El camaleonismo oportunista del artista pop-rock a favor de la línea de opinión que domine en cada momento

    “ Algunas personas seguidoras de la carrera artística del cantante han manifestado cierta decepción por ese supuesto actual apeo de las filas del progresismo político. Sin embargo, como nos ocuparemos de glosar en los próximos párrafos, las últimas declaraciones de Sabina, lejos de constituir una deriva incongruente, no hacen sino apuntalar un recorrido impecable guiado por los intereses más jugosos en favor de la línea de opinión que domine en cada momento”

    Durante la presentación de la biografía audiovisual que sobre su persona ha realizado el director Fernando León de Aranoa, el cantante pop-rock Joaquín Sabina ha declarado: “Era de izquierdas, pero ahora no lo soy tanto porque tengo ojos y oídos”. Así lo explicó: “Luego que las revoluciones del siglo XX fracasaron todas, el comunismo ha sido un desastre y la deriva de la izquierda latinoamericana me duele enormemente, y las del siglo XXI que avanzan son el feminismo y la lucha LGTBI”. No obstante, valoró como positiva la victoria electoral del izquierdista Lula da Silva sobre Jair Bolsonaro al tiempo que definió a Vladímir Putin y Donald Trump como “cosas feas” que le habían llevado a estar “muy enfadado con el siglo XXI” y elevó a Volodímir Zelensky a la categoría de “héroe sin precedentes” (Huffingtonpost.es, 15/IX/2022). (1)

    Algunas personas seguidoras de la carrera artística del cantante han manifestado cierta decepción por ese supuesto actual apeo de las filas del progresismo político. Sin embargo, como nos ocuparemos de glosar en los próximos párrafos, las últimas declaraciones de Sabina, lejos de constituir una deriva incongruente, no hacen sino apuntalar un recorrido impecable guiado por los intereses más jugosos en favor de la línea de opinión que domine en cada momento.

    Haremos el repaso a la línea discursiva sabiniana siguiendo como hilo conductor la concesión con que la analista geopolítica (Cuatro.com, 8/IX/2021) (2) y otrora presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, homenajeó a Sabina hace un lustro largo. Por aquellas fechas Díaz y la sucursal andaluza de su partido hacían gala de un acentuado españolismo anticatalán como estrategia de comunicación a la hora de diferenciar su discurso frente a quien era su rival en la guerra interna por el control del PSOE a nivel estatal, Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno español y a la sazón secretario general del partido, dimitido tras perder la votación de su Comité Federal (Lavanguardia.com, 5/X/2016). (3)

    Así, las intervenciones de Díaz en los últimos tiempos estuvieron plagadas de llamadas a “la unidad de España” y todas sus variantes retóricas como desautorización implícita a los contactos que Sánchez estaba llevando a cabo al objeto de ser investido presidente del Gobierno español; acuerdos que al parecer implicaban la colaboración con partidos soberanistas catalanes y vascos (Europapress.es, 24/X/2016). (4)

    Las soflamas españolistas de Díaz y la franquicia andaluza del PSOE contra el derecho de autodeterminación de los pueblos fueron por aquella época constantes e innumerables, tanto en actos de su partido como en los institucionales derivados de su condición de presidenta de la Junta; dimensión esta última en la que tenemos, por ejemplo, el discurso de fin de año de 2015 (“Creo que como presidenta recojo el sentir de la inmensa mayoría de los andaluces cuando digo que la unidad de España y la igualdad de los españoles vivan donde vivan son pilares irrenunciables de nuestra convivencia; Okdiario.com, 31/XII/2015) (5), el equivalente de 2016 (“Debemos tener voluntad de aportar al progreso de España, para fortalecer la unidad y la armonía entre todos”, “España tiene futuro”; ABC de Sevilla, 31/XII/2016, p. 34) o el del Día institucional de Andalucía (28 de febrero) del mismo año, en el que afirmó que “la exigencia de la comunidad pasa por que se garantice la unidad de España y la igualdad de derechos y deberes de todos los españoles” y que “algunas comunidades españolas plantean retos urgentes a España, a veces en términos de desafío”, en alusión (poco) velada a Cataluña, mientras que “a Andalucía lo que le corresponde, por el contrario, es aportar cosas importantes a España” (6). No sabemos si se refiere a seguir aportando mano de obra barata para la emigración a otros territorios del Estado o a la extracción de materias primas y la función de vertedero de residuos para las corporaciones y multinacionales mineras y químicas (véase Rodríguez Illana, 2021). (7)

    En diferentes momentos Díaz invocó el artículo 2 de la Constitución española de 1978: en una ocasión declaró “que Pedro Sánchez «tiene que saber, porque fue secretario general del PSOE, que la modificación del artículo 2 de la Constitución –que recoge la indisoluble unidad de la nación española– no está en la Declaración de Granada, a la que nos vinculamos todos los socialistas»” (Europapress.es, 2/V/2017) (8); otra vez (ya después de ver frustradas sus aspiraciones de sustituir a Pedro Sánchez como secretaria general) subrayó sentirse “«cómoda» con el artículo 2 de la Constitución, después de que el proyecto político aprobado por el 39 Congreso Federal del PSOE haya apostado por una reforma «federal» de la Constitución para «perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado»” (Ecodiario.eleconomista.es, 17/VI/2017) (9). A pesar de que goce de consenso y prestigio generalizados, el artículo en cuestión, cuya redacción fue impuesta con toda probabilidad por los elementos franquistas de la cúpula militar (Navarro Estevan, 2003) (10), declara que “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles” y formula dicha “Nación” (escrita con mayúsculas) contra el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las naciones (reales) que forman parte del Estado español. Naturalmente, en tal artículo “no hay lugar ni para la libertad colectiva, ni para la democracia. Sería posible hablar de verdadera «patria común» si se hubiese establecido un procedimiento en el que las partes nacionales que son reconocidas por la misma Constitución pudiesen expresar su voluntad libérrima de pertenencia al todo nacional” (Bastida Freixedo, 2007 (11); cit. en Moreno Cabrera, 2011: 172 (12)).

