“Las madres fuimos paridas por nuestros hijos” era una de las frases preferidas de Hebe para definir su tránsito por la vida
“ Antes de que fuera secuestrado mi hijo, yo era una mujer del montón, un ama de casa más. Yo no sabía muchas cosas. No me interesaban. La cuestión económica, la situación política de mi país me eran totalmente ajenas, indiferentes. Pero me olvidé de quién era el día que ellos desaparecieron, nunca más pensé en mí” Hebe de Bonafini
Hebe Pastor de Bonafini nació en Ensenada un 4 de diciembre de 1928. Con solo 14 años, en 1942, se casó con Humberto Alfredo Bonafini, con quien tuvo tres hijos, Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra. Su vida cambiaría con la instauración de la dictadura cívico-militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. Sus hijos eran militantes y la represión se ensañó con la familia. El 8 de febrero de 1977, su hijo mayor Jorge Omar fue secuestrado y desaparecido en la ciudad de La Plata y el 6 de diciembre de ese año la dictadura secuestró, torturó y asesinó a su otro hijo varón, Raúl Alfredo, en la ciudad de Berazategui, ambos en la Provincia de Buenos Aires. El 25 de mayo de 1978 desaparecería también su nuera, María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.
Desde ese terrible suceso comenzó un camino que la llevó de ser un ama de casa a convertirse en una referencia mundial en la lucha por los derechos humanos, pero también sociales y políticos. “Antes de que fuera secuestrado mi hijo, yo era una mujer del montón, un ama de casa más. Yo no sabía muchas cosas. No me interesaban. La cuestión económica, la situación política de mi país me eran totalmente ajenas, indiferentes. Pero me olvidé de quién era el día que ellos desaparecieron, nunca más pensé en mí”.
Se dedica a buscar a sus hijos y junto con otras Madres funda la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Así denominadas porque se juntaban en la Plaza de Mayo. Cuando un policía les dijo que no podían quedarse allí y que tenían que circular, comenzaron a dar vueltas a la Pirámide de Mayo. Hebe de Bonafini tenía 49 años y sus pasos no se detendrían mientras su corazón latiera. Esas mujeres no se rindieron cuando tres de las Madres fundadoras —Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y Mary Ponce de Bianco— fueron secuestradas. “Fue durísimo cuando asesinaron a Azucena, a Esther y a Mary. Las secuestraron, las torturaron, las violaron y las arrojaron vivas al río. Quedamos en el mayor desamparo, con una gran soledad y nadie quería volver a la plaza, las familias nos decían: ‘No sigan más, qué están haciendo, las van a matar a todas. Fuimos casa por casa para convencer a muchas madres de que volvieran y volver a empezar”, recordaba Hebe.
El hostigamiento y la persecución oligárquicos contra su persona jamás cesaron. Reiteradas veces sufrió en su cuerpo la violencia policial. Sin embargo nada pudo doblegarla. Realizó giras por Europa donde denunció a la dictadura y nunca transigió con quienes planteaban las mal llamadas políticas de “reconciliación nacional”, apoyadas por la Iglesia Católica y los políticos de derecha, que en realidad significaban olvidar el genocidio. Queda en nuestras retinas su figura endeble pero firme frente a la carga de la policía montada, junto a otras madres en la crisis del 2001. Estuvo siempre del lado del pueblo, de Fidel Castro, del Comandante Hugo Chávez Frías y de todos los líderes de los procesos progresistas de Latinoamérica y del mundo. En Argentina claramente se alineó con los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, suspendiendo las Marchas de la Resistencia, «Este es un momento de construir, es un momento histórico, único. Con este presidente tenemos que recuperar nuestras empresas» decía en el 2006, a poco de asumir Néstor Kirchner.
“Las madres fuimos paridas por nuestros hijos” era una de las frases preferidas de Hebe para definir su tránsito por la vida. Su valor ha servido de ejemplo para que en todo el mundo se levanten voces de madres luchando contra los sucesivos genocidios. Argentina hoy la homenajea con tres días de luto.
Notas:
Imagen de portada: MARIANO SANCHEZ / AFP.
Autor
Comenzó a militar en 1982, en la Federación Juvenil Comunista, cuando Argentina aún era gobernada por la dictadura cívico - militar.
En 1986/87 es enviado a la República Democrática Alemana a estudiar en la Escuela Superior de la Juventud "Wielhem Pieck" durante 10 meses.
Psicólogo desde 1990 se focalizó en el trabajo con adicciones.
Autor de "El hombre nuevo, la mujer nueva: ensayo sobre la transformación revolucionaria de la personalidad" (2002) y "Marxismo, caos y complejidad" (2008), "Psicología y Marxismo" (2017).
En el año 2013 realizó conversatorios en Venezuela, sobre todo en el Estado Aragua donde se trabajaron los temas antemencionados. Desde febrero de 2014 y durante 6 meses desarrolló tareas de formación en todo el territorio venezolano convocado por la Escuela de Formación Argimiro Gabaldón. En ese marco asiste a las reuniones de formación de cuadros revolucionarios junto al diputado Jesús Faría.
En 2018 funda la Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva.
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