“El movimiento del Estado y el de la sociedad civil se muestran en su dialéctica interrelación y las facciones del PCCh son su expresión”

    “Las visiones que se enmarcan en el paradigma hegemónico en el occidente capitalista liberal coinciden en considerar el poder en China como una dictadura y el rol del Partido Comunista de China como un monolítico Leviatán represor, pura coerción, carente de consenso social. La superficialidad de esta idea tiene una primera respuesta en los constantes logros en la producción, ciencia y técnica que elevan a China a la categoría de potencia mundial a la vez que mejoran todos los índices sociales. Un análisis más profundo nos permite considerar la existencia de diversas facciones que van configurando la actual cartografía del PCCh y nos permite comprender la lógica interna de la construcción de poder en China”

    China está recorriendo un camino de avance impetuoso, el cual es objeto de múltiples interpretaciones. La sociedad china protagoniza un particular proceso por el cual una nueva clase social accede a la conducción de Estado y encuentra una solución a los problemas en la unión de socialismo y mercado. Salta a la vista que las diversas tensiones dialécticas que marcaron la historia china, debieron haber sido adecuadamente tratadas a la luz de los logros que hoy muestra esa potencia.

    Los medios del capitalismo occidental suelen mostrar un panorama político chino regido por un Partido Comunista monolítico y rígido. Esta visión choca con la realidad de un país que, con una población que alcanza los 1.412 millones de personas viene desplegando tasas de crecimiento sin parangón en el mundo acompañada de niveles crecientes de bienestar para esa inconmensurable masa humana.

    El 1° de Octubre de 1949 Mao Zedong proclama el nacimiento de la República Popular de China (RPCh). Sin duda este fue un giro trascendental en la historia de la propia unidad histórico – política milenaria, cuyo nombre Zhóngguǒ (País del Centro) nos da una idea de la autopercepción cosmovisiva que el pueblo chino tiene de su lugar en el mundo, la cual se traduce en un sentido común transformado en geopolítica encarnada en la sociedad. La China actual es heredera del proceso de galvanización patriótica en hechos históricos masivos como la “Larga Marcha”, la resistencia a la invasión japonesa, la victoria sobre el Guómíndǎng y la consecuente toma del poder. La revolución china trascendió sus fronteras para elevarse a la categoría de uno de los sucesos más trascendentales en el mundo de posguerra.

    Este texto se centrará en mostrar cómo, en contraposición con la visión que los medios hegemónicos occidentales difunden, el PCCh no es una rígida unidad monolítica, sino un organismo en permanente debate y movimiento. Explicaremos las transformaciones en las correlaciones de fuerza al interior de la conducción del PCCh en conexión con la realidad sociopolítica y económica en la cual han madurado.

    Para comprender este punto es preciso hacer un somero repaso del derrotero de la RPCh en el marco de un mundo convulsionado.

    1. La Ruptura Sino Soviética: Nikita Khruchev inicia el denominado “proceso de desestalinización” del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), generando divergencias crecientes con Mao. Se intensifica el proceso denominado “sinificacion del marxismo leninismo”, que Mao había empezado a plantear en 1937.
    2. El gran salto adelante: el fracaso de este intento voluntarista para desarrollar las fuerzas productivas llevó a Mao (al frente del ala del PCCh que podríamos denominar “dura”) a optar por correrse momentáneamente del poder y dar paso al primer plano al ala “reformista”, encabezada por Liu Shaoqui y Deng Xiaoping.
    3. La revolución cultural: confrontando con los reformistas, Mao retoma el gobierno en 1966 y desde allí hasta su fallecimiento en 1976 se inicia un proceso de concentración del poder y desorganización del propio PCCh mediante purgas, exilios y condenas a trabajos forzados. El descalabro generado volvió a poner en el centro al ala reformista.
    4. Proceso de “reforma y apertura”: inicia en diciembre de 1978 de la mano de Deng Xiaoping, con el objetivo de transformar la economía planificada en un “socialismo de mercado”. Estas medidas tuvieron como resultado un enorme crecimiento económico.
    5. Las protestas de Tiananmen en 1989: uniendo reclamos liberales de sectores de la intelectualidad con económicos de sectores de los trabajadores de la ciudad, estas protestas demostraban la necesidad de rectificar el rumbo. Con la perestroika soviética como telón de fondo el PCCh comprendió que las reformas liberales requerían un mayor control y que era necesario generar una sólida cohesión para no repetir la implosión soviética.

      Desde “Pensamiento Mao Zedong” incorporado en el art. 2 de la constitución de 1975 hasta el momento, cada nuevo líder fue integrando nuevos principios y conceptos en el acervo ideológico del PCCh, enriqueciendo la definición primigenia de “marxista leninista”. Estos movimientos teóricos se vinculan con cambios en la matriz productiva y en la correlación de fuerzas de las facciones en el partido.

      Desdeñando esta rica historia, las visiones que se enmarcan en el paradigma hegemónico en el occidente capitalista liberal coinciden en considerar el poder en China como una dictadura y el rol del Partido Comunista de China como un monolítico Leviatán represor, pura coerción, carente de consenso social. La superficialidad de esta idea tiene una primera respuesta en los constantes logros en la producción, ciencia y técnica que elevan a China a la categoría de potencia mundial a la vez que mejoran todos los índices sociales. Un análisis más profundo nos permite considerar la existencia de diversas facciones que van configurando la actual cartografía del PCCh y nos permite comprender la lógica interna de la construcción de poder en China. Los medios e investigadores occidentales que infieren detrás de la concentración del poder un movimiento hacia la dictadura y en la expresión de fuerzas centrífugas un paso a la “democracia” y la “libertad” es parte de una batalla ideológica entre cosmovisiones en pugna. La doble vara con que Occidente trata a aliados “aliados” y “enemigos” puede observarse, por ejemplo, en la estrecha relación de los EE.UU. con la cuestionada Casa de Saud, por mencionar solo un botón de muestra.

      Las corrientes en el PCCh: del Bipartidismo al desarrollo de la Facción de Xi Jinping

      Yin Zhongqing (2004) nos brinda la siguiente definición “El Partido Comunista es un todo conjunto organizado conforme a su propio Programa y Estatutos” (p. 156). Su sistema orgánico está compuesto de organizaciones centrales, organizaciones locales y organizaciones de base.

      Las Organizaciones Centrales incluyen el Congreso Nacional, el Comité Central, la Comisión Central de Control Disciplinario, la Comisión Militar Central, el Buró Político del Comité Central, el Comité Permanente del mismo Buro Político y el Secretariado del Comité Central. El Congreso Nacional del Partido y el Comité Central por este elegido constituyen el organismo supremo de dirección de todo el Partido. El Congreso Nacional se celebra cada cinco años y renueva al Comité Central. Este celebra por lo menos un pleno al año y dirige todo el trabajo del Partido. En los intervalos entre los plenos del Comité Central, el Buró Político y su Comité Permanente ejercen las atribuciones del Comité Central. El Secretariado del Comité Central funciona como organismo operativo del Buró Político y de su Comité Permanente, y su labor es presidida por el Secretario General del Comité Central (Yin, 2004). El Comité Central cuenta con alrededor de 300 miembros, el Buró Político es integrado por 25 y de estos, 7 conforman el Comité Permanente, el comité ejecutivo del poder. De las Organizaciones Centrales dependen los comités locales y los de base. En el Anexo I se pueden observar gráficamente la composición de los órganos dirigentes.

      En esa línea de investigación, en 2005 el intelectual chino Cheng Li observaba:

      “Si uno estudia el liderazgo chino durante el tiempo suficiente y con suficiente cuidado, llegará a reconocer que los tomadores de decisiones de China no son de ninguna manera un grupo monolítico de élites que comparten los mismos puntos de vista, valores y visiones. En cambio, creo que dos facciones coexisten en el liderazgo chino. Los miembros de estas dos facciones a menudo contrastan marcadamente en términos de sus intereses personales, antecedentes, experiencia profesional y carreras políticas. Estas dos facciones compiten entre sí por el poder, la influencia y las iniciativas políticas” (Cheng, 2005, p. 1)

      En este informe, Cheng caracteriza por un lado a la coalición elitista. Esta responde al liderazgo histórico de Jiang Zemin (Banda de Shanghai – Shànghǎibāng). Los integrantes de esta facción tienen estudios en el extranjero, se especializan en temas financieros, comercio, asuntos exteriores, tecnología, información y educación. Algunos han regresado de estudios en el extranjero (los llamados Hǎiguīpài). Una abrumadora mayoría de estos repatriados provienen de y trabajan en las regiones costeras. Estos líderes a menudo representan los intereses de los empresarios, la clase media emergente y las económicamente avanzadas provincias costeras (los “estados azules” de China).

      Por otra parte Cheng menciona a la  coalición populista (Tuanpai), cuyos integrantes se caracterizan por tener antecedentes familiares humildes y por haber realizado carreras en la administración provincial y local. Los cuadros de la facción populista tienen experiencia en áreas rurales, trabajo en organización, propaganda y asuntos legales del partido.

      Cheng Li precisaba que los líderes de la coalición populista son más eficaces para abordar las preocupaciones y necesidades de la población a nivel de base, especialmente los llamados “grupos sociales vulnerables”: los agricultores, los trabajadores migrantes y los desempleados urbanos. Como Hu Jintao y Wen Jiabao, los líderes de la coalición populista a menudo provienen de provincias del interior menos desarrolladas (los “estados rojos” de China o más comúnmente conocidos en China como “estados amarillos”).

      Por último, Cheng advierte que las dos facciones no pueden ser simplificadas como pro mercado y anti mercado o reformistas y de línea dura. Ambos grupos representan diferentes intereses regionales, socio-económicos y prioridades políticas, las dos coaliciones evitan un enfoque parcial, viéndose obligadas a cooperar ya que ninguna es capaz de derrotar a la otra. El objetivo que las une es la construcción de la hegemonía del PCCh y el incremento del status de China en el mundo.

      Otro actor caracterizado comúnmente en el análisis de las facciones del PCCh son los denominados “principitos” o “Tàizidǎng”. Ramírez Ruiz (2014) define que estos tienen muchas cosas en común: son hijos de dirigentes históricos del Partido, fueron a los mismos colegios, vivieron su infancia en Zhongnanhai, el barrio gubernamental de Beijing; padecieron la Revolución Cultural cuando sus padres fueron perseguidos y ellos deportados; y a la vez, gracias a sus lazos sanguíneos con cuadros del Partido, tras la Revolución Cultural pudieron regresar a sus casas y entrar en las Universidades. Pero Ramírez Ruiz aclara que esas coincidencias biográficas no se han traducido en ideológicas, siendo sus únicos puntos en común son su lealtad al partido y la búsqueda de posiciones en el PCCh favorecida por sus vínculos familiares. Muchos de los “príncipes” adhieren al grupo de Shanghái pero también los hay entre los Tuanpai. El autor agrega que único sitio donde los “principitos” actúan como un bloque y además, donde han optado por dar su apoyo a Xi Jinping es en el ejército, agrega el autor.

      Ahora bien, el bipartidismo comienza a ser modificado por la llegada de Xi Jinping a la presidencia de la República, el 14 de marzo de 2013. Con su ascenso comienza a desarrollarse una nueva corriente que responde a su liderazgo, desde el cual ha cambiado las reglas de traspaso del gobierno.