    Hay que decir, en honor a la verdad, que si bien estas y otras ideas-fuerza del ya extinto ‘Susanato’ suponen sin duda una exacerbación, tales vectores semánticos gozan en realidad de un dilatado recorrido en el historial discursivo del régimen colonial y desde la primera legislatura autonómica (mayo 1982 – junio 1986) “Andalucía se convierte en la «esencia» o garante de la unidad del Estado –contra los nacionalismos «separatistas»– y de sus valores culturales” (Hijano del Río y Ruiz Morales, 2003: 14) (13). Pero no es este el lugar para detenernos en tal cuestión.

    Toda esta configuración argumental en discursos políticos, medios de comunicación y novedades editoriales tuvo como complemento la vertiente de los reconocimientos institucionales. De la misma manera que una marca comercial elige para su anuncio a una personalidad famosa o popular a la que asociar su imagen, el elegido por Susana Díaz como destinatario del título de Hijo Predilecto de Andalucía de 2016 fue, junto al cirujano portuense Ángel Salvatierra, el mentado Sabina.

    El ubetense sumaba, así, una líder con presumibles objetivos hacia la presidencia del Gobierno español al dilatado historial de contactos en las altas instancias político-institucionales, desde que apoyara la candidatura del alcalde Juan Barranco, del PSOE, a la alcaldía de Madrid, lo que no le impediría años más tarde bailar un chotis ante las cámaras con Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad, del PP, tras recibir de manos de esta la Medalla de Oro de la Ciudad de Madrid (Toledo, 2014) (14). Otra prueba de su lista de convenientes conexiones fue su actuación en el 21º aniversario de la Constitución española ante el expresidente de la Comunidad de Madrid y posterior ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, también del PP (El País, 2/XII/1999) (15). Sabina, en una entrevista conjunta televisiva en TVE a cargo de la periodista Julia Otero, el 22/II/2005 (16), con el político del Partido Popular, cuya carrera política por entonces gozaba de una importante proyección (incluso como futuro presidenciable) y el favor de los medios (incluidos los de tendencia socialdemócrata), no dudaba en halagar a su contertulio (17); un amigo del que renegaría sin embargo años después en otro diálogo, esta vez con el presentador Risto Mejide, tan solo un par de días antes de la desautorización de que Ruiz-Gallardón fue objeto por un Mariano Rajoy que retiraba su ley del aborto, lo que llevaría a dimitir en septiembre de 2014 a un Gallardón ya agonizante políticamente, a quien Sabina pasó automáticamente a describir en estos términos: “Gallardón murió. El que me parecía un lujo para la derecha cavernaria española, murió. Lo hicieron ministro y se transformó. […] Era un tipo con el que se podía hablar, se podía uno tomar unas cañas, hacer chistes siniestros y lo entendía todo” (Cuatro.com, 21/IX/2014) (18).

    La capacidad de Sabina de jugar a ambas bandas quedó también patente cuando repitió el modus operandi con el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, del PSOE, a cuya plataforma de apoyo (“PAZ”) no dudó en sumarse para que fuera reelegido en 2008, después de que este instaurara la aplicación del canon digital a las grabadoras de CD y DVD, MP3 y MP4, teléfonos móviles y PDA, entre otros dispositivos capaces de almacenar o reproducir música; una medida que fue interpretada por las personas usuarias como un intento injusto de favorecer a las compañías discográficas (19) (y con ello, como efecto colateral, a sus artistas superventas). En un primer gesto de sinceridad, Sabina confiesa a Mejide que “ni siquiera cuando hice lo de la ceja [campaña pro-Zapatero] voté”, lo que ofrece una medida del grado de interiorización desinteresada de su compromiso político con el expresidente español. Solamente tres años después, en enero de 2011, año en que el PSOE perdería unas elecciones que ya se rumoreaba que Rodríguez Zapatero iba a adelantar ante la bajada de popularidad que le supuso su obediencia a los recortes de la troika europea, Sabina explicaba: “no seré yo quien se ponga a estas alturas a defender a Zapatero porque ya tengo la ceja bastante afeitada”. En otro momento de la misma entrevista hacía gala de su habilidad para la ambivalencia calculada, siempre supeditada al alineamiento con la corriente dominante, como cuando comentaba esto sobre Cuba: “Sigo pensando que fue una revolución ejemplar, faro de otras cosas que pasaron, que dio unas cuantas lecciones y que ahora es un fracaso absoluto. […] Y a mí sí me importa la mortalidad infantil y la educación y la sanidad… También veo cómo se desangra la isla y la cantidad de exiliados… Todo esto lo veo, pero mi corazón… ¡qué le vamos a hacer! No tengo que pedir perdón por los movimientos de mi corazón” (Publico.es, 21/I/2011). (20)

    Curioso defensor de la forma de Estado republicana, el cantautor es capaz de calificar como “muy siniestro”, “muy lamentable, muy anacrónico y muy antiguo” “seguir hablando de reyes” “en pleno siglo XXI” al tiempo que cultiva su amistad con Simoneta Gómez-Acebo y Borbón, Grande de España y sobrina de Juan Carlos I, y comparte veladas con ella, con el ahora rey Felipe VI y con Letizia Ortiz (Toledo, ibid.). Tales movimientos no son aleatorios: si durante una gira por Argentina en 2012 era capaz de fotografiarse con una gorra de la petrolera YPF y expresar su simpatía por la reciente renacionalización (Lanacion.com.ar, 14/V/2012) (21), en otra entrevista televisiva, también con Julia Otero en TVE e igualmente a dos, el 19/VI/2012 (22), Joan Manuel Serrat le exhortaba en relación con ese asunto: “Hoy vas a tener que definirte, o sea que no se puede andar con indefiniciones en la vida”. El ubetense se preguntaba, sorprendido: “Definirme ¿con respecto a qué?”. Serrat le concretaba: “Con respecto a esto que está diciendo Julia”, en referencia a la expropiación de YPF a Repsol por parte del Gobierno argentino. “Frente a una cosa de estas, ¿tú cómo te posicionas?”, le insistía. La respuesta de Sabina define de forma certera las atracciones de los movimientos de su corazón: “Depende”. Serrat insistía: “Pero depende ¿de qué?”, ante lo que el ubetense lo aclaró todo de forma transparente: “Depende de si canto en Madrid o en Buenos Aires”. La entrevistadora le inquirió si era un hombre pragmático. “No; cínico”, contestó, en un alarde de impagable sinceridad. (23)

    Minutos más adelante, Otero quiso saber si Serrat o Sabina habían “tenido algún problema con el mundo bancario”. Sabina se adelantó a Serrat en sentido negativo: “Yo no he tenido. Como soy muy de pueblo y creo en el calcetín y en el colchón, yo no he tenido ni siquiera una hipoteca en mi vida”. Prosiguió Otero: “O sea, tú has comprado cuando has tenido dinero”. Sabina intentó explicarse: “Sacaba, atado con una… [gesto de extraer un fajo de billetes colgando de una cuerda] así que cuando oigo a alguna gente, a algunos tertulianos decir «todos tenemos la culpa, todos hemos vivido por encima de lo que nos correspondía», yo digo: «mire, no me meta en ese saco porque yo, no»”. (24) Poco antes, la periodista les había interpelado: “Por cierto, supongo que no estaréis entre esos patriotas [haciendo el signo de las comillas] que, dada la situación económica, están cogiendo dinero y se lo están llevando fuera de nuestro país; porque haberlos, haylos: dicen que bastantes”. “Si yo no tengo dinero que llevarme, si todo el cincuenta por ciento de lo que gano se lo lleva Hacienda” (25), lamentaba un Sabina que en la arriba citada entrevista con Mejide se había quejado de que “Llevábamos años diciendo ‘joder, qué país’ y hay niños con malnutrición, damos dinero a los bancos y nadie sale a quemar bancos”. Lo dice quien en la igualmente citada entrevista a Público opinaba que hay que volver a la protesta en la calle: “Sin duda. La izquierda en general y yo en particular, que no la piso demasiado” (26). “De todos modos, estamos esperando que surja un 15-M en Cuba. Que la gente salga a la calle y diga qué es lo que no le gusta”, deseaba el mismo año, un par de meses antes de dar su primer concierto en Miami, desiderata hábilmente pronunciada en prevención de que su actuación corriera la misma suerte que la del cubano Pablo Milanés, la cual había sido objeto de intentos de boicot por parte de sectores del exilio cubano (Elmundo.es, 29/VIII/2011) (27). Lo llamativo es que el deseo expresado por este orfebre de la demagogia nunca fuera compartido en alguno de los varios conciertos que había ofrecido previamente en Cuba, donde incluso había sido recibido por Fidel Castro, con quien charló durante cinco horas (Toledo, ibid.).

    La misma persona que se extraña de que la gente no salga a la calle a quemar bancos, que en su discurso de Hijo Predilecto de Andalucía dice que no quiere “la España de charanga y pandereta
 […] mientras el jornalero y el paleta blasfemen contra el dios de los banqueros” (28), que afirma no tener dinero porque la mitad de lo que gana se lo lleva Hacienda y que el poco que tiene lo guarda debajo del colchón, ha dispuesto de una estructura societaria montada por el despacho de asesores fiscales Nummaria, el mismo que creó el entramado de otros clientes como Imanol Arias y Ana Duato, acusados de defraudar cerca de tres millones de euros a Hacienda (de hecho, el notario que constituyó las empresas de Sabina fue el mismo que intervino en las de los protagonistas de Cuéntame cómo pasó). La finalidad de la estructura creada por Nummaria para Sabina, cuyas empresas ha estado investigando la Agencia Tributaria, es “conseguir suculentas deducciones en los ingresos que obtiene por actuaciones y venta de discos. El entramado, que está operativo desde enero de 2013, también habría permitido al cantante albergar en condiciones preferentes un patrimonio de al menos 6.742.959 euros” mientras otra parte de su riqueza permanece oculta. La estructura societaria de Sabina reproduce fielmente el esquema utilizado masivamente por Nummaria, según la Fiscalía Anticorrupción, para asegurar la opacidad de las operaciones económicas de sus clientes ante Hacienda y terceras personas físicas y jurídicas utilizando comunidades de bienes y uniones temporales que actuaban como firmas instrumentales. Aunque Sabina ni sus empresas figuran en la querella de dicha fiscalía, que desencadenó el caso, lejos de su autoproclamada vida austera de billetes en el calcetín, “según consta en el Registro Mercantil, Sabina ha utilizado el grupo para ingresar sólo en 2014 un total de 3.048.718 euros. El conglomerado suma, además, un patrimonio neto de 6.742.959 euros y sus beneficios ascendieron a 1.495.044 euros. Sin embargo, únicamente pagó 263.169 euros en Impuesto de Sociedades, es decir, en torno a un 14% de sus ingresos, muy lejos del 25% al que estaban sometidas sus mercantiles” y aún más lejos del tipo máximo del 46% (más de 60.000 euros al año) que se le habría aplicado al cantante si hubiera declarado esos ingresos como rentas del trabajo (“la mitad”, que, según él, le sustrae Hacienda). Una de las dos ramas de la unión temporal de empresas a nombre de Sabina y su pareja sentimental reconoce en sus cuentas que “ha recibido actas de la Agencia Tributaria” por discrepancias en el “Impuesto de Sociedades y el IVA de los ejercicios comprendidos entre 2008 y 2010”, motivo por el cual el cantante ya ha tenido que pagar una sanción por esos tres ejercicios, así como ha tenido que abonar también por los dos años siguientes (Elconfidencial.com, 8/IX/2016). (29)

