“Una victoria de Sergio Massa podría suponer la desarticulación del alineamiento automático a Estados Unidos que nos exige el FMI y que nos plantea Milei”
“Los aciertos del gobierno contrastaron con la torpeza de los sectores de derecha que se dividieron entre el macrismo y Milei”
“La ayuda de China fue una movida de ajedrez de gran trascendencia, porque el FMI tuvo que aceptar yuanes por primera vez en su historia”
“Argentina es un ejemplo para medir hasta qué punto las poblaciones son permeables a agendas que implican la destrucción de los ejes identitarios que constituyen a una nación en tanto sociedad”
Los aciertos de Sergio Massa
Argentina está terriblemente condicionada por las pautas del Fondo Monetario Internacional (FMI), en nuestro país tenemos una inflación de tres dígitos. Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía se encargó de fortalecer la economía popular, pero solo pudo hacerlo luego de lograr un acuerdo primero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el cual tuvo que cumplir las exigentes metas que nos planteaban. Solo se pudieron pagar los vencimientos gracias al préstamo de Degs (moneda del FMI) que recibió de Qatar y a dos préstamos que hizo China, con lo cual pudo negociar en mejores condiciones y se evitó una corrida cambiaria porque se fortalecieron los fondos nacionales en divisas.
La ayuda de China fue una movida de ajedrez de gran trascendencia, porque el FMI tuvo que aceptar yuanes por primera vez en su historia y se sacó a Argentina de la encerrona que le puso el imperialismo norteamericano.
Solamente luego de resolver este complicado frente externo, Massa pudo empezar a tomar medidas para transferir recursos a los sectores populares, entre ellas, quitar el impuesto al valor agregado a los sectores populares, que asciende al 21% para todas las compras, sea de un pobre o de un multimillonario. Hoy el IVA se nos devuelve directamente a nuestras cuentas bancarias.
Junto a esto, también generó un apoyo a las economías regionales, se quitó el impuesto a las ganancias a los trabajadores de menores recursos, se dieron préstamos blandos para los monotributistas y otra serie de medidas que fortalecieron las economías populares. A su vez, en la Provincia de Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof, desplegó la Cuenta DNI, con fuertes descuentos para la compra en almacenes y carnicerías.
La torpeza de una derecha dividida
Los aciertos del gobierno contrastaron con la torpeza de los sectores de derecha que se dividieron entre el macrismo y Milei. La candidata de Macri era Patricia Bullrich, quien mostró una dificultad enorme para enfrentar los debates. Su discurso de derecha le fue arrebatado por Javier Milei, quien a su vez abusó de su brutalidad en las declaraciones. Particularmente preocupante fue su acto de cierre de campaña, que generó preocupación en la gente dada su coreografía de desregulación emocional y filo nazismo.
“Producto de la división de la derecha el kirchnerismo se recompuso y retomó el control ganando en varios municipios que estaban en manos del macrismo”
Hace tiempo que se viene meneando el tema del final del kirchnerismo en la mediática concentrada nacional e internacional, pero si tomamos en cuenta que la provincia de Buenos Aires tiene un tercio de la población argentina y que en esta provincia Axel Kiciloff, que viene del riñón del kirchnerismo, ganó por casi un 50% de los votos, nos damos cuenta de que el kirchnerismo sigue siendo una fuerza con una vitalidad enorme, el principal enemigo designado por la derecha política.
Producto de la división de la derecha, además, el kirchnerismo se recompuso y retomó el control ganando en varios municipios que estaban en manos del macrismo. Muchos de ellos por referentes directos del kirchnerismo.
¿Qué características podría tener un nuevo gobierno presidido por Massa?
Es probable que en un nuevo gobierno siga habiendo fricciones y tensiones, eso dependerá de la capacidad que tenga Massa para dar respuesta a todos los sectores que componen su frente político, algo que Alberto Fernández no logró equilibrar pese a las advertencias de Cristina. Este se ubicó desde una posición “fundamentalista de la negociación” (expresión que desde el oximorón lo expresa de manera cabal), un lugar que solo le sirvió para terminar licuando su poder al desplegar innecesarios gestos amables a la derecha. Esto lo llevó a un punto en el cual estuvo cerca de irse en helicóptero.
En contraposición Sergio Massa muestra otras cualidades de dirigente, es práctico y tiene la capacidad de entender los momentos políticos para dar respuesta. No obstante, habrá que ver en un eventual futuro gobierno hasta dónde pueda llegar a haber fricciones y dificultades, por ahora la unidad es total dado que el objetivo es ganar el balotaje del día domingo 19 de noviembre.
El futuro de Juntos por el Cambio
Caracterizando la situación con una metáfora futbolera, diremos que Mauricio Macri es “el dueño de la pelota” en Juntos por el Cambio, él es el principal financista y el que orienta absolutamente todo. La candidata Patricia Bullrich viene de una juventud donde militaba en la organización guerrillera Montoneros y allí exigía a sus compañeros volver a Argentina en el marco de la llamada “contraofensiva” para ser liquidados por los militares genocidas. Su cuñado, Rodolfo Galimberti, quien fuera “oficial montonero”, fue directamente agente de la CIA con lo cual sus vínculos con el departamento de estado son sólidos. Bullrich fue la candidata ungida por Macri, quien se dedicó a destrozar su propia construcción: llevó a JxC a una interna sangrienta, degradó a quien se presentaba como el candidato de la moderación Horacio Rodríguez Larreta, defenestró a sus aliados radicales (socialdemócratas de derecha) e impidió que ingrese a la alianza el candidato Juan Schiaretti, que le habría aportado los votos para hacer competitiva su alianza.
“Milei se quedó con el electorado opositor”
A esto hay que sumar los deméritos propios de Patricia Bullrich y su dificultad para hilar ideas, que se hizo patente en los debates de candidatos. Por otra parte, el otro elemento es que la campaña de Patricia Bullrich se centró en dar un perfil represivo, prometiendo ajustes y mano dura, al tiempo que ponía un eje en “terminar con el kirchnerismo” lema de sus publicidades oficiales. Esta campaña presidencial demostró que sin promesas positivas para el pueblo es muy difícil ganar una elección.
Por otra parte, el perfil de derecha desembozada que Bullrich quería explotar quedó desperfilado frente al huracán de pirotecnia verbal que caracterizó a Milei, quien se quedó con el electorado opositor.
Es decir, hubo un mal enfoque de la campaña, sumado al boicot de Macri, que efectivamente tenía en Milei a su candidato.
Javier Milei y The Movement
Milei, además, ha tenido una gran cobertura mediática y con un estilo histriónico agresivo, discriminador y de ultraderecha, ha logrado tener un fuerte nicho dentro de los jóvenes despolitizados, sobre todo el género masculino, porque empatizó con la bronca generalizada por las dificultades económicas que se atravesaron en estos años en Argentina, reiteramos, debido al fuerte condicionamiento del FMI y la debilidad de Alberto Fernández para enfrentar a los poderes concentrados.
Milei también capturó (obviamente) el voto ideológico de corte fascistoide. Pero también, Milei fue el principal rival de Milei. Un personaje con un narcisismo fuera de control que ha abusado de una lógica ultraegoísta, por la cual no trepidó en proponer la compraventa de bebés, de órganos, la libre portación de armas y el insulto al Papa Francisco en un país de fuerte raigambre católica. Propuso ajustes salvajes, dolarización, el cierre del Banco Central, el fin de la salud y la educación públicas. Estos elementos empezaron a generar temor y preocupación. Los medios masivos que lo inflaron trabajaron las últimas semanas para bajarