Quinta y Sexta Declaraciones de la Selva Lacandona: El EZLN de hoy
“El mito de que el EZLN sea un movimiento “incomprendido” a causa de su complejidad, del desinterés o de la ausencia de una investigación de campo en sus comunidades no tiene mayor sustento. No, la dificultad de desentrañar los misterios de este colectivo es perfectamente entendible y natural, atendiendo a los múltiples giros estratégicos e ideológicos que lo caracterizan desde su nacimiento.”
Nota de Autor:
El presente texto que he titulado “Historia del EZLN a través de sus declaraciones“ es solo un extracto de un trabajo mucho más amplio de invesitgación sobre el tema del EZLN que está pensado para ser publicado en forma de libro en el futuro cercano. El proyecto surgió en el marco de la catedra que imparto desde 2017 en la Facultad de Derecho de la Universidad Friedrich-Schiller en Jena, Alemania titulada “Historia del derecho constitucional mexicano y la cuestión del EZLN“. Esta porción, que amablemente publica La Comuna, sirve para contar la historia del origen del EZLN desde la perspectiva de sus más importantes documentos oficiales publicados, las llamadas declaraciones de la Selva Lacandona. Lo que aquí se hace es un ejercicio de análisis detallado y comparativo entre lo publicado por ellos, el contexto histórico y los acontecimientos posteriores.
El propósito de la publicación no es el de tener la última palabra sobre el tema del EZLN, sino el de abrir el debate serio desde una verdadera perspectiva marxista; y sobre todo de que sirva como una introducción para aquellos que no están familiarizados con la política interna mexicana, ya que conocerla es imperante para comprender los contextos en los que el EZLN se desenvuelve como movimiento político. Algunos elementos fundamentales y ampliaciones en los argumentos que se manejan en esta publicación son analizados y expandidos más a profundidad en los diversos capitulos del libro, por lo que algunos fundamentos pudiesen mostrarse un tanto superficiales. Aun así he tratado de editar este segmento del texto de tal manera que sea lo más coherente por su propio mérito.
Con esta publicación se cierra el ciclo de tres entregas.
quinta declaración DE LA SELVA LACANDONA

La Quinta Declaración de la Selva Lacandona es la primera de su tipo, o sea, dentro de esta nueva realidad y del cambio de objetivos y estrategias que se percibe dentro del movimiento neozapatista a partir de la anterior Declaración, que analizamos.
Esta quinta entrega se da en el contexto de los resultados de las negociaciones de San Andrés y, como consecuencia, éste es el tema dominante en su contenido. También se da en el contexto del ya entrado sexenio del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, quien sucedió a Carlos Salinas de Gortari; así como del incumplimiento de los acuerdos alcanzados en las citadas negociaciones. Aunque esta temática se lleva gran parte del escrito, hay otros elementos, destacables y dignos de analizar con detenimiento.
Para empezar y siguiendo con el giro descrito en la cuarta entrega, el EZLN se ocupa en esta Declaración, ahora sí, casi exclusivamente del tema indígena; la cita con la que inicia el texto, por ejemplo, es reveladora, ya que es la primera vez que se hace uso de un texto prehispánico (el Popol Vuh[1]) y no de una cita de algún héroe nacional criollo postcolonial. Esto debió tener el propósito de mandar un claro mensaje.
Sobre el estilo de la redacción se puede decir que el intrincado lenguaje metafórico, que dominó gran parte de la pasada entrega, pareciera desaparecer aquí, quizás porque no pocos fueron los que dejaron su lectura después de la primera página. Pero en el segundo tercio del texto la redacción regresa de lleno a las metáforas, y prácticamente alucina, de manera literal se afirma “ver” todo tipo de cosas, cosas inexistentes que analizaremos en su momento.
El texto comienza abordando, en el punto I, los temas centrales que describen el proceso de negociación de San Andrés: que dicho proceso fue producto de la exigencia de la sociedad civil (argumento que ya hemos puesto en duda, al menos como lo presenta el EZLN); que en en la negociación no sólo participó el EZLN, sino también representantes de todos los grupos indígenas de México y que el gobierno incumplió estos acuerdos:
“Consecuentes con el camino que ustedes nos pidieron andar, dialogamos con el poderoso y llegamos a acuerdos que significarían el inicio de la paz en nuestras tierras…”
“Estos acuerdos, los Acuerdos de San Andrés, no fueron producto de la voluntad única de nosotros, ni nacieron solos. A San Andrés llegaron representantes de todos los pueblos indios de México…”
“Pero el supremo gobierno faltó a su palabra e incumplió el primer acuerdo fundamental al que habíamos llegado: el reconocimiento de los derechos indígenas.” [2]

El punto II del documento es, sin duda, una parte vaga y sustancialmente vacía. En resumen, describe un periodo de “silencio” que le siguió al fracaso de las negociaciones, y justifica este silencio como una novedosa y victoriosa estrategia ante la ofensiva gubernamental de distintos tipos:
“…los zapatistas hicimos del silencio un arma de lucha que no conocía y contra la que nada pudo hacer, y contra nuestro silencio se estrellaron una y otra vez las punzantes mentiras, las balas, las bombas, los golpes.”
