es interesante situar las reformas en Cuba en un contexto general. ¿Qué papel desempeñan los mecanismos de mercado e incluso los sectores capitalistas de la economía en el desarrollo de un sistema socialista? Ciertamente, no se puede responder en términos generales.

    Por: Renate Koppe Responsable de la Comisión Internacional del DKP (Partido Comunista Alemán)
    Versión revisada de un documento presentado en la 5ª reunión del Comité Ejecutivo del Partido
    del DKP el 17/18 de abril de 2021.
    Traducido del alemán por: Arturo Gallegos García
    Enlace al original:
    https://www.unsere-zeit.de/der-kubanische-weg-zum-sozialismus-145213/

    La economía cubana a partir de los años 80

    La división del trabajo dentro del CAME garantizó una avanzada especialización en muchas ramas de la industria. Se importaron más de 700 productos de los estados socialistas en condiciones favorables y la industria cubana se integró sistemáticamente al modelo económico del CAME. Esta marcada división económica del trabajo a nivel internacional (dentro del CAME), tuvo como consecuencia que Cuba siguió dependiendo en gran medida del cultivo de la caña de azúcar y se abstuvo mayormente de una diversificación de su economía. Sin embargo, no se puede subestimar el apoyo recibido por el Estado caribeño dentro de este organismo. Por ejemplo, se suministró una gran cantidad de petróleo crudo a Cuba, que se procesó allí y se reexportó, que supuso alrededor del 40% de los ingresos en divisas; mientras que para la industria azucarera nacional también se fijaron cuotas de compra fijas. La dependencia de las importaciones de alimentos era mucho menor que antes de la revolución, aunque siguió siendo muy alta. En el contexto de la división internacional del trabajo dentro del sistema socialista, esta era sin duda una solución eficaz en aquel momento, pero más tarde -con la derrota del sistema socialista en la Unión Soviética y en Europa del Este- resultó ser muy problemática. Las dificultades comenzaron ya con la elección de Gorbachov como Secretario General del PCUS. Ya en 1986, la Unión Soviética redujo el precio del azúcar y del níquel, al tiempo que se elevan los precios de las entregas de, por ejemplo, vehículos o cemento a Cuba.

    Con la derrota del socialismo y la destrucción de la Unión Soviética, esta cooperación terminó por romperse: ni la Federación Rusa mantuvo las promesas de la Unión Soviética, ni la RFA mantuvo los tratados de la RDA. Los dos grandes socios de la importación y la exportación se derrumbaron, y con esto se paralizaron grandes plantas industriales en Cuba. Había grandes problemas en la agricultura (falta de fertilizantes, pesticidas, combustible) y como consecuencia, escasez de alimentos. En los años 90, la escasez de bienes de consumo aumentó aún más, aunque los precios se mantuvieron constantes y los salarios siguieron pagándose. Para garantizarlo, la oferta monetaria pasó de 4.200 millones de pesos a 11.000 millones en 1993. El tipo de cambio no oficial con respecto al dólar estadounidense pasó de 5 o 7 pesos a 100 pesos o más. El dólar estadounidense se convirtió en la moneda dominante en el mercado negro. Se estima que en 1993 había unos 500 millones de dólares estadounidenses en circulación fuera del sistema monetario regular. En 1993 se legalizó la posesión de moneda extranjera (es decir, dólares estadounidenses) y se institucionalizó parte del mercado negro, que se había desarrollado de todos modos (mercados de agricultores, autorización de un sector económico privado). Al mismo tiempo, el sector turístico se amplió enormemente como uno de los más importantes generadores de divisas. También se adoptaron medidas para reconvertir parcialmente la producción de azúcar orientada a la exportación.

    Al mismo tiempo, Estados Unidos intensificó el bloqueo económico en 1992 con la Ley Torricelli (The Cuban Democracy Act, 1992- iniciada por los demócratas, que prohíbe a las filiales de empresas norteamericanas comerciar o enviar dinero a Cuba) y en 1996 con la Ley HelmsBurton (Ley de Libertad y Solidaridad Democrática de Cuba, iniciada por los republicanos – endurecimiento del bloqueo).

    Un auto “Lada” de fabricación soviética usado como patrulla policial en Cuba. Al colapsar la URSS comenzó un enorme desabasto de refacciones para todos los automotores de fabricación soviética.

