Reinosa (1987). Una cuestión de clase
A comienzos de 1987, Reinosa vivía un enorme clima de tensión social y laboral a causa de las carencias de servicios públicos y del constante decrecer de sus industrias. Se habían perdido 2000 puestos de trabajo en el curso del último bienio, a causa de la reconversión industrial.
Durante los días 3 y 4 de marzo, CENEMESA presenta un expediente de rescisión de 178 contratos, y Forjas y Aceros un expediente “de excedentes” que afectará a 463 trabajadores. El 8 de marzo la prensa se hacía eco de que el presidente de Forjas, Enrique Antolín, se marchaba a ocupar un cargo de directivo del Gobierno Vasco. Cuando Antolín llega a la fábrica a recoger sus pertenencias, es retenido por los trabajadores para forzar una negociación. Tras su liberación por la Guardia Civil y el posterior desarme y expulsión de ésta a manos del pueblo, el Gobierno responde a sus demandas sociales con cada vez mayores contingentes de Guardias Civiles, tanquetas y helicópteros.
Los enfrentamientos culminaron el Jueves Santo con las brutales cargas de la Guardia Civil sobre toda la población civil y un saldo de más de 60 detenciones, casi 100 heridos y, días después, un muerto: Gonzalo Ruiz García
Los días se sucedieron con enfrentamientos continuos, que culminaron el Jueves Santo con las brutales cargas de la Guardia Civil sobre toda la población civil y un saldo de más de 60 detenciones, casi 100 heridos y, días después, un muerto: Gonzalo Ruiz García.
Estos sucesos forman parte de nuestra Historia más importante, la que nos deja enseñanzas más útiles para nuestro presente y futuro. Aquella experiencia muestra que la concienciación, organización y lucha son el único camino para defender los puestos de trabajo y el futuro de Cantabria, a la vez que evidencia hasta dónde pueden llegar los poderosos para imponer sus intereses económicos a todo un pueblo.
En octubre de 1987, desde la Cárcel de Daroca, Pepe Balmón escribía estos versos:
REINOSA
Felipe tiene en la mano un puñal y no
una rosa
Para desangrar las venas de la
España laboriosa;
Pero en su negro camino se he la
cruzado Reinosa
Que ha levantado su puño altanera y
orgullosa.
La guardia civil avanza vestida de
calavera
Cientos de guardias civiles ansiosos de
sangre obrera.
El pueblo contra las balas con manos,
uñas y dientes
La vida y la libertad contra el terror y
la muerte.
Madre, cómo cantaría si viviera
García Lorca
Viendo a la guardia civil arrastrando
su deshonra,
Prisionera y desarmada por las calles
de Reinosa;
Entre un mar de barricadas va
llorando su derrota.
¡Obreros de toda España, hay que
seguir el ejemplo,
Hay que vengar en la lucha la sangre
de nuestros muertos,
Hay que conquistar al pan y la
libertad del pueblo!
¡Reinosa marca el camino: a la calle,
compañeros!
Nandu de Diego/Jairo Aja.
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