“Silencio, dignidad y resistencia fueron nuestras fortalezas y nuestras mejores armas. Con ellas combatimos y derrotamos a un enemigo poderoso pero falto de razón y justicia en su causa.”[3]
Sin embargo, inmediatamente después, el documento afirma que dicho periodo de silencio, autoimpuesto o no, mantuvo al EZLN fuera de la participación política nacional y que, contraproducentemente, fortaleció al “poderoso” (gobierno) y le facilitó golpear al EZLN, de diversas maneras a pesar de lo cual, sostienen, salió airoso;
“No obstante que, en el tiempo que duró este nuestro estar callado, nos mantuvimos sin participar directamente en los principales problemas nacionales…”
“…el silencio nuestro le permitió al poderoso nacer y crecer rumores y mentiras sobre divisiones y rupturas internas en los zapatistas, y trató de vestirnos con el traje de la intolerancia, la intransigencia, la debilidad y la claudicación; pese a que algunos se desanimaron por la falta de nuestra palabra y que otros aprovecharon su ausencia para simular ser voceros nuestros, a pesar de estos dolores y también por ellos, grandes fueron los pasos que adelante nos anduvimos y vimos”[4]

Después de este párrafo empiezan las visiones que le adelanté. Su redacción nos lanza una larga lista de “vimos…” para describir todos los inútiles intentos del gobierno por acabar con el EZLN, así como todas las ayudas y los elementos que se sumaron en su defensa. Bueno, si usted presta atención advertirá que, en general, pintan una situación muy genial. Todo parece ir a pedir de boca con esto de la estrategia del silencio. Tanto que, entonces, uno se pregunta “¿Por qué romper ese silencio en ese preciso momento?” Se antoja pensar que eso de “el poderoso aumentó su poder” es más grave de lo que sugieren o de lo que están dispuestos a admitir. Así que quizás había que hacer algo al respecto; o sea ¡volver a encontrar el habla! Y, bueno, qué mejor momento para hacerlo que la coyuntura de los acuerdos de San Andrés.
A continuación, el texto aborda, en sus puntos III y IV, el tema de una ley indígena nacional que incorpore los acuerdos de San Andrés. Reconoce a la propuesta de Ley “Cocopa” (Comisión de Concordia y Pacificación) como una base para solucionar el conflicto, así que ratifican y apoyan de manera explícita a esta ley. Todo esto queda en una especie de suspenso en la que el escrito señala los obstáculos y condiciones de las que dependerán las negociaciones en el futuro próximo:
“Sobre el diálogo y la negociación decimos que tienen tres grandes enemigos que deben ser derrotados para poder constituirse en camino viable, eficaz y creíble. Estos enemigos son la ausencia de mediación, la guerra y el incumplimiento de los acuerdos. Y la falta de una mediación, la guerra y el incumplimiento de la palabra son responsabilidad del gobierno.”[5]
El punto V y último en contenido antes de la proclama general de la Quinta Declaración es sobre el estado actual, en aquel momento, del EZLN aceptando y reafirmando “el reforzamiento” (casi exclusivo) del carácter indígena del movimiento, aseverando que: “La palabra de los habitantes primeros de estas tierras tiene ya un lugar especial en la opinión pública, lo indígena ya no es turismo o artesanía, sino lucha en contra de la pobreza y por la dignidad”.[6] Aunque esto de turismo y artesanía quede en duda, particularmente por la explosión del turismo joven europeo que ha encontrado en la selva chiapaneca y en las comunidades zapatistas uno de sus puntos turísticos favoritos, un lugar seguro y paradisiaco para “quemarle las patas a Cuauhtémoc”, y ¿porque no?, también para adquirir exóticos “suvenires”
Este punto V también reafirma, además, el éxito de la campaña mediática que sobre todo en Internet lanzó el EZLN al comienzo de esta su segunda etapa: “Además hemos, junto a otros, tendido puentes a todo el mundo y hemos contribuido a crear (al lado de hombres y mujeres de los 5 continentes) una gran red que lucha por medios pacíficos en contra del neoliberalismo y resiste luchando por un mundo nuevo y mejor”[7]. Que dicho sea de paso también contribuye enormemente a su ya mencionada base turística. Como vemos, este punto resume el vínculo entre indigenismo y sus relaciones internacionales que ya mencionamos anteriormente. Por último, casi al final de este punto V lanzan una de las proclamas que serán emblemáticas en adelante, y que mejor resume el nuevo giro del EZLN en esta segunda etapa: “¡resistimos!”, y es que esta simple palabra describe exactamente lo que el neozapatismo vendrá a hacer, resistir, es decir, no luchar activamente, sino sólo sobrevivir y negarse; tratar de salir del contexto capitalista (que aquí únicamente señala en su modalidad neoliberal), excluirse, ser ignorados, o como diría el sub Marcos, “ser dejados en paz”.

Brincaremos ahora el punto VI de la Declaración, porque se trata básicamente de otra dosis de metáfora grandilocuente, aderezada con pinceladas que pudiesen haber salido de la revolución francesa y que funciona como antesala de la proclama formal de la Quinta Declaración de la selva Lacandona. Fundamentalmente se propone expandir la base de apoyo del EZLN, arengando a distintos grupos alrededor de la lucha por los derechos indígenas:
“En la que llamamos a todos los hombres y mujeres honestos a luchar por el…
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIOS Y POR EL FIN DE LA GUERRA DE EXTERMINIO.”[8]
¡Y vaya que desean lograr dicho propósito! porque aquí pocos grupos se les han quedado afuera, habría sido más práctico nombrar solamente a los que deseaban excluir. Acá destacan algunos “debuts” de alto calibre en el discurso neozapatista que, como adelantamos, se van integrando poco a poco, o se ven absorbidos en su cada vez más nítida lucha de naturaleza identitaria:
“Es esta la hora de la Sociedad Civil Nacional y de las organizaciones políticas y sociales independientes. Es la hora de los campesinos, de los obreros, de los maestros, de los estudiantes, de los profesionistas, de los religiosos y religiosas consecuentes, de los periodistas, de los colonos, de los pequeños comerciantes, de los deudores, de los artistas, de los intelectuales, de los discapacitados, de los seropositivos, de los homosexuales, de las lesbianas, de los hombres, de las mujeres, de los niños, de los jóvenes, de los ancianos, de los sindicatos, de las cooperativas, de las agrupaciones campesinas, de las organizaciones políticas, de las organizaciones sociales.”[9]
Brincaremos ahora el punto VI de la Declaración, porque se trata básicamente de otra dosis de metáfora grandilocuente, aderezada con pinceladas que pudiesen haber salido de la revolución francesa y que funciona como antesala de la proclama formal de la Quinta Declaración de la selva Lacandona. Fundamentalmente se propone expandir la base de apoyo del EZLN, arengando a distintos grupos alrededor de la lucha por los derechos indígenas:
“En la que llamamos a todos los hombres y mujeres honestos a luchar por el…
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIOS Y POR EL FIN DE LA GUERRA DE EXTERMINIO.”[8]
¡Y vaya que desean lograr dicho propósito! porque aquí pocos grupos se les han quedado afuera, habría sido más práctico nombrar solamente a los que deseaban excluir. Acá destacan algunos “debuts” de alto calibre en el discurso neozapatista que, como adelantamos, se van integrando poco a poco, o se ven absorbidos en su cada vez más nítida lucha de naturaleza identitaria:
“Es esta la hora de la Sociedad Civil Nacional y de las organizaciones políticas y sociales independientes. Es la hora de los campesinos, de los obreros, de los maestros, de los estudiantes, de los profesionistas, de los religiosos y religiosas consecuentes, de los periodistas, de los colonos, de los pequeños comerciantes, de los deudores, de los artistas, de los intelectuales, de los discapacitados, de los seropositivos, de los homosexuales, de las lesbianas, de los hombres, de las mujeres, de los niños, de los jóvenes, de los ancianos, de los sindicatos, de las cooperativas, de las agrupaciones campesinas, de las organizaciones políticas, de las organizaciones sociales.”[9]
Interesante sería saber si dentro de esta convocatoria también entrarían o estarían incluidos homosexuales, lesbianas, discapacitados, ancianos, seropositivos, artistas, intelectuales, colonos, pequeños comerciantes y periodistas que sean neoliberales, reaccionarios, corruptos, vende patrias y explotadores, del pueblo. Porque, créanos, de que los hay, los hay, y no son pocos. Pero, bueno, el discurso identitario vende, y cada vez más. Relevante es que el campesinado deja de aparecer flanqueando a los indígenas, como en las primeras declaraciones, para convertirse en “uno más del montón” de esos grupos de identidad. Pero no sólo los campesinos parecen haber perdido notoriedad aquí, también le ha sucedido a la otrora tan venerada sociedad civil, ahora balcanizada, quebrada pues, para tomar todos estos nombres de grupos al gusto. Bueno, a final de cuentas, el EZLN hace a todos ellos el siguiente llamamiento: llama a todos estos grupos a lo siguiente:
“… a que, junto a los pueblos indios y a nosotros, luchemos contra la guerra y por el reconocimiento de los derechos indígenas, por la transición a la democracia, por un modelo económico que sirva al pueblo y no se sirva de él, por una sociedad tolerante e incluyente, por el respeto a la diferencia, por un país nuevo donde la paz con justicia y dignidad sea para todos.”[10]

Los estándares de las exigencias bajaron un poco aquí ¿no le parece a usted? Se redujeron al reconocimiento de los derechos indígenas, a la transición democrática (o sea, que ya no “gane” el PRI), a un nuevo modelo económico (sin decir cuál, y peor aún, sin decir cuál no. Aunque se infiere que neoliberalismo no; quizás capitalismo no neoliberal, sí) y por la tolerancia a la diferencia, ah sí, al modo “Miss Universo”: paz y justicia, eso nunca falla.
Algunas cosas para destacar; primero: de nuevo la ausencia del PAN, aunque admitimos que también falta el PRI; pero ya veremos por qué motivos el PAN es importante aquí también. Y segundo: ¿por qué la transición democrática? Bueno, el párrafo siguiente quizás lo explique:
“Es esta la hora del Congreso de la Unión. Después de una larga lucha por la democracia, encabezada por los partidos políticos de oposición, hay en las cámaras de Diputados y Senadores una nueva correlación de fuerzas que dificulta las arbitrariedades propias del presidencialismo y apunta, con esperanza, a una verdadera separación e independencia de los poderes de la Unión. La nueva composición política de las cámaras baja y alta plantea el reto de dignificar el trabajo legislativo, la expectativa de convertirlo en un espacio al servicio de la Nación y no del presidente en torno, y la esperanza de hacer realidad el “Honorable” que antecede al nombre colectivo con que se conoce a senadores y diputados federales. Llamamos a los diputados y senadores de la República de todos los partidos políticos con registro y a los congresistas independientes, a que legislen en beneficio de todos los mexicanos. A que manden obedeciendo”[11]
¿En serio!? Después de haber berreado y despotricado contra toda la clase política mexicana por ser una sarta de traidores ¿ahora regresa el rayo de esperanza de confianza hacia TODOS los partidos de oposición? ¿Hacia el sistema parlamentario burgués? No puede ser. Debe haber un error. O sea, después de finalmente describir al PAN como los acólitos por excelencia de Carlos Salinas, ahora resulta que en el congreso hay “una nueva correlación de fuerzas” que hace posible un trabajo honesto de los panistas, ¿alías “los amiguitos de la nación” (pero no la mexicana)? ¿Pues, en qué país despertaron los neozapatistas ese día? o ¿a qué partidos se refieren?