    El sistema de doble moneda a partir de 1994

    El Peso Cubano (CUP) es la moneda nacional original. Además de este se introdujo el peso convertible „CUC, que estaba vinculado al tipo de cambio del dólar estadounidense. La CUP podía cambiarse por CUC, mientras que el CUC era libremente convertible. Este acuerdo se concibió originalmente como un parche durante el periodo especial, pero luego se mantuvo en vigor durante décadas hasta el final de 2020. Un CUC (que equivalía y estaba vinculado a un dólar estadounidense) equivalía a 24 CUP.

    Esto consiguió desplazar al dólar en 2004, que podría volver a prohibirse. Los bienes relacionados con las divisas se comercializan ahora fuera del sistema de precios subvencionados por el Estado para los suministros básicos con CUC. Esto puso bajo control una parte del mercado negro, que en de facto fue „legalizado hasta cierto punto. En el plano económico, esto llevó -aunque no fuera la intención- a la aparición de dos categorías de empresas estatales: las que podían hacerse de divisas por mismas y las que dependían de las asignaciones estatales de divisas. El tipo de cambio de 1 dólar por 1 CUC se mantuvo hasta el final de este sistema, aunque no reflejaba en absoluto las condiciones del mercado. Esto restó enormemente la rentabilidad para las empresas que podían adquirir divisas por sí mismas, ya que por 500 dólares americanos ganados, únicamente recibieron 500 CUP (unos 20 dólares americanos). Por otro lado, las importaciones se abarataron para las empresas individuales, y los déficits resultantes fueron equilibrados por el presupuesto del Estado. En algunos casos, se introdujeron tipos de cambio específicos entre CUP y CUC para determinados sectores de la economía. Con todo esto, el sistema de planificación se hizo cada vez más difícil y solamente era posible determinar si una empresa trabajaba eficazmente mediante cálculos elaborados o incluso solo a través de estimaciones aproximadas. Un problema importante era que para las empresas individuales la importación era más favorable que la realización de pedidos en el mercado nacional. También empezaron a pagar parte de los salarios en CUC, lo que solamente se reflejaba de forma distorsionada en la contabilidad de las empresas, ya que allí un CUC equivalía a un CUP.

    Al final, un tercio de los empleados de las empresas estatales recibía parte de su salario en CUC. Al mismo tiempo, se incrementó la desigualdad en la población, puesto que una gran proporción de cubanos (40% en 2013) no tenía acceso al CUC. Como consecuencia, los trabajadores cualificados, tan necesarios, buscaron empleos no cualificados, por ejemplo en el sector turístico para acceder a las valiosas divisas.

    Billetes de pesos cubanos convertivertible “CUC”

    La búsqueda de una solución

    Como queda claro en este breve resumen, los problemas económicos y sociales eran y siguen siendo enormes. Pero esto era algo de esperarse. Es un enorme logro del pueblo cubano y de su gobierno haber impedido en Cuba un proceso semejante al colapso del socialismo en la Unión Soviética y en Europa del Este. Las soluciones de emergencia descritas anteriormente, que fueron necesarias para salvar la revolución, nunca pretendieron ser permanentes. Sin embargo, de 2008 a 2010, la crisis se agravó aún más por las consecuencias de los huracanes y la crisis mundial. Aunado a esto, el agravamiento de la escasez de divisas resultante, que se combatió con constantes medidas de austeridad, hicieron imposible modificar el sistema.

    A partir de 2011, debido a todos estos problemas, se volvieron a discutir y decidir reformas que ya habían sido abordadas en intensos debates sobre los ajustes de 1975, 1986 y 1992/93. En pocas palabras, el proceso de reforma que ahora está en marcha comenzó hace diez años. “Ya no podemos balancearnos más al filo de la navaja”, dijo entonces Raúl Castro. En aquel momento ya estaba prevista una reforma monetaria que preveía la supresión de la doble moneda. Otro problema de la época era la ineficiencia de las empresas estatales, que limitaba el desarrollo de la productividad.

    En 2020, hubo una caída del turismo debido a la pandemia de Corona. Esta fue una de las razones por las que las importaciones estuvieron un 40% por debajo del objetivo. Esto también afectó a la agricultura debido a la falta de forraje y fertilizantes, y hubo graves problemas de suministro. Incluso antes, en 2019, también hubo grandes problemas por las sanciones en el sector energético, lo que volvió a provocar la circulación del dólar en el comercio individual (en forma de tarjetas de crédito).