    A diferencia de las conexiones internacionales de la red de Arias y Duato, el entramado de Sabina se concentra en el Estado español “pero sorprende su complejidad porque el cantante y su pareja son, en realidad, los únicos propietarios de todas las mercantiles que lo integran” y “en el caso de autores y artistas, estas estructuras suelen emplearse para facturar a través de sociedades ingresos que deberían computarse como rentas del trabajo y que, por tanto, conllevarían la aplicación de un tipo impositivo mucho más alto”. La rama empresarial de Sabina arriba citada “sufrió en 2014 un embargo preventivo de más de tres millones de euros por canalizar cobros que el cantante debía haberse imputado en su declaración del IRPF”, motivo por el que Sabina ya ha sido multado por Hacienda (según la misma cabecera, 9/IX/2016) (30). En época más reciente “El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha desestimado tres recursos de sociedades relacionadas con el cantante por distintas inspecciones de Hacienda. Sabina intentó desligarse de una de las empresas presentando un contrato firmado en Londres en 1992 pero el tribunal no lo ha considerado creíble” (nuevamente, mismo medio, 21/IX/2019). (31)

    El camaleonismo del artista pop-rock vuelve a evidenciarse cuando examinamos su posicionamiento sobre la independencia de Cataluña, y aquí volvemos al hilo conductor de nuestro relato mediático. Aunque no sea óbice para que profese un acostumbrado nacionalismo español, en la referida entrevista con Mejide de septiembre de 2014 opinaba en torno al proceso soberanista que “sí está tan claro que la gente tiene derecho a votar cuántas más cosas mejor. En otros países, a la vez que se votan gobernadores se votan medidas concretas como si legalizamos la marihuana. Aquí no. Hay una falta de pedagogía brutal” (32). Esta fue una postura bien diferente de aquella de la que, como pasamos a ilustrar, haría gala con motivo de la concesión del título de Hijo Predilecto de Andalucía otorgado por la Administración autonómica de Susana Díaz, cuyo discurso, como reflejaba la Proposición No de Ley por entonces redactada por el PSOE-A, supone “rechazar […] de forma contundente y nítida […] cualquier propuesta e intento de consulta o referéndum que tenga por objeto sustraer la voluntad soberana del pueblo español” ya que “la autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento solo traerán mayor fractura que ya de por sí divida” (33). Si es cierto que, tal como revelaría él mismo en su discurso de recogida del título de Hijo Predilecto de Andalucía (y según vamos a ver en breve), cumplió “sesenta y siete tacos el día doce 
de febrero”, momento en el que fue conocedor de la concesión del galardón a través de una llamada telefónica de la propia presidenta de la Junta (“esa tarde me llamó Susana”) (34), en la siguiente conversación con el escritor y académico de la RAE Arturo Pérez-Reverte, publicada dos días después de la comunicación en Elmundo.es (14/II/2016) (35), Sabina demuestra tener bien aprendido el guión. Cuando, según el autor de la información, “alguien dijo Cataluña y se pusieron serios”, el artista hace uso de los tópicos más manidos del españolismo (recopilados por Taibo, 2014) (36) para pronunciarse al respecto: “Yo, que llevo en mis venas gotas de sangre jacobina, recurriré en este caso a la tradición histórica de la izquierda: ¡Vayamos al internacionalismo! Regresar al aldeanismo identitario no tiene sentido, así que no siento ningún respeto por el asunto catalán”.

    Tras conocerse la noticia de la concesión del reconocimiento, el cantante proyectaba las ideas-fuerza que debía difundir en una entrevista a Eldiario.es del 22/II/2016 (37). Cuando el periodista le da el pie correspondiente (que, de ser catalogado como pregunta, en todo caso sería retórica) y le dice que “Hacer distinciones entre territorios es hasta casi peligroso tal y como está el patio, ¿no?”, Sabina no duda en hacer uso del permanente lugar común: “Sí, claro que sí. Pero Andalucía, como dice su himno, siempre pensó en España y en la humanidad a pesar de tener una cultura tan profundamente singular. Así es mi tierra”. Después, el entrevistador le pide que se pronuncie respecto a “cómo está viviendo todo este proceso para la investidura de un nuevo presidente del Gobierno”, a lo que Sabina amplía el foco de su indignación moralizante contra los bancos a la degradada ‘clase política’ ávida de poder: “Estupefacto como cualquier ciudadano, harto de políticos que piensan en sillones y ministerios más que en el bien común”.

    La siguiente pregunta le conminaba a hacer una valoración en torno al caso de los dos granadinos de la compañía Títeres desde Abajo, detenidos dos semanas antes, encarcelados en prisión preventiva y acusados de enaltecimiento del terrorismo por un juez de la Audiencia Nacional, expolicía franquista (LaHaine.org, 9/II/2016) (38), a raíz de una obra representada en el Carnaval de Madrid basándose en que había público infantil y uno de los títeres mostraba un cartel en el que se leía “Gora Alka-ETA”, con el consiguiente linchamiento político-mediático que venía a unirse a la deriva represiva experimentada en el Estado español con la nueva versión del Código Penal (39), cuyo artículo aplicado en este caso prescindía de la intencionalidad y el contexto (40). Los artistas representaban una sátira sobre los montajes jurídico-policiales, exactamente aquello que les terminó sucediendo, y los medios en general se sumaron a construir la versión del juez a sabiendas de su falsedad, para atacar al Ayuntamiento de Madrid, el cual, por otra parte, en lugar de defender a los dos trabajadores contratados y su libertad de expresión, los denunció por incumplimiento de contrato (41) a pesar de que los titiriteros avisaban antes de sus representaciones de que la obra no era políticamente correcta para la asistencia de niños y niñas (HuffingtonPost.es, 10/II/2016 (42); 8/II/2016) (43) y de que dos madres que testificaron en la causa abierta aseguraron que había “más violencia en los dibujos de Bob Esponja” (mismo medio, 13/IV/2017) (44). Sabina evidencia de nuevo una depurada habilidad para la equidistancia demagógica (vid. supra el compendio de Toledo, op. cit.) con su valoración del episodio represivo: “Torpe y excesivo por parte de los jueces y los medios y lamentable por parte de la concejalía responsable del equívoco”.