      Hasta Xi Jinping se había establecido un mecanismo de sucesión para evitar la concentración de poder. La rotación rutinaria de las conducciones se planteó para ayudar a incorporar a los jóvenes a las direcciones y evitar las divisiones, como elemento relevante para la adaptabilidad a entornos cambiantes y para vitalizar el liderazgo del partido. Para dinamizarla la Constitución del ’82 incorporaba dos normas:

      1. Límite de mandatos: para presidente y vicepresidente de la RPCh y de la Asamblea Popular Nacional (APN), primer ministro y viceprimer ministro del Consejo de Estado (no más de dos mandatos).
      2. Límites de edad: para cuadros de nivel ministerial o equivalente 65 años, viceministro 60 años. En 1997 se establece la edad de jubilación para los miembros del Comité Permanente (CP) del Buró Político en 70 años y se redujo en 2002 a 68 años.

        Susan Shirk (2014) ubica en el trauma de la revolución cultural las causas de estas reglas de sucesión, que buscaban evitar una nueva concentración de poder como la que tuvo Mao. Estas reglas ordenaron la sucesión desde Deng Xiaoping hasta Jiang Zemin (1982 – 2002). Sin embargo, con el liderazgo de Xi Jinping, a partir del XIX Congreso de 2017 este canon sería cambiado. Xi conduce la Comisión de Seguridad Nacional, la seguridad interna, es el comandante del Ejército Popular de Liberación (EPL), del PCCh y es el presidente de la RPCh. Algo similar sucede con la policía, que solía estar bajo la junta de control de la Comisión Militar Central del PCCh y del Consejo de Estado. El XIX Congreso ratificó su status al ser llamado “líder” y dar rango constitucional al “Pensamiento de Xi Jinping”, hecho ratificado por la APN en 2018, al incorporarlo en la constitución de la RPCh. Sin embargo, lo más significativo fue la decisión de Xi de romper con la tradición al no nombrar un “sucesor en formación” y eliminar el límite de dos mandatos.

        En el análisis de Shirk, esta centralización, superior a aquella que se dio en la época de Mao, tiene sus causas. La crisis de Tiananmen y la caída de la Unión Soviética son una referencia ineludible. Pero además, en la historia reciente, el ascenso de Xi es una respuesta al fracaso de la era de Jiang Zemin y de Hu Jintao en el combate a la corrupción masiva que este sistema descentralizado de contrapesos entre la facciones permitió que se desarrolle entre políticos y altos oficiales militares. Agrega otro antecedente, la campaña abierta por el poder de Bo Xilai, y la incapacidad de Hu para evitar el fortalecimiento de fuerzas centrífugas.

        Es en este nuevo escenario nace una nueva facción, la “Banda de Xi Jinping”. Ramírez Ruiz (2014) refiere que este grupo se conforma con cuadros cercanos a Xi de acuerdo a cuatro procedencias: los “principitos” que ha hecho carrera en el ejército, los compañeros de trabajo con los que Xi trabajó en su carrera; los cuadros de su provincia natal Shaanxi y los amigos personales de juventud y adolescencia.

        Caracterización del Comité Permanente del Politburó

        Las facciones en el PCCh dan cuenta de una historia que arranca con la etapa maoísta donde, si bien avanzó la igualdad, se verificó un estancamiento económico producto de las políticas de colectivización y socialización sin base material ni desarrollo correspondiente de la conciencia y del manejo de teorías económicas. La economía se dinamizó con la posterior apertura al capital productivo internacional y el avance de la burguesía vernácula, producto de las políticas de reforma y apertura. Puestas al servicio del desarrollo nacional, estas clases generaron trabajo y aportaron al desarrollo tecnológico nacional. El PCCh a través de la “Teoría de las Tres Representaciones” de Jiang Zemin, integra a la burguesía a la conducción política comunista. Sin embargo, este proceso generó tensiones, conflictos laborales, desarmonías entre la costa y el interior, polución ambiental. En su momento, el concepto de “Sociedad Armoniosa” de Hu Jintao, plantea estas demandas.