Lo anterior sólo puede explicarse con dos razones, y para variar, una es medio sospechosa, y la otra es de practicidad política. Vamos con la segunda. Del párrafo inmediato se desprende que el EZLN hecha toda la carne al asador por el apoyo en el congreso a la Comisión de Concordia y Pacificación. Y que no descarta una resolución feliz de las negociaciones, tenga que negociar con dios o con el diablo:
“Llamamos a los diputados y senadores de la República de todos los partidos políticos con registro y a los congresistas independientes…”, “A que apoyen con firmeza y plenitud a la Comisión de Concordia y Pacificación, para que esta comisión legislativa pueda desempeñar eficaz y eficientemente sus labores de coadyuvancia en el proceso de paz”[12]
La primera razón, la sospechosa, es que el EZLN le baja un poco de tono a su lenguaje contra los partidos “de oposición” (que básicamente en ese momento son sólo dos de peso: PRD y PAN, previniendo que la alternancia política llegará inevitablemente con el tiempo (de hecho, sólo dos años después). Pareciese que el EZLN consideró que era momento de ir preparando el terreno y construir puentes con el eventual partido que salió vencedor de la contienda electoral en 2000, el PAN; total, al PRD ya le había hecho el guiño proponiendo a Cuauhtémoc Cárdenas para tomar la batuta del movimiento en su momento. Después de todo, y como consecuencia del levantamiento neozapatista de 1994, el EZLN había contribuido a “forzar” una reforma electoral que poco hacia dudar que la eventual derrota, aún del PRI, estaba cerca. Este hecho es incluso reconocido por el mismo Andrés Manuel López Obrador en uno de sus libros[13]. De cualquier modo, el comportamiento del EZLN frente a la victoria presidencial del PAN en 2000 con Vicente Fox Quesada y su actitud durante el subsecuente periodo del también panista Felipe Calderón fueron bastante curiosos, por decirlo de alguna manera. Pero el comportamiento del EZLN de cara a los gobiernos “post-alternancia democrática” lidereados por la derecha más reaccionaria de México será analizado más adelante.

Para cerrar este documento, el EZLN, como siempre tiene un as bajo la manga. No, esta vez no es se trata de la creación de ningún frente, convención o movimiento. Esta vez el EZLN anuncia que realizará directamente y en todo México una…
“CONSULTA NACIONAL SOBRE LA INICIATIVA DE LEY INDÍGENA DE LA COMISIÓN DE CONCORDIA Y PACIFICACIÓN Y POR EL FIN DE LA GUERRA DE EXTERMINIO.”
Para la realización de esta consulta el EZLN convoca a todos los grupos arriba mencionados agregando a la comunidad científica, para que apoyen la organización de la consulta en todo el territorio nacional. De nuevo, para ser un grupo que no pretende ser vanguardia el EZLN está bastante motivado, y no falto de ideas o propuestas precisamente. Pero, bueno, sobra decir que tampoco ocurrió mucho con esta propuesta, sin embargo, es muy revelador el hecho de que en el futuro se opondrán a ejercicios similares organizados desde el gobierno federal cuando López Obrador se encuentre en la Presidencia.
A manera de resumen se puede decir que la Quinta Declaración es el resultado directo de las negociaciones de San Andrés, pero también que solidifica el nuevo rumbo y la nueva estrategia del EZLN. Que arraiga una casi exclusividad de la concepción indigenista en sus demandas; así como la ampliación, adopción y fortalecimiento de la lucha identitaria. Que prepara el terreno para la Sexta Declaración, la cual será en muchos aspectos diferente, a la vez que más exitosa y de mayor trascendencia hasta prácticamente transformarse en su manifiesto y en la Declaración que alcanzó, voluntaria o involuntariamente, la relación del EZLN con movimientos, organizaciones y partidos de la izquierda marxista en México y el mundo.
SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA

Su última declaración, hasta el momento, fue publicada en junio del 2005, poco más de diez años después del levantamiento original. En muchos sentidos esta sexta declaración es distinta a las demás; en su estilo, en su contenido e inclusive hasta en su extensión. Es más que nada un manifiesto que hace un recuento histórico de su movimiento y plasma sus ideales y directrices que habrán de regir el desenvolvimiento y operación venidera del EZLN hasta el día de hoy. Pero también, como ya es costumbre, agrega elementos nuevos y deshecha otros, siendo hasta la fecha su documento más influyente.
El corto preámbulo es claro en señalar que esta declaración será formulada en “palabras sencillas” y realmente lo dicen en serio, pues este documento más que un texto redactado tiene el estilo de la palabra hablada, como si en realidad se tratase de una transcripción. Además, su vocabulario se esfuerza conscientemente en utilizar lenguaje coloquial, florido y expresiones idiomáticas. Esto, como ellos mismos admiten, con el propósito de llegar a más gente: “Esta es nuestra palabra sencilla que busca tocar el corazón de la gente humilde y simple como nosotros…”.[14]
El punto I aborda el tema de lo que es el EZLN. Señala que algunos los llaman “neozapatistas” y da una pequeña reseña del levantamiento de 1994, y sus causas. Interesante es que es en esta declaración cuando abrazan abiertamente su contemporánea lucha por la causa indígena por encima de todo. Aun así se dan tiempo y espacio para incluir no solo al resto de México, sino al mundo entero, es decir, donde sea que haya injusticia:
“Porque resulta que nosotros del EZLN somos casi todos puros indígenas de acá de Chiapas, pero no queremos luchar solo por su bien de nosotros o solo por el bien de los indígenas de Chiapas, o solo por los pueblos indios de México, sino que queremos luchar junto con todos los que son gente humilde y simple como nosotros y que tienen gran necesidad y que sufren la explotación y los robos de los ricos y sus malos gobiernos aquí en nuestro México y en otros países del mundo”. [15]
Este guiño al mundo entero va en concordancia con la especial atención que el EZLN ha prestado a su imagen en el plano internacional y que tanto le ha redituado. Este “prestigio” fuera de México en el extranjero actúa con un efecto de espejo que se refleja de regreso al interior de México y tiene una especial positiva recepción en las comunidades de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos llenos de nostalgia patriótica. Después de todo, si un movimiento es tan respetado en el extranjero, ¿por qué no lo sería en el plano nacional?, aunque en ocasiones “nadie es profeta en su propia tierra”.