    La última de las respuestas significativas del ubetense en torno a las consignas de la Administración Díaz, cuando le preguntan qué visión tiene del Día de Andalucía (se refiere al día institucional, el 28-F) y si “ha cambiado mucho su sentido con el paso del tiempo”, es la mención a “Blas Infante, buena gente que no quiere asimetrías si no [sic] ciudadanos libres, iguales, solidarios”; una alusión al padre de la Patria/Matria que, según hemos tenido ocasión de repasar en otro lugar (Rodríguez Illana, 2017 (45) y 2022 (46)) al hilo de una caricatura gráfica sobre Infante y la reproducción de algunos fragmentos de la presentación editorial de una edición de El Ideal Andaluz publicada por la Junta, vuelve a presentar a don Blas como un moderado españolista totalmente apto para agitar contra los llamados nacionalismos periféricos y, en el contexto actual, concretamente contra el soberanismo catalán.

    Durante el acto de entrega de las condecoraciones, Sabina declara en una muestra de complicidad con Susana Díaz, a la que sonríe desde el atril: “hoy cómo no voy a querer estar agradecido a mi querida presidenta, a la Junta de Andalucía” (47), para, seguidamente, leer el discurso que ha preparado en verso y que comienza narrando que, coincidiendo con su cumpleaños, “esa tarde me llamó Susana. Presidenta le dije, no me tiente,
 con medallas impropias de un gualtrapa”. Tras esta breve introducción de conmovedora modestia, el cantante considera necesario dedicar más guiños a quien le concede el galardón: se autodefine como “el rojo con abono en la Maestranza” o “el ateo que espera a la Esperanza 
de Triana soñando una saeta” y declara que “manque pierda el Betis, quiero siempre que gane el andaluz”.

    Como ya podrá inferirse de estos enunciados, el propio Ejecutivo presidido por Díaz ha proclamado estar “apostando de forma decidida por la tauromaquia, porque se trata de algo más que un espectáculo público y forma parte de la identidad y cultura de Andalucía” (Europapress.es, 13/IX/2013; vid. supra (48)), por ejemplo respaldando que Utrera retirara la ordenanza que prohibía a los menores asistir a las corridas de toros (Gaceta.es, sin fecha; vid. supra (49)), y además la entonces presidenta de la Junta es, precisamente, “devota de la Esperanza de Triana, en la que sale su marido de costalero” (Abc.es, 17/IV/2014 (50)), así como “reconocida seguidora del Betis” (Estadiodeportivo.com, 21/XII/2016 (51)).

    El cantautor superventas deja clara su sintonía con el retrato hegemónico acerca del egoísmo “nacionalista” de catalanes o vascos enfrentado al pobre y llano pueblo español (de nuevo, véase Taibo, op. cit.: 86 y ss.): “en estos tiempos de tribales identidades antisolidarias uno acepta encomiendas federales si no son desiguales y gregarias”, continuó su soliloquio de agradecimiento por la distinción. Los momentos de peligro para la sagrada unidad del Estado exigen el recurso a la sempiterna metáfora del muro: “Urge por eso, en tan inciertos días
, construir puentes, destruir barreras”, por supuesto, utilizando a Andalucía como pretexto de choque contra las aviesas herejías soberanistas que “solo traerán mayor fractura que ya de por sí divida”, por rescatar una vez más el discurso parlamentario del PSOE (52). Sabina completa la oración con que formula su desiderata abogando por “que sea la verdiblanca la bandera
 de la cultura, el pan y la alegría”, puesto que, reiterando el tópico del abierto y universal cosmopolitismo andaluz al uso en este tipo de mensajes, “de Huelva y de Jaén eran mis padres,
 mis amigos don nadies sin fronteras”, ya “que todo el mundo en esta tierra cabe” y “aquí no sobra nadie”. Asombrosa es su enumeración de artistas entre los que se encuentran “Rilke, Hemingway, Gibson, Brenan y el orondo Orson Wells, guiris de pro que, entre la magia, el llanto y la verbena Blas Infante a su causa convirtió” (¿?). En la misma línea de cosmopolitismo andaluz va su autodefinición como “andaluz y español, más europeo que el virus que nos quiere separar”, con el culto al “Bendito veintiocho de febrero”.

    Así quedan reproducidos en la intervención del cantautor los pilares del relato mítico del 28-F en el que supuestamente Andalucía luchó por ser de primera en una igualdad de todos los españoles que hoy supuestamente está amenazada por los separatistas que quieren romper el país (Torres, 2016) (53). Un país donde “la Ilustración brilló cuando las cortes 
de Cádiz se metieron en faena”, verso que contribuye, como suele hacerse, a ocultar, bajo la cobertura del conflicto menor que enfrentó a partidarios del liberalismo y adeptos al viejo régimen, el gran conflicto que opuso durante largo tiempo al pueblo contra el hiperdespótico y corporativo dúo capital-Estado liberal, el cual traería la imposición del castellano; centralismo agobiante; militarización, homogeneización y jerarquización social extrema; negación total de los derechos colectivos de los pueblos con personalidad propia y supresión de la soberanía asamblearia de un municipio que quedaba inerme ante poderes foráneos de potencia descomunal de acuerdo con el sufragio censitario desarrollado por la ulterior ley electoral (Rodrigo Mora, 2010) (54).