        Ramírez Ruiz (2016) hace un pormenorizado análisis de los principales dirigentes del PCCh. En este trabajo nos concentraremos en las características de quienes conforman actualmente el Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, como expresión concentrada del poder, para tener un cuadro de la distribución del poder al interior del PCCh.

        Xi Jinping, es un príncipe del partido, hijo de Xi Zhongxun, héroe de la Revolución y promotor de las Zonas Económicas Especiales (ZEE). Es el mentor político de Hu Jintao y Wen Jiabao, pero al tiempo debe su ascenso final a los hombres de Jiang Zemin y su “Clan de Shanghái” y se le considera el líder de la “laxa” “banda de los principitos”. Su currículo ha sido preparado para alcanzar el liderazgo. Pese a su condición de “protegido” no pudo evitar la dura experiencia de la Revolución Cultural lo que parece haberle conferido un carácter estoico y pragmático. En su biografía oficial se informa que ingresó al Partido Comunista de China (PCCh) en enero de 1974. Se graduó de la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Tsinghua, con sede en Beijing, donde se especializó en teoría marxista y en educación ideológica y política. Realizó un postgrado mientras trabajaba y obtuvo un doctorado en Derecho. Posteriormente y hasta 1979 fue estudiante de Síntesis Orgánica Básica en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Tsinghua. (Granma, 2014)

        Li Keqian nació en 1955 en Anhui. Es actualmente el Primer Ministro de China y secretario del Partido en el Consejo de Estado de China, se lo considera el segundo miembro más importante del Comité Permanente del Buró Político, y de facto el responsable de la toma de decisiones de mayor rango del país. Es abogado y el líder de la facción Tuanpai, un hombre próximo, en formación y carrera, a Hu Jintao. Es hijo de un funcionario medio del Partido. Durante la Revolución Cultural fue enviado como jornalero a Anhui. En el destierro comienza su carrera política dentro del PCCh que se reforzará con su regreso a la universidad en 1980, se doctoró en económicas. Ascendió a través Liga Juvenil Comunista siempre a la sombra de Hu Jintao. Dio el salto al gobierno central bajo las órdenes de Wen Jiabao.

        Li Zhanshu, nació en 1950 en Hebei. Actual Presidente del Comité Permanente de la APN, máximo órgano legislativo de China. Se lo considera el número 3 del Comité. Se formó en su provincia natal de Hebei, en las Escuelas Centrales del Partido en “liderazgo”. Hizo carrera política en la Liga Juvenil, con cargos relacionados con el mundo rural. Cheryl Teh (2022) lo caracteriza como partidario directo de Xi Jinping.

        Wang Yang nació en 1955 en Anhui. Actualmente es Viceprimer Ministro y Miembro del Consejo del Grupo Dirigente del Partido. Es ingeniero y tiene una importante formación política en las Escuelas del Partido, un hombre de Hu Jintao, por tanto de la facción Tuanpai que al parecer fue descubierto por Deng Xiaoping. De origen humilde y huérfano se vio obligado a trabajar a los 17 años de edad.

        Han Zheng nació en 1950 en Zhejiang. Es viceprimer ministro del Consejo de Estado desde 2018.  Se formó en la Fudan University y en East China Normal University (ECNU), licenciado en Relaciones Internacionales y con Máster en Economía. Su perfil más destacado es el de shanghainés y por tanto es un hombre del “Clan de Shanghái”. Entre 2006 y 2007 ocupó interinamente el cargo de Secretario del Partido en Shanghái ante la caída de Chen Lianyu donde mostró su lealtad a Hu Jintao. Cinco meses después fue sustituido por Xi Jinping y él pasó a ser alcalde.

        Wang Huning, nació en Shandong en 1955.