Dentro del punto I se repite también el ya por sentado mito de la interposición civil entre gobierno e insurrectos, además, la traición del gobierno posterior a los acuerdos de San Andrés, la renovada ofensiva federal (incluida la masacre de Acteal), el periodo de silencio, el establecimiento de relaciones internacionales, la marcha a la Ciudad de México de 1997, la consulta nacional de 1999 y, por último, la marcha por la dignidad indígena de 2001. Terminando esta breve reseña histórica el texto apunta sus acusaciones ahora a los tres mayores partidos: PRI, PRD y PAN (mismos que el presidente Obrador llama el “PRIAN”) como los autores de una Ley indígena que no funciona. Esta decepción hacia los canales “institucionales” es interpretada por el EZLN como una traición política, puesto que el EZLN había depositado sus esperanzas en el buen resultado de las negociaciones e inclusive se había abstenido de atacar al PAN y PRD. Como consecuencia de esta decepción el grupo armado adoptará postura de negarse al diálogo con partidos políticos con registro o presencia en el congreso federal, postura que mantiene hasta el día de hoy. Es una posición que se ha mantenido inamovible aun con el actual gobierno progresista de López Obrador, argumentando la desconfianza a cualquier representante del gobierno e inclusive endureciendo en ciertos sentidos sus críticas. Esta postura se establece aquí, y permanece hasta la actualidad. En este sentido se puede señalar a esta sexta declaración como el momento donde el EZLN hace oficial su desencanto por la vía oficial y su negociación y pérdida de interés por establecer relaciones con el gobierno mexicano:
“Así que la clase política no solo cerró, una vez más, la puerta a los pueblos indios; también le dio un golpe mortal a la solución pacífica, dialogada y negociada de la guerra. Y también ya no se puede creer que cumpla los acuerdos a los que llegue con cualquiera. Ahí lo vean para que saquen experiencia de lo que nos pasó.”[16]
De este punto y conclusión a la que llegan se desprende lo siguiente: o realmente el EZLN pecó de inocencia política pensando que los partidos del sistema en aquel momento: PRI, PAN y PRD eran bien intencionados, y que en realidad cabía la posibilidad de una feliz conclusión de las negociaciones; o nada de esto es tan relevante como lo describen, y la decisión de negarse a posibles negociaciones futuras se da con el objetivo de establecer una postura previamente concordada. No olvidemos que nos encontramos en 2005, y que el año siguiente vendrá la elección presidencial, donde López Obrador intentará por primera vez conseguir la presidencia y será víctima de un colosal fraude que le permitirá al PAN mantenerse en el poder por medio del espurio expresidente, Felipe Calderón. Sin embargo, las grandes posibilidades de López Obrador de ganar eran un hecho conocido. Aun así, el EZLN, de acuerdo con su nueva postura, llamó a la abstención. Así volvemos a la misma disyuntiva, o lo hizo por su “desencantamiento” general de los partidos políticos, o por adelantar su cerrazón a dialogar inclusive con un eventual gobierno de Obrador, en caso de que ganase. Siendo Obrador ahora presidente y manteniendo el EZLN su indisposición al diálogo, todo indica a que se trata más de lo segundo.
Sigamos adelante con el punto II. Aquí el EZLN explica cómo se ha hecho cargo de la administración de los territorios bajo su control, tratando de, según argumentan, dar cumplimiento a los acuerdos de manera unilateral:
“El EZLN decidió entonces el cumplimiento, solo y por su lado (o sea que se dice “unilateral” porque solo un lado), de los Acuerdos de San Andrés en lo de los derechos y la cultura indígenas. Durante 4 años, desde mediando el 2001 hasta mediando el 2005, nos hemos dedicado a esto…”
“…empezamos entonces a echarle ganas a los municipios autónomos rebeldes zapatistas, que es como se organizaron los pueblos para gobernar y gobernarse, para hacerlos más fuertes. Este modo de gobierno autónomo no es inventado así nomás por el EZLN, sino que viene de varios siglos de resistencia indígena y de la propia experiencia zapatista, y es como el autogobierno de las comunidades. O sea, que no es que viene alguien de afuera a gobernar, sino que los mismos pueblos deciden, de entre ellos, quién y cómo gobierna, y si no obedece pues lo quitan”.
Esta parte es interesante en tanto describe la organización política que el EZLN ha modelado para estos denominados “municipios autónomos rebeldes zapatistas”, describiendo su autogobierno como “autónomo”, anclado en “siglos de resistencia indígena” y en “la experiencia zapatista”. Cuando analicemos las influencias ideológicas del EZLN habremos de explorar más a fondo, a qué se refieren con estos siglos de resistencia (o, mejor dicho, organización política indígena) y con la experiencia zapatista. Pero está claro que el EZLN empieza apostar de lleno por la autonomía y autogobierno de estas comunidades.

Interesante también es que el EZLN reconoce en los siguientes párrafos las dificultades que se han presentado al administrar estos territorios (al parecer administrar no es tan fácil como creían) admitiendo inclusive que el Ejército Zapatista se entrometió en la toma de decisiones democráticas al interior de las comunidades, saboteando involuntariamente el proceso democrático:
“…el EZLN con su parte político-militar se estaba metiendo en las decisiones que les tocaban a las autoridades democráticas, como quien dice “civiles”. Y aquí el problema es que la parte político-militar del EZLN no es democrática, porque es un ejército, y vimos que no está bien eso de que está arriba lo militar y abajo lo democrático, porque no debe de ser que lo que es democrático se decida militarmente, sino que debe ser al revés”
Básicamente, lo que el EZLN describe y admite en esta parte del documento es que su presencia en los territorios controlados se ha venido dando y manejando en gran parte como una zona de ocupación militar, como hemos venido argumentando y revelan una serie de aspectos negativos dentro de sus comunidades, como ese autoritarismo en la toma de decisiones que admiten. En un ejercicio de autocrítica, por ejemplo, revelan también la existencia de misoginia (algo endémico en las comunidades indígenas, por cierto). Para corregir estos errores el EZLN reestructura su modelo y lo basa en una especie de ciudadanos milicianos creando las “juntas de buen gobierno” (es decir, crea un gobierno, no mal gobierno, sino un buen gobierno, pero gobierno, a fin de cuentas). A esta nueva administración “civil” le transmite el mando de lo que a todas luces fue una autoridad militar.