    No alude Sabina a la relación entre dicho Estado y el hecho de que “regular, mire usted, tirando a mal anda nuestra marchita economía”; eso sí, “pero en arte, delirios y osadía
 no conozco un parnaso tan frutal”, pues, por extender el tópico de lo a gusto que se vive en este país, “es verdad que el ciclo de la luz, el pescaíto, el mar, el vino, el clima convierten en fanático andaluz al que a su gente singular se arrima”, “un paraíso hospitalario
 al sur del sur”. Este último no es más que la reedición del enunciado pronunciado por José Rodríguez de la Borbolla, segundo presidente de la Junta autonómica, quien declarara que “Andalucía es el sur más atractivo del sur hacia el que Europa retorna” o que “Desde el sur del sur […] se va a acceder al centro y norte de Europa por vías rápidas de comunicación” (Hijano del Río y Ruiz Morales, op. cit.: 25); sur al cuadrado, ‘europeo’ y ‘español’.

    También vuelve Sabina a des-nombrar a Andalucía con el sintagma “el sur luminoso que prefiero”; no el norte del Mediterráneo (por ejemplo) sino el sur, obviamente, de un Estado en el que clama: “abrácense por fin las dos Españas, muera el siniestro guerracivilismo”. El rockero, amén de haberse declarado (como hemos visto) “más europeo que el virus que nos quiere separar”, reproduce aquí la acostumbrada narrativa equidistante en torno a la guerra fratricida entre hermanos difundida por la historiografía oficial desde los años sesenta (época en que el cantante conoce su juventud) y reeditada recientemente por el candidato pepero Alberto Núñez Feijóo (“Hace 80 años nuestros abuelos y bisabuelos se pelearon”; Lasexta.com, 7/XI/2022) (55) para referirse al golpe de Estado de 1936, en un período de suavización ideológica del régimen motivado por condicionantes tanto internos como externos, lo que daría lugar, en 1964, al eslogan oficial de los “veinticinco años de paz”. Como describe Arana (1998: 112-113), “En un ambiente en que las muertes y las esperanzas quedaban lejanas, el miedo dentro y el bienestar –embrutecedor desde luego– era lo que se palpaba, el apoyo popular al Régimen fue considerable. […] El televisor entra a formar parte de la sociedad española, situándose en el seno de cada familia como un miembro más de la casa, en plano de igualdad con los componentes anteriores. La otrora Cruzada comienza a ser desideologizada, quitándoles de paso a los vencidos lo único que les podía quedar, la íntima satisfacción de haber combatido por una causa noble y contra la opresión. Empezaron a circular frasecitas del tipo de «buenos y malos hubo en un bando y en otro», «cada uno luchó donde le tocó», como si aquello hubiera sido una tómbola. ¿Los mineros asturianos combatieron al fascismo porque les tocó? Esta desideologización prepara el camino para adaptarse a «Europa», el destino palpable para los más clarividentes”.

    En el nacionalismo español de Sabina tampoco falta la vertiente lingüística: “con lo que va apreciándose y creciendo por todo el ancho mundo el español, ¿qué coño hace ese shosho
malvendiendo su inglés barato por Eurovisión?”, dice Sabina, haciéndose eco tanto de la canción seleccionada para el famoso concurso, que en esa edición fue Say Yay!, un tema cantado en inglés, como de su intérprete femenina, Barei (56). Por mucho que Sabina haya celebrado la lucha feminista en sus declaraciones durante la presentación de la película sobre su vida, la misoginia despectiva implícita en esos versos reincide en el contenido de varias de sus letras, como ha analizado la musicóloga Laura Viñuela en relación con varios de sus temas, como Ella, Contigo o Viví para cantarlo (Elespanol.com, 15/II/2017) (57).

    El tono va en consonancia también con el homenaje que le dedica, un poco más adelante, a otra estrella del pop bajo la lupa de la Agencia Tributaria, Alejandro Sanz. “El artista –conocido también por su faceta más solidaria de ayuda a niños y refugiados– habría defraudado a Hacienda 480.000 euros sólo en 2002”, acusado por la Fiscalía Anticorrupción de delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales como “titular en el año 2002 de un millón de euros en fondos ocultos en Liechtenstein, con una participación del ciento por ciento”, depósito que “no fue declarado por Sanz en el Impuesto de Patrimonio de ese ejercicio” (Interviú, 1/XII/2008) (58). Así, continúa el discurso de su colega Sabina: “tuvo que ser el gesto de un paisano, pongamos que hablo de Alejandro Sanz, quien detuviera en fa mayor la mano que maltrataba el morro de una fan”. Se refiere con ello al concierto celebrado pocos días antes en Rosarito (México) donde Sanz paró la actuación para abochornar y echar a un hombre que supuestamente maltrataba a una mujer entre el público, acción cuya autenticidad fue puesta en duda por diversos colectivos feministas, los cuales, además de denunciar el sexismo benevolente de la explicación que ofreció a posteriori (“no soporto que se maltrate a nadie, y menos a una mujer”), acusaron al gaditano de realizar, con ello, un lavado de cara mercadotécnico tras las críticas recibidas por la portada de su disco Sirope (en la que su rostro aparece acariciado por las manos de varias mujeres de forma sugerente; Elmundo.es, 25/II/2016 (59)), o al contenido manifiestamente machista de varias de sus canciones, caso de la perpetuación de la cultura de la violación en la letra y el vídeo de No soy una de esas (60) (Elperiodico.com, 29/II/2016 (61); artículo de Barbijaputa en Eldiario.es 28/I/2017 (62)).

    El españolismo lingüístico (ideología abordada en Rodríguez Illana, 2019) (63) de que hace gala Sabina, pues, con su censura a la participación eurovisiva de Barei, se refleja tanto en la reiteración de la propaganda en torno al supuesto avance imparable del castellano (Moreno Cabrera, 2014 (64), acerca del imperialismo lingüístico panhispánico) como en la utilización selectiva de la dicción en andaluz (“shosho”) para el chiste o lo cómico (asociación mental que denuncia Gutier, 2002: 118-119) (65). Respecto al primer componente, el cantante añade leña al fuego avivado por la RAE, que consideraba “sorprendentemente estúpido” esa elección idiomática basándose en los “500 millones de personas” que hablan “el español” (los millones y millones de hablantes a los que se asigna el estándar que se enseña en escuelas, o a personas extranjeras, en absoluto es tal; Moreno Cabrera, 2010: 16) (66); una indignación que la institución normativista no ha expresado en ninguna de las 56 ediciones del festival (en el que TVE participa desde 1961) en relación con que hasta la fecha jamás una canción ha sido interpretada en catalán, gallego o euskera, las otras lenguas oficiales del Estado. Es más, en 1968 el arriba mencionado Joan Manuel Serrat fue escogido en principio para representarlo en Eurovisión y finalmente se le negó la posibilidad por su deseo de hacerlo en catalán; lengua que, paradójicamente, solo pudo estar presente en Eurovisión no gracias a TVE, sino a Andorra, entre 2005 y 2009 (Elnacional.cat, 11/I/2017) (67). No se conoce que la RAE haya realizado oficialmente protesta alguna en torno a este particular.

    Elplural.com, tras la entrega de los premios, pero el mismo día, dedicó al acto una crónica cuyo titular subrayaba: “Sabina, Hijo Predilecto de Andalucía, emociona con un discurso en verso del acto institucional del 28-F”. En efecto, el cuerpo de texto reza: “Joaquín Sabina ha realizado el discurso de su vida, todo en verso, y ha conformado una pieza de gran belleza literaria, fina ironía, complicidad y enorme calidad poética que pasará, sin duda alguna, a los anales de la historia de la autonomía de esta comunidad”. Un fragmento informativo, este, cuya hiperbólica grandilocuencia, sí que lo haría pasar, en paralelo, a los anales de la historia del periodismo. En la reseña del evento, más adelante, se destaca con un ladillo en negrita el sintagma nominal “Tiempo de identidades insolidarias”, para narrar acto seguido:
 “Ha dicho que acepta este galardón […] porque la universalidad de Andalucía contrasta en estos tiempos «de tribales identidades insolidarias» con otras distinciones «desiguales y gregarias»”. (68)

    Todos estos ejemplos concuerdan, volviendo a la actualidad, con el hecho de que no hay más que detenerse en las filias y fobias manifestadas por Sabina hace pocos días para detectar al instante cómo se encuadra siempre en todos los ejes dominantes del discurso mediático, independientemente de que unos se hayan hecho hueco en la agenda como resultado de una larga lucha política por los derechos de ciertos colectivos y otros, simplemente, obedezcan al dictado de inconfesables intereses geopolíticos, Ya se sabe, la izquierda ha fracasado y ya no se lleva por totalitaria, pero Lula sí tiene un pase por moderado; Bolsonaro, Trump y Putin son ultraderechistas; Zelensky, un héroe de la resistencia; el feminismo y los cambios a favor de las personas LGTBI están bien, claro. Más allá de su percepción de la izquierda con los “ojos y oídos” que afirma tener, Joaquín Sabina evidencia un olfato envidiable respecto a la corriente de los vientos más favorables en cada momento, un tacto muy sensible al sol que más calienta y un gusto depurado por la demagogia más oportunista.

     

    Notas: 