        El escritor Kaiser Kuo, host del sitio de podcasts de discusión “Sinica”, señala acerca de Wang:

        De los siete hombres en el Comité Permanente del Politburó del Partido, solo (Wang) nunca ha dirigido una provincia o un municipio a nivel provincial como secretario del Partido. De hecho, ese hombre ni siquiera se ha desempeñado como alcalde de ninguna ciudad, aunque fue un excelente entrenador de debates en la Universidad de Fudan.  (2021, p. 1)

        Fue Director de la Oficina de Investigación Política, desde 2002 hasta 2020. Este departamento es el think-tank más cercano al centro del poder y tiene como misión evitar que la ideología del partido quede desfasada de los avances históricos. Los funcionarios de la Oficina de Investigación también suelen ejercer de asesores y asistentes a los altos líderes del PCCh. Es el gran intelectual de la nueva cúpula, uno de los grandes defensores de la independencia judicial y del “papel de la ley”. Ha sido favorecido y protegido por Jiang Zemin y Hu Jintao, convirtiéndose en el cauce de comunicación entre ambos líderes. De la mano de Wang Huning, Xi Jinping vuelve a poner los temas ideológicos en el centro del escenario político chino. Wang ha sido el cerebro intelectual e ideólogo detrás de las iniciativas teóricas más relevantes de las últimas décadas, como las “Tres Representaciones” de Jiang Zemin, el Desarrollo Científico de Hu Jintao, el “Sueño Chino”, la iniciativa “Un cinturón, una ruta” y el “Pensamiento Xi”, un plan de política de 14 puntos para establecer el socialismo con características chinas. (Teh, Ch. 2022).

        Zhao Leji nació en 1957 en Qinghai aunque se le puede considerar originario de Shaanxi. Actualmente es el Director del Departamento de Organización y Miembro del Secretariado. Ramírez Ruiz refiere que “parece un hombre sin carisma, gris, de perfil bajo” (2022, p. 18). Sin embargo, como Secretario del Comité Central del Partido Comunista para la Inspección Disciplinaria, está a cargo de las tareas de inteligencia requeridas para desarrollar la campaña anticorrupción “cazar tigres y moscas”, comenzando en la actualidad a centrarse en el Clan de Shanghai, los seguidores de Jiang Zemin. (Intelligence online, 2022) Zhao es considerado un hombre de Xi, (Teh, Ch. 2022) precisamente, su responsable de inteligencia.

        Ramírez Ruiz (2016) destaca el rol clave del “Departamento de Organización” a cargo de Zhao Leji, quien es neutral frente a las facciones y de absoluta confianza de Xi Jinping. Aquí podemos observar la racionalidad de Xi Jinping en términos de construir un poder que supere las facciones y permita atacar la proliferación de la corrupción. Un liderazgo carente de poder sería incapaz de desarticular los feudos que iban creciendo como tumores en el partido y el ejército, tal como lo demostró la falta de efectividad de los esfuerzos en ese sentido realizados por sus antecesores Jiang Zemin y Hu Jintao.

        En esta somera presentación de los miembros del CP, observamos con claridad lo que refiere Ramírez Ruiz (2016) acerca de los dirigentes del PCCh: que las líneas divisorias se desdibujan en el largo camino de ascenso que exige favores del más variado origen. En las carreras de los integrantes del Comité Permanente hubo acercamientos a ambas facciones, más allá de su pertenencia. 

        Conclusiones

        Hemos visto cómo la imagen de monolitismo y rigidez del PCCh que muestran los occidentales se desmorona apenas observamos las facciones que lo componen.

        La integración del Comité Permanente del Politburó nos ha permitido observar una correlación en la que  están condensadas las principales enseñanzas de la historia china reciente. Hemos visto que las tensiones del pasado entre ala liberal y ala dura enseñaron a gestionar diferencias y moderar extremismos y eso se refleja en el Comité Permanente: Li Keqian y Wang Yang vienen de la facción Tuanpai, Han Zheng de la Banda de Shanghai y Li Zhanshu, Wang Huning y Zhao Leji responden directamente a Xi Jinping.