    Reformas de 2020

    A mediados de 2020 se introdujeron reformas de gran alcance:

    • Las cooperativas de producción y de servicios (desde 2014 también se permiten más allá del sector agrícola) podrán crearse libremente en el futuro.

    • La lista de “profesiones permitidas” en el sector privado se sustituye por una lista negativa de “no permitidas”. Antes se permitían 127 de las 2.110 profesiones del sector privado, pero ahora solo 124 están total o parcialmente exentas. Estas incluyen trabajos en educación, salud, medios de comunicación, el ejército, el comercio al mayoreo y negocios lucrativos con agua y energía. Sin embargo, apenas hay restricciones en la agricultura, la construcción, la industria manufacturera y la informática. Al mismo tiempo, en el sector agrícola, las oportunidades de comercialización de las empresas privadas se han ampliado.

    • Las empresas estatales pueden manejar sus propias cuentas de divisas, fijar sus propios productos y precios y realizar sus propias exportaciones, cuyo 80% de los beneficios se quedan en la empresa para reinversión. Existen condiciones especiales para las “empresas de alta tecnología” en el sector estatal.

    • A partir del 1 de enero de 2021, el CUC ha desaparecido y el peso ha pasado a tener un tipo de cambio de 24:1 con respecto al dólar estadounidense, que se aplica a toda la economía. Esto ha aumentado enormemente los costos para muchas empresas estatales, lo que también se refleja en el comercio.

    • Para compensar esto, desde principios de año está en vigor un salario mínimo de 2.100 pesos. A través de nuevas escalas salariales los grupos con salarios más bajos deberán ganar desproporcionadamente más. Algunos ejemplos: El salario de entrada para una enfermera es ahora de 3.110 pesos, y sube en cuatro escalones hasta los 4.610 pesos para el nivel más alto. El salario de un profesor de primaria es de 4.010 pesos. Un profesor universitario gana 5.060 pesos, exactamente lo mismo que un médico de familia en su primer año. El jefe de una autoridad pública o el director de una empresa pueden esperar al menos 7.310 pesos. Un alcalde cobra 7.660 pesos, un gobernador 8.510 pesos. Claramente, las diferencias salariales son muy pequeñas en comparación con los países capitalistas.

    Las escalas salariales se aplican en todas las empresas estatales. Al mismo tiempo, en la industria, se han eliminado todas las restricciones para las bonificaciones que, en el caso de las empresas rentables, ahora son entregadas por decisión de la empresa misma. Esto sirve para retener la mano de obra. Al mismo tiempo, está claro que esto también puede tener consecuencias muy negativas. Por primera vez también hay cotizaciones de un 5% a la seguridad social para financiar las pensiones y un impuesto sobre la renta del 3 o 5% en función de los ingresos.

    • La pensión mínima pasó de 280 pesos a 1.528 pesos, aunque todas las aportaciones a las pensiones se incrementaron proporcionalmente en esa cantidad.

    • En general, el objetivo general es eliminar “las subvenciones excesivas y las prestaciones gratuitas”, como dijo Miguel Díaz-Canel. Se van a recortar las subvenciones estatales de gran alcance, los precios subirán, mientras que al mismo tiempo se incrementarán los salarios. Esto debería ser un incentivo para acceder a un empleo formal, algo que en la actualidad solo se da en el caso del 64% de la población en edad de trabajar, frente al 76% en 2011. En el marco de esta política, los alimentos básicos se venden ahora también al precio del productor, lo que se traduce en lo que a veces provoca un aumento considerable de los precios (por ejemplo, una libra de arroz cuesta ahora seis pesos en lugar de 0,25). Esto no se aplica a las asignaciones especiales para niños pequeños, por ejemplo, ni a los medicamentos. Es obvio que esto crea el peligro de la inflación. Por lo tanto, se definió un factor máximo de 3 para el sector privado para los aumentos de precios (mientras que los salarios estatales se han multiplicado por 4,9).

    • Para las empresas estatales que tienen problemas financieros, existe un fondo especial de préstamos de ayuda. Sin embargo, se supone que las empresas deben de salir de sus „números rojos“por su propio esfuerzo. Se trata de empresas de producción, no de infraestructura.

    En todo ello se insiste en que no hay que abandonar la vía socialista de desarrollo, sino reforzarla. Las garantías sociales para la población y los logros, por ejemplo, en educación y sanidad, en la educación y la sanidad deben ser preservadas. Queda por ver hasta qué punto estas reformas tendrán éxito. Ciertamente, albergan muchos peligros debido al crecimiento del sector privado. Mucho dependerá, sin duda, de que las medidas de control sean apropiadas- y ciertamente también dependerá de cómo se desarrolle el sector privado capitalista. En la actualidad, todas las grandes empresas siguen en manos del Estado, y no parece que esté previsto ningún cambio hasta ahora.

    Un mes después del inicio de estas reformas, en febrero de este año, los representantes del gobierno cubano hicieron un primer balance provisional. Se ha producido un ahorro considerable en consumo de energía (en La Habana se consumió un 18% menos de lo previsto). 80.000 personas que antes trabajaban en el sector informal se han inscrito en las oficinas de empleo; la mitad han sido colocados. Sin embargo, también hay casos de precios excesivos y problemas de abastecimiento de ciertas mercancías, gran parte de la cual solo está disponible en el mercado negro. La falta masiva de divisas sigue existiendo, lo que está relacionado con la caída del turismo.

    Una evaluación más detallada de los resultados de las reformas hasta el momento se hizo en el Congreso del Partido Comunista de Cuba, que se celebró los días 16-19 de abril de 2021.

    El presidente Díaz-Canel anuncia la desaparición del peso convertible

    La nueva Constitución

    Aunque en este documento me he centrado principalmente en los procesos económicos, hay que comentar la nueva constitución, que fue ampliamente aprobada en un referéndum en 2019 y que también fue ampliamente discutida con anterioridad, porque deja claro que para Cuba no es cuestión de volver a las condiciones capitalistas; la constitución define el nuevo enfoque de la economía. La constitución señala también el papel del PC como partido marxista y leninista y la construcción del socialismo y una sociedad comunista (esto se incluyó en la constitución en el curso de la discusión constitucional). Sin embargo, el partido se describe ahora como la “vanguardia organizada de la nación cubana” en lugar de -como en la antigua constitución- como un “Vanguardia marxista-leninista de la clase obrera”.

    En cuanto a la economía, la Constitución también establece la planificación y el control del Estado:

    La concentración de la propiedad en personas físicas o jurídicas que no pertenezcan al Estado será regulada por este, que además garantizará una distribución cada vez más equitativa de la riqueza para respetar los límites acordados con los valores socialistas de igualdad y justicia social.

    El papel predominante de la planificación y de la empresa estatal socialista sigue manteniéndose en el texto, pero a diferencia de la constitución de 1976, estos gozan ahora de autonomía en la administración, evitando así la creación en los últimos años de grupos de empresas, que han sustituido a los ministerios en el control directo de la economía. El artículo 27 establece:

    La empresa estatal socialista es el sujeto principal de la economía nacional. Esta tiene autonomía en su gestión y administración, desempeña el papel más importante en la producción de bienes y servicios y cumple con sus obligaciones sociales.

    Una novedad es el artículo 20, que regula la participación de los trabajadores en la planificación: “Los trabajadores participarán en los procesos de planificación, en la regulación, administración y el control de la economía. La ley regula la participación de los colectivos laborales en la gestión y administración de las unidades empresariales estatales y las instituciones presupuestadas por el Estado”.

    El papel del mercado en la economía socialista

    Ahora es interesante situar las reformas en Cuba en un contexto general. ¿Qué papel desempeñan los mecanismos de mercado e incluso los sectores capitalistas de la economía en el desarrollo de un sistema socialista? Ciertamente, no se puede responder en términos generales. Cómo la Nueva Política Económica en los primeros tiempos de la Unión Soviética, el inicio de la readmisión de las empresas privadas en Cuba fue el resultado de una situación económica extremadamente difícil en la isla debido al colapso del sistema socialista en el que estaba integrada la división internacional del trabajo. También en la República Popular China se produjo, a todas luces, un aumento considerable de la productividad(es decir, del desarrollo de la fuerza productiva) que no era posible sin utilizar los mecanismos del mercado, es decir, con métodos capitalistas, aunque bajo el control de un Estado en el que la clase obrera es la clase dominante.

    Los éxitos de esta estrategia son claramente visibles en el ámbito económico. Pero también lo son los peligros, porque también está claro que el capitalismo -incluso bajo el control de la clase obrera- engendra capitalismo. Por cierto, esto se aplica no solo a las grandes empresas, sino también a las cooperativas, que bajo el socialismo son siempre también una esfera en la que se conservan las relaciones de propiedad capitalistas. Sin embargo, sigue abierta la cuestión de cómo estos sectores capitalistas pueden retroceder de nuevo en el curso del desarrollo ulterior del socialismo. Puesto que esto es necesario para superar las relaciones mercancía-dinero en primer lugar. En la República Popular China, se está produciendo un nuevo aumento de la influencia del Estado en las empresas capitalistas privadas, pero también una expansión de los mecanismos de mercado en la gestión de las empresas estatales. La cuestión de hasta qué punto una resupresión de estos mecanismos es posible, dado el dominio del imperialismo y de un mercado mundial capitalista, no es ciertamente una pregunta que pueda responderse rápidamente.

    Es interesante señalar en este contexto que hasta principios de los años 60 en la Unión Soviética (donde prácticamente todos los medios de producción estaban en manos del Estado, con la excepción de las cooperativas agrícolas, en las que, sin embargo, la tierra también seguía siendo propiedad del Estado) ya se hablaba de forma muy concreta de sustituir la creciente ineficacia del sistema centralizado. la creciente ineficacia de la economía controlada centralmente por métodos de procesamiento de datos (en los que la Unión Soviética seguía siendo líder en ese momento), y hacer participar a una gran parte de la mano de obra en la gestión de la economía. Se trataba de un sistema estatal general automatizado de recogida y procesamiento de datos, en el que trabajaba el informático soviético Wiktor Mikhailovich Glushkov (El trabajo científico de esa época se utilizó brevemente con éxito en la planificación de las empresas estatales en Chile bajo el gobierno de Allende). Con las reformas de Kossygin, este proyecto se abandonó en favor de mecanismos de mercado – sin fortalecer los sectores privados. Al menos en estas condiciones, esto no tuvo éxito. En las décadas siguientes, lo que finalmente condujo a la derrota del socialismo allí – una vez que la clase obrera ha tomado la Unión Soviética perdió su liderazgo en muchos sectores productivos. Una vez que la clase obrera toma el poder estatal y emprende una economía socialista esto no constituye un proceso irreversible, como se decía hasta los años 80.

    Sin embargo, la utilización -temporal- de mecanismos de mercado e incluso de sectores capitalistas privados de la economía no significa que se haya abandonado la dirección socialista del desarrollo. Este no es el caso de la RPC, Vietnam o Cuba, donde se puede observar un desarrollo comparable en todas partes.

    Lo decisivo aquí es la cuestión del poder político de la clase obrera, que puede garantizar una vía de desarrollo socialista. Cómo se resuelven las preguntas abiertas relacionadas con esto, es una cuestión de desarrollo y discusión científica en los mencionados países y el movimiento mundial comunista en general.

    La postura sobre Cuba

    Para nosotros, como comunistas, la solidaridad con los países que siguen una vía de desarrollo socialista es de gran importancia, por lo tanto, también la solidaridad con Cuba. Muy importante es aquí para dejar políticamente clara la postura de solidaridad con el socialismo en estos países, incluso frente a todos los intentos de abandonarla. En el caso de Cuba, esto se pudo observar en el partido „Die Linke“ (La izquierda), cuya dirigencia adoptó por unanimidad una resolución sobre Solidaridad con Cuba, que pide el diálogo con las fuerzas contrarrevolucionarias. A pesar de las declaraciones adicionales, esta resolución no fue retirada y la solidaridad con Cuba en el Partido „Die Linke“se limita a menudo a la exigencia de levantar el bloqueo -donde pueden verse en línea con la UE- sin referirse a la vía socialista de desarrollo de Cuba. Por otro lado, en el movimiento de la izquierda hay fuerzas que cuestionan fundamentalmente el desarrollo socialista de Cuba sobre la base de las reformas económicas señaladas (lo mismo que hacen en el caso de la República Popular China o de Vietnam) y no apoyan la vía de desarrollo socialista de Cubay llaman contrarrevolucionario al presidente cubano Díaz-Canel.