“O tal vez es mejor que nada abajo sino que puro planito todo, sin militar, y por eso los zapatistas son soldados para que no haya soldados” (ciudadanos milicianos)
“…Y, aunque poco a poco, ya más mujeres se están entrando en estos trabajos, pero todavía sigue faltando respeto a las compañeras y que ellas participen más en los trabajos de la lucha”
“…Y así, acciones y decisiones que antes hacía y tomaba el EZLN, pues se fueron pasando poco a poco a las autoridades elegidas democráticamente en los pueblos”… Así fue como se nacieron las Juntas de Buen Gobierno, en agosto de 2003, y con ellas se continuó con el autoaprendizaje y ejercicio del ‘mandar obedeciendo’.” (Esto de mandar obedeciendo sigue asemejándose enormemente a López Obrador.[17]

En el mismo documento el EZLN describe esta nueva forma de organización como todo un éxito, y afirma que las comunidades bajo esta administración son las únicas que han mejorado sus condiciones de vida en la región. Aprovecha también aquí el texto para señalar la adquisición de experiencia de sus cuadros en materia de gobierno y coordinación de esfuerzos intercomunales y municipales, e inclusive internacionales. En cierto modo el modelo zapatista resembla una estructura anarco-comunitaria que será analizada con atención más adelante. También se puede resumir que estos párrafos en general describen o pintan un florecimiento del movimiento en todos los aspectos: organizativo, militar, administrativo, salud, educativo, político, cívico, económico e incluso un cambio generacional que empieza a proveer al movimiento de nuevos cuadros surgidos en la dinámica de la lucha. Se puede decir, que, si bien los objetivos que se pusieron al comienzo de la lucha no estuvieron ni cerca de cumplirse, por lo menos han construido su pequeña “burbuja de experimento social” al mero estilo oweniano y pues, están más que contentos con eso, todo va viento en popa, como dijo el Sub Marcos “déjenos en paz”.
En la tercera parte del documento el EZLN explica “como es que ven el mundo”. Esto lo hace, como muchos grupos anarquistas apropiándose del análisis marxista de la economía, claro sin utilizar términos exclusivamente marxistas. Un ejemplo sería el cambio del término leninista de “imperialismo” por “globalización neoliberal”, que tiene muchas implicaciones ideológicas. Quizá con el pretexto de la fácil comprensión, o para mitigar el plagio como la mayoría de los grupos que recurren al marxismo en lo que toca a la economía, las corrientes anarquistas lo han hecho tradicionalmente por dos motivos que no se excluyen el uno al otro: por la carencia de un análisis económico propio, y porque la teoría marxista ha demostrado ser la crítica más profunda y demoledora de este sistema explotador. Sin embargo, la pregunta de por qué el EZLN decide recurrir a esta herramienta científica en ese preciso momento para por fin atacar al capitalismo en su totalidad, sin tapujos, y no exclusivamente solo detrás del velo de su cara neoliberal es aún un tema de discusión.
No vamos aquí a detenernos a analizar en profundidad las distorsiones y adhesiones claramente revisionistas que el neozapatismo hace a la teoría marxista, basta decir que uno de sus errores centrales es la abstracción que hacen del capitalismo, como ente activo que existe por sí mismo y de manera metafísica. En otras palabras, un sistema político-económico sin políticos ni economistas (capitalismo sin burguesía pues), que con vida propia engulle y destruye todo a su paso. Con esto, el neozapatismo refuerza su óptica de la “simple resistencia”, como si el capitalismo fuese un fenómeno climático, del que se puede sobrevivir escondiéndose en un sótano (o a falta de este, en la selva), una interpretación medio “chamánica” del capitalismo, como un ente o espíritu etéreo y malvado. Así, el análisis del EZLN priva a los trabajadores oprimidos (indígenas o no) del objetivo de luchar y derrotar a la clase capitalista burguesa y a su Estado sobre el cual descansa el proyecto capitalista, y sin la cual el capitalismo simplemente no existiría. Usted pensará que esto es un malentendido, que obviamente el EZLN habla del “capitalismo” en sentido figurativo, pero más adelante veremos que este consensuado lenguaje sirve a una ideología y posturas particulares en cuanto a su estrategia de lucha.
Antes de abandonar el tema de la explotación capitalista, el documento presenta una de las novedades en el discurso neozapatista, un giro que se le imprime al movimiento, de ahí en adelante pasará a ser otra de sus banderas más grandes: la adopción definitiva de la lucha identitaria.
“Y en esta globalización de la rebeldía no sólo aparecen los trabajadores del campo y de la ciudad, sino que también aparecen otros y otras que mucho los persiguen y desprecian por lo mismo de que no se dejan dominar, como son las mujeres, los jóvenes, los indígenas, los homosexuales, lesbianas, transexuales, los migrantes, y muchos otros grupos que de por sí hay en todo el mundo pero que no vemos hasta que gritan que ya basta de que los desprecien, y se levantan, y pues ya los vemos, y los oímos, y los aprendemos.”
Con esta más reciente adquisición ideológica, el EZLN se actualiza e irrumpe de lleno en el siglo XXI, poniéndose en sintonía con el postmodernismo que pulula principalmente en Europa occidental, y que ha venido a atomizar la lucha de la clase trabajadora, quebrándola y reduciéndola a simples ideologías propias del liberalismo de las revoluciones burguesas del tiempo de la ilustración, muchas de ellas inclusive reaccionarias. O sea, luchas que tienen que ver más con el ámbito individual del ser humano, como sus preferencias sexuales, su raza, su estado de salud, su credo, su alimentación etc. Así abraza pues el EZLN, desde ese momento, al feminismo, el indigenismo (como propuesta de organización social), el movimiento LGBT, los inmigrantes, etcétera.