    1. Declaraciones de Joaquín Sabina. Huffingtonpost.es, 15/IX/2022. Pinche AQUÍ para enlace web.
    2. Susana Díaz, nueva colaboradora de ‘Todo es mentira’ Cuatro.com, 8/IX/2021. Pinche AQUÍ para enlace web.
    3. Dimisión de Susana Díaz. Lavanguardia.com, 5/X/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    4. PNV desvela que la “estrategia” de Sánchez era “un gobierno alternativo” con Podemos, ERC, PNV y Convergencia. Europapress.es, 24/X/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    5. Susana Díaz: «La unidad de España y la igualdad de los españoles son pilares irrenunciables de nuestra convivencia». Pinche AQUÍ para enlace web.
    6. Declaraciones de Susana Díaz el 28 de febrero de 2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    7. RODRÍGUEZ ILLANA, Manuel (2021): Andalucía, basurero del Estado español. El tratamiento informativo sobre el uso de Andalucía para extracción y vertido. Granada: Hojas Monfíes.
    8. Díaz: Sánchez sabe que modificar el artículo 2 de la Constitución “no está en la Declaración de Granada”. Europapress.es, 2/V/2017 Pinche AQUÍ para enlace web.
    9. Susana Díaz: “Me siento cómoda con el artículo 2 de la Constitución”. Ecodiario.eleconomista.es, 17/VI/2017. Pinche AQUÍ para enlace web.
    10. NAVARRO ESTEVAN, Joaquín (2003): 25 años sin Constitución. Madrid: Foca.
    11. Referencia a BASTIDA FREIXEDO, Xacobe (2007): La senda constitucional. La Nación española y la Constitución. En TAIBO, Carlos (Comp.): El nacionalismo español. Madrid: Libros de la Catarata. Pp. 11-27.
    12. (2011): «Unifica, limpia y fija.» La RAE y los mitos del nacionalismo lingüístico español. En SENZ, Silvia y ALBERTE, Montserrat: El dardo en la Academia. Esencia y vigencia de las academias de la lengua española. Barcelona: Melusina.
    13. HIJANO DEL RÍO, Manuel y RUIZ MORALES, Fernando Carlos (2003): Etnicidad andaluza: su modelo de identidad en el discurso político-educativo de Andalucía. Sevilla: Fundación Centro de Estudios Andaluces. Pinche AQUÍ para enlace web.
    14. TOLEDO, Willy (2014): “Sabina, paradigma de la hipocresía sionista”. Pinche AQUÍ para enlace web.
    15. Ruiz-Gallardón contrata a Sabina para su fiesta de la Constitución. El País, 2/XII/1999. Pinche AQUÍ para enlace web.
    16. Entrevista conjunta televisiva en TVE a cargo de la periodista Julia Otero, el 22/II/2005. Pinche AQUÍ para enlace web.
    17. Pinche AQUÍ para enlace web.
    18. Cuatro.com, 21/IX/2014. Pinche AQUÍ para enlace web.
    19. Pinche AQUÍ para enlace web.
    20. Publico.es, 21/I/2011. Pinche AQUÍ para enlace web.
    21. Lanacion.com.ar, 14/V/2012. Pinche AQUÍ para enlace web.
    22. Entrevista con Julia Otero en TVE el 19/VI/2012. Pinche AQUÍ para enlace web.
    23. Sabina y su posición al respecto de la nacionalización de YPF en Argentina. Pinche AQUÍ para enlace web.
    24. Continúa la entrevista. Min. 3:23.
    25. Continúa la entrevista. Min. 2:12.
    26. Entrevista en Diario Público, citada anteriormente. Pinche AQUÍ para enlace web.
    27. Elmundo.es, 29/VIII/2011. Pinche AQUÍ para enlace web.
    28. Discurso Hijo predilecto de Andalucía. Pinche AQUÍ para enlace web.
    29. Elconfidencial.com, 8/IX/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    30. Sabina y Hacienda. 9/IX/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    31. Sabina y Hacienda. 21/IX/2019. Pinche AQUÍ para enlace web.
    32. Entrevista Joaquín Sabina con Risto Mejide, citada anteriormente.
    33. Nuevamente, Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía. X Legislatura. Nº 192. 21 de marzo de 2016.
    34. Discurso del recibimiento del título de Hijo Predilecto de Andalucía.
    35. Elmundo.es, 14/II/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    36. TAIBO, Carlos (2014): Sobre el nacionalismo español. Madrid: Los Libros de la Catarata.
    37. Entrevista a Eldiario.es del 22/II/2016Pinche AQUÍ para enlace web.
    38. LaHaine.org, 9/II/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    39. Caso Titiriteros Desde Abajo. Pinche AQUÍ para enlace web.
    40. Amnistía Internacional exige que los cargos a los titiriteros sean retirados. Pinche AQUÍ para enlace web.
    41. El ayuntamiento de Madrid denuncia a los titiriteros por incumplimiento de contrato. Pinche AQUÍ para enlace web.
    42. Pinche AQUÍ para enlace web.
    43. Pinche AQUÍ para enlace web.
    44. Pinche AQUÍ para enlace web.
    45. RODRÍGUEZ ILLANA, Manuel (2017): El españolismo sonriente. Humoristas al servicio de la colonización de Andalucía. Granada: Hojas Monfíes.
    46. RODRÍGUEZ ILLANA, Manuel (2022): El esclavo feliz. La alienación mediática del pueblo andaluz. Granada: Hojas Monfíes.

       47.Discurso de Joaquín Sabina, acto de condecoración Hijo Predilecto de Andalucía.

    1. Europapress.es, 13/IX/2013. Pinche AQUÍ para enlace web.
    2. Gaceta.es. Pinche AQUÍ para enlace web.
    3. Abc.es, 17/IV/2014. Pinche AQUÍ para enlace web.
    4. Estadiodeportivo.com, 21/XII/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    5. Nuevamente, Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía. X Legislatura. Nº 192. 21 de marzo de 2016.
    6. TORRES, Antonio (2016): “El 28 de Febrero de Susana Díaz, el régimen andaluz del PSOE en acción”. Pinche AQUÍ para enlace web.
    7. RODRIGO MORA, Félix (2010): Seis estudios. Sobre política, historia, tecnología, universidad, ética y pedagogía. Madrid: Brulot.
    8. Lasexta.com, 7/XI/2022. Pinche AQUÍ para enlace web.
    9. Pinche AQUÍ para enlace web.
    10. Elespanol.com, 15/II/2017. Pinche AQUÍ para enlace web.
    11. Interviú, 1/XII/2008. Pinche AQUÍ para enlace web.
    12. Elmundo.es, 25/II/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    13. Pinche AQUÍ para enlace web.
    14. Elperiodico.com, 29/II/2016. Pinche AQUÍ para enlace web.
    15. Eldiario.es 28/I/2017. Pinche AQUÍ para enlace web.
    16. RODRÍGUEZ ILLANA, Manuel (2019): Por lo mal que habláis. Andalofobia y españolismo lingüístico en los medios de comunicación. Granada: Hojas Monfíes.
    17. MORENO CABRERA, Juan Carlos (2014): Los dominios del español. Guía del imperialismo lingüístico panhispánico. Madrid: Euphonía Ediciones. Pinche AQUÍ para enlace web.
    18. GUTIER, Tomás (2002): Sin ánimo de ofender. En defensa de la lengua de Andalucía. Chiclana: Fundación Vipren.
    19. MORENO CABRERA, Juan Carlos (2010): Lengua / nacionalismo en el contexto español. Pinche AQUÍ para enlace web.
    20. Elnacional.cat, 11/I/2017. Pinche AQUÍ para enlace web.
    21. Pinche AQUÍ para enlace web.

     

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    Manuel Rodríguez Illana (1975, Sevilla, Andalucía), es doctor en Periodismo, licenciado en esa especialidad y en Psicología y profesor de Lengua Castellana y Literatura en la enseñanza secundaria. Como analista mediático es autor de El españolismo sonriente (2017), Por lo mal que habláis (2019) y Andalucía, basurero del Estado español (2021) en Editorial Hojas Monfíes, así como El esclavo feliz (2022) en Secretolivo Ediciones. Es miembro del Laboratorio de Estudios en Comunicación (Ladecom) de la Universidad de Sevilla y del Grupo de Análisis de Noticias sobre Divulgación Lingüística, las Lenguas de España y sus Variedades (Lengua y Prensa) de la Universidad de Málaga.