, valiéndose de la ideología “nacional” y de la idea de defensa de la patria. En este tipo de guerra que los esclavistas libran entre sí se consolida y refuerza la esclavitud.
¿La culpa es del mono o de quien la da la hojilla? En plena Guerra del Chaco asume la presidencia de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt. Veamos quién fue este hombre. Dos Roosevelt fueron presidentes de Estados Unidos. Ambos descendían de colonos holandeses, estaban lejanamente emparentados y se graduaron en Harvard. Pero cada uno tuvo su propio estilo en política exterior.
Theodore Roosevelt (1858-1919), mandatario número 26 de la Unión Americana, era republicano y aplicó la política del “gran garrote” o mano dura. Franklin Delano Roosevelt (1882-1945), presidente número 32, era demócrata y utilizó “la buena vecindad” o diplomacia del dólar. En el fondo, los dos buscaban lo mismo: la hegemonía estadounidense a nivel mundial que, bien entendida, comenzaba por casa. Es decir, por el patio trasero, América Latina y el Caribe.
El mandato de Theodore Roosevelt se extendió dos períodos, de 1901 a 1909. Antes, en 1898, había sido subsecretario de Marina y dirigió los preparativos para la guerra contra España por el dominio de Cuba. En 1903, impulsó la separación de Panamá respecto de Colombia para construir un canal de navegación que comunicara los océanos Atlántico y Pacífico en beneficio de Estados Unidos. Ese año estableció la base militar de Guantánamo en territorio cubano. Después de su reelección en 1904, Theodore reafirmó la doctrina Monroe, reservando a su país el derecho a mantener el orden en el hemisferio occidental y lanzó la definición política del Big Stick (Gran Garrote). Hablaba en serio: invadió República Dominicana (1905) y Cuba (1906). Cuando en 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, fue uno de los críticos más duros de la política de neutralidad del presidente Woodrow y demandó que Estados Unidos interviniera en apoyo de Gran Bretaña, lo que finalmente ocurrió en 1917.
Franklin Delano Roosevelt y el dictador Anastasio Somoza
Franklin Delano Roosevelt, en cambio, proclamó la política del ‘buen vecino’. Fue el único presidente en la historia de Estados Unidos que gobernó cuatro periodos consecutivos (1932-1945) y tuvo tiempo de sobra para recubrir el puño de hierro con un guante de terciopelo. En los dramáticos años 40 se apoyó en una variada fauna de dictadores latinoamericanos y caribeños, como el dominicano Rafael Leónidas Trujillo, el salvadoreño Maximiliano Hernández Martínez, el haitiano François Duvalier y el nicaragüense Anastasio Somoza García. Precisamente de Somoza dijo Roosevelt: “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Tenía razón: el hijo de puta nativo resultó más barato y eficaz que una compañía de marines.
Los invito a ver el lienzo Gloriosa Victoria. Allí Diego Rivera nos dice quién será el ganador. (1)
NOTAS:
(1). El lienzo “Gloriosa Victoria” sirve de portada a este artículo.
* Tomado del semanario político *Cuatro F*, órgano divulgativo y formativo del Partido Socialista Unido de Venezuela.
** Presidente del Centro Rodrigueano de Investigación Social para la Latinoamericanidad (Crisol), Presidente de la Comisión Binacional Bicentenaria Orinoco Magdalena y profesor investigador de la Escuela Venezolana de Planificación.
Autor
Escritor y pedagogo venezolano.
Tutor del Sistema de Formación Caracas Insurgente de la Alcaldía de Caracas.
Profesor Asociado de la Escuela Venezolana de Planificación y de la Universidad Nacional Experimental de la Gran Caracas (Unexca) de la cual fue el Rector Fundador (2018-2020).
Presidente de la Comisión Binacional Bicentenaria Orinoco Magdalena.
Presidente del Centro Rodrigueano de Investigación Social para la Latinoamericanidad (Crisol).
Actualmente desarrolla su tesis doctoral sobre la Causa Social de Simón Rodríguez en el Centro Nacional de Historia.
Escribió su tesis postdoctoral sobre los derechos humanos estudiantiles en Nuestra América en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (2020).
Fue rector de la Universidad de las Artes (Unearte) (2016-2018) y primer rector seglar de la Universidad Católica Santa Rosa (2012-2014).
Fue Coordinador y Autor de los libros de texto de Matemática de la Colección Bicentenario (2011). Es PhD. en Educación de la Universidad Libre de Berlín (2011). Fue Coordinador Nacional del PNFE de la Misión Sucre y la Universidad Bolivariana de Venezuela (2012) a solicitud del maestro Luis Antonio Bigott.
Fue Director de Postgrado y Adiestramiento de la Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública (2002-2008).
Obtuvo el Premio Nacional de Periodismo (2017) por su artículo _¿Quién es el culpable?_ Es autor de los libros: _Credo_, _Intelectualidad Perversa_, _Matemática y Realidad_, _Currículo de la Indignación_, _Letras para la Conciencia_, _¡Aten al planeta!_ _Errabundas luciérnagas del cielo nocturno_, _Pedagogía del Alba_, entre otros. Es padre de Erika, Diego y Sarah, hijo de Ligia y Ramón, y hermano de Maira.
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