Avanzando, en la parte IV del documento el EZLN se avoca a analizar la situación en México, y también aquí traen una novedad de peso. Por primera vez mencionan el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, e inclusive afirman correctamente que México está dominado por los Estados Unidos. Sorprendentemente, el EZLN pasó de tibiamente denunciar al neoliberalismo, sin consecuentemente denunciar a TODOS los autores de su aplicación en México, a ¡prácticamente recitar el manifiesto comunista y denunciar al capitalismo mundial y a los Estados Unidos como su mayor promotor imperialista y esclavizador del pueblo mexicano! ¿Ven que si podían? ¿No era tan difícil, cierto? ¿O será que antes no querían? No se usted, pero aquí solo hay de dos: o se pusieron a leer y educarse políticamente en este tiempo, o el EZLN ha ido moldeando su discurso dependiendo de la situación y – o conveniencia.
Pero, en este análisis que el EZLN hace sobre la situación nacional tampoco faltan las inconsistencias, e inclusive, en ocasiones sus postulados bordean fronteras peligrosas, más aún viniendo de un movimiento “neozapatista” cuando afirman:
“El campo mexicano está peor que nunca y los campesinos más jodidos que cuando Porfirio Díaz. Y también dijeron que van a privatizar, o sea, a vender a los extranjeros, las empresas que tenía el Estado para apoyar el bienestar del pueblo. Que porque no funcionan bien y les falta modernizarse, y que mejor venderlas. Pero, en lugar de mejorar, los derechos sociales que se conquistaron en la revolución de 1910 son ahora como para dar lástima… y coraje”
Primero que nada, como neozapatistas, afirmar que el campo está peor que con Porfirio Díaz es, por lo menos, temerario (quizá desafortunado). Habría que preguntarle su opinión al general Emiliano Zapata. La historia nacional no permite tomar el nombre de Díaz a la ligera, y menos cuando este nombre no se cae de la boca de los neoconservadores que no se cansan de ensalzarlo, junto a Iturbide, Maximiliano, y muchos otros. Inclusive hay muchos que siguen repitiendo la idea de que Díaz ha sido el mejor presidente de México (figúrese usted ahora lo sensible de esta afirmación del EZLN). Por otro lado, y como ejemplo de la su inconsistencia, ¿adivine usted quien creó los miles de empresas estatales, que como dice el texto eran para apoyar el bienestar del pueblo? ¡Ni más ni menos que el PRI! ¿Se acuerda usted de lo que decíamos sobre el error de encapsular el México postrevolucionario en un solo segmento de 70 años? Bueno, ahí tiene usted las consecuencias. Aún más, adivine usted ahora quien propone la creación o el fortalecimiento de las pocas empresas estatales que aún existen, también y textualmente “para el beneficio del pueblo”, correcto, Andrés Manuel López Obrador, el presidente al que el EZLN actualmente se opone tan férreamente.
Poco más adelante y en el mismo punto el texto afirma que:
“Y bueno, pues ahora también los políticos mexicanos lo quieren vender PEMEX o sea el petróleo que es de los mexicanos, y la única diferencia es que unos dicen que se vende todo y otros dicen que sólo se vende una parte. Y también quieren privatizar el seguro social, y la electricidad, y el agua, y los bosques, y todo, hasta que no quede nada de México”
El tiempo no perdona a nadie, y a todos pone en su lugar, y es que cuando PEMEX fue parcialmente privatizado el EZLN no se resistió activamente a esto (por cierto, AMLO sufrió un paro cardiaco en plena resistencia). Cuando el Seguro Social fue parcialmente privatizado con la creación de las AFORES el EZLN tampoco se manifestó. Cuando Luz y Fuerza del Centro fue liquidado y la Comisión Federal de Electricidad prácticamente privatizada, el EZLN permaneció impávido. Ahora bien, el EZLN ha empezado una campaña activa (que pudiese derivar en un nuevo alzamiento) contra la instalación y o modernización de vías para la operación del Tren Maya. Esto significa una colosal inconsistencia en su juicio y acciones. El proyecto del Tren Maya podrá tener sus detractores y legitimas censuras pero no se compara ni por poco a lo que significó la privatización de las instituciones antes listadas. Más y cuando acusan al gobierno de Obrador de practicar una “política extraccionista” de recursos. Así que ¿antes era patriota explotar petróleo y construir vías férreas y ahora no?). Una vuelta a las armas por parte del EZLN como consecuencia del Tren Maya o la refinería de Dos Bocas sería una prueba irrefutable de que el gran motivante no es la lucha contra el capitalismo, sino contra la persona y-o el partido que lo promueva, o peor aún, quizá solo porque el “Tren Maya” pasa por su feudo. El EZLN parece ser consciente de esto y ya busca alianzas para no ir solo contra un gobierno, que sabe, tiene un grado de aprobación sin comparación en la historia reciente de México. Habrá que mantener la atención en su proceder.

Después de hacer un análisis parcialmente certero de la situación catastrófica tanto de la política y la economía del país en general, el texto prosigue por distinguir los sectores de la sociedad que se oponen a este sistema de corrupción política y depredación capitalista. Es en este rubro también el EZLN se distancia distintivamente del marxismo ortodoxo y se repliega más a las posiciones de las ideologías identitarias. Aquí enlista el texto distintos grupos: indígenas, trabajadores, campesinos, estudiantes, mujeres, jóvenes, homosexuales, lesbianas, transexuales, religiosos, luchadores sociales etc. Más adelante habremos de abordar este tema y por qué la consideramos equivocada, pero para dar un ejemplo podemos afirmar que el modelo capitalista-neoliberal atlantista occidental no solamente no explota o suprime a homosexuales, lesbianas y transexuales per-se, sino que, y sobre todo en las recientes décadas promueve activamente la ideología de género, en algo que solamente puede ser descrito como una imposición cultural-ideológica sobre naciones y-o grupos de personas (inclusive sobre muchos pueblos originarios). Así que el carácter progresista de estas luchas identitarias, no es como se viene presentando recientemente, una verdad irrefutable y mucho menos obligadamente inherente y exclusiva de la izquierda política.
El punto V de la declaración se titula “de lo que queremos hacer”, pero no se vaya emocionando usted esperando grandes acciones como creaciones de nuevas instituciones o llamados a consultas populares, porque en esta declaración propuestas, estrategias y acciones en concreto es lo que más se encuentra ausente. En resumen, lo que quieren hacer en lo que toca al mundo se limita a decir muchas cosas, y a ofrecer apoyo moral y limitado apoyo material. Podemos ahorrar espacio limitándonos a decir que básicamente apoyan todas las luchas contra el neoliberalismo en todas partes del mundo, y que apoyarán a cuantos puedan en la medida de sus posibilidades, que ellos mismos aceptan son muy pocas. En el plano nacional “lo que quieren hacer” es:
“un acuerdo con personas y organizaciones mero de izquierda, porque pensamos que es en la izquierda política donde mero está la idea de resistirse contra la globalización neoliberal, y de hacer un país donde haya, para todos, justicia, democracia y libertad”
Como les adelantamos, en el plano de las acciones no hay nada nuevo ni rimbombante por aquí. Salvo que pretenden generar un consenso entre las fuerzas progresistas. Con este propósito emprendió el EZLN una serie de excursiones por todo el país lideradas por auténticos apóstoles del neozapatismo que buscaron contacto con toda clase de organizaciones progresistas a lo largo y ancho del país. Este diálogo e intercambio que el EZLN ha tratado de construir con toda clase de organizaciones, partidos y colectivos de izquierda si bien ha sido en el papel una meta loable; en el terreno esta campaña de acercamiento se ha dado más o menos en los siguientes términos: “estas con nosotros? ¡Perfecto! ¿No estas con nosotros?, déjanos en paz y no opines sobre el EZLN, porque no sabes nada”. Y es que la naturaleza regionalista del movimiento neozapatista ha producido un obstáculo curioso en la discusión del tema: La irrefutable idea (de los neozapatistas y sus simpatizantes) de que si no has estado en sus comunidades no puedes opinar con precisión, y a veces ni con legitimidad. ¡Imagínese usted que esta lógica se aplicase a los historiadores!, Tendrían entonces que inventar el viaje en el tiempo o abstenerse de hablar. ¡O a los astrónomos! O a cualquier otra ciencia y-u objeto de estudio. Por supuesto que este argumento no resiste la más simple lógica, y es una especie de “campanalismo” (término acuñado en Italia) político, donde el aldeano solo se aleja más allá de su pueblo hasta donde deja de oír la campana de su iglesia.
El punto VI adelanta que el EZLN mantendrá el statu quo sin regresar a las armas ni llevando a cabo ataques al ejército y, como dijimos antes, esto es parte de la nueva estrategia “déjenos en paz”. El resto del texto simplemente refrenda su compromiso de seguir resistiendo, apoyando, y dialogando con movimientos semejantes en México y el mundo. Así cierra esta última declaración, intentando asentarse políticamente. Es un manifiesto que debe servir como soporte para una planeada larga resistencia llevada al martirio pero que renuncia a siquiera intentar un cambio profundo. Con esta declaración se posicionan de manera definitiva a la izquierda del espectro político, aunque como hemos visto, esto no fue siempre así. Por otro lado, el documento también tiene como objetivo el aislacionismo/ostracismo: primero como estrategia de defensa, pero también como método de santificación de sí mismos, impidiendo toda crítica externa, todo intento por escudriñarlos y poner en tela de juicio su fundamento ideológico, y sus posiciones políticas, tan incongruentes y cambiantes como los múltiples nombres que ha elegido el subcomandante Marcos.
Haciendo una valoración integral de los textos, de su redacción, su estilo, las palabras elegidas, los temas abordados, los temas no abordados, sus mutaciones y sus virajes; pero, sobre todo, colocados a la luz del contexto temporal y político del país, la región y el momento histórico en el mundo, se puede afirmar que las declaraciones de la selva Lacandona reflejan el carácter ecléctico-sincrético del EZLN. El mito de que sea un movimiento “incomprendido” a causa de su complejidad, del desinterés o de la ausencia de una investigación de campo en sus comunidades no tiene mayor sustento. No, la dificultad de desentrañar los misterios de este movimiento es perfectamente entendible y natural, atendiendo a los múltiples giros estratégicos e ideológicos que lo caracterizan desde su nacimiento.
Esta naturaleza “amalgamaria” del EZLN, por fortuna, no es la especulación de politólogos e investigadores, sino que ha quedado plasmada en la historia contada por ellos mismos precisamente. En la historia documental que sus seis declaraciones han regalado al mundo para ser analizadas como lo hemos hecho ahora, y en especial, para ser comparadas con la realidad, y los hechos concurrentes en cada uno de sus momentos. Así pues, hemos dejado que el EZLN nos cuente, a través de su palabra, todo lo relativo a ellos y su mundo; nosotros no hemos hecho sino escuchar su historia y compararla con los hechos, y esto es lo que seguiremos haciendo.
Notas:
(1). El Popol Vuh es un texto mitológico-histórico del pueblo K’iche de etnia maya. Una narrativa que data del tiempo anterior a la conquista.
(2). Quinta Declaración de la Selva Lacandona.
(3). Idem.
(4). Idem.
(5). Idem.
(6). Idem.
(7). Idem.
(8). Idem.
(9). Idem.
(10). Idem.
(11). Idem.
(12). Idem.
(13). López Obrador, La mafia nos robó la presidencia, 62
(14). Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
(15). Idem.
(16). Idem.
(17). Idem.
Autor
Docente de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad Fridrich-Schiller en Jena, Alemania. Miembro de la comisión de relaciones internacionales del Partido Popular Socialista de México.
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