        Hemos visto que los integrantes del Comité son expresión de un delicado juego de contrapesos para mantener la unidad. Los movimientos pendulares (gran salto adelante – período reformista – revolución cultural – reforma y apertura) tensionaron la estructura sociopolítica. Los cambios en la base económica, tuvieron su correlato en la superestructura política estatal. Las facciones representan por un lado la victoria de la línea de socialismo de mercado, y por el otro el equilibrio que ejercen los sectores del partido vinculados a las provincias menos favorecidas a los excesos producto de la liberalización económica. Se negoció una descentralización del poder para sostener una gobernabilidad que no repitiera los errores de la revolución cultural maoísta. Sin embargo, la solución de un problema originó otros, el poder corruptor de la nueva burguesía generó escándalos que minaron la legitimidad social del PCCh; a su vez, la división del poder en facciones permitía la aparición de fuerzas centrífugas, tal como lo demostró el caso de Bo Xilai y su campaña personalista.

        La concentración del poder de Xi Jinping más allá de las fidelidades de facción viene a dar respuesta a este nuevo campo de desafíos: la campaña de “cazar tigres y moscas” y la de fortalecer “el imperio de la ley” son expresiones de ello, junto con los esfuerzos por recomponer la densidad ideológica del PCCh. Estas ideas tiene su concreción en la composición del CP, en el cual el responsable de organización Zhao Leji brinda la inteligencia para desbaratar los nichos de corrupción en el Partido, mientras el ideólogo Wang Huning aporta la base ideológica para cohesionar a la nación detrás de ideas-fuerza. Ambos tienen un rol clave en el fortalecimiento de la representatividad social del partido y son cuadros de confianza de Xi.

        El bipartidismo que Cheng Li analizaba en el 2005 evolucionó en el sentido de una centralización de poder en manos de Xi Jinping y su facción. El movimiento del Estado y el de la sociedad civil se muestran en su dialéctica interrelación y las facciones del PCCh son su expresión.

        Era preciso evitar las crisis de liderazgo y la consecuente inestabilidad gubernamental, desafío enorme para cualquier sistema político que pretenda tener grados de libertad en relación al Departamento de Estado de los EE.UU. y sus intereses.

         

        Bibliografía
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        • Ramírez Ruiz, R. (2016). Las nuevas caras del poder en China. Los hombres de Xi Jinping y “La quinta generación de dirigentes”. Historia Actual Online. (41), Pp. 7-23. Pinche AQUÍ para enlace web.
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        • Teh, Ch. (2022). These are the 12 most powerful people in China you’ve probably never heard of. Insider. Pinche AQUÍ para enlace web.
        • Yin, Z. (2004). El Sistema Político de China. China Intercontinental Press.

        ANEXO: ESTRUCTURA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINO

        Fuente de la imagen: La voz de América. Redacción (2017) Xi Jinping obtiene un segundo mandato en China sin un sucesor claro. Pinche AQUÍ para enlace web. 

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        Comenzó a militar en 1982, en la Federación Juvenil Comunista, cuando Argentina aún era gobernada por la dictadura cívico - militar.

        En 1986/87 es enviado a la República Democrática Alemana a estudiar en la Escuela Superior de la Juventud "Wielhem Pieck" durante 10 meses.

        Psicólogo desde 1990 se focalizó en el trabajo con adicciones.

        Autor de "El hombre nuevo, la mujer nueva: ensayo sobre la transformación revolucionaria de la personalidad" (2002) y "Marxismo, caos y complejidad" (2008), "Psicología y Marxismo" (2017).

        En el año 2013 realizó conversatorios en Venezuela, sobre todo en el Estado Aragua donde se trabajaron los temas antemencionados. Desde febrero de 2014 y durante 6 meses desarrolló tareas de formación en todo el territorio venezolano convocado por la Escuela de Formación Argimiro Gabaldón. En ese marco asiste a las reuniones de formación de cuadros revolucionarios junto al diputado Jesús Faría.

        En 2018 funda la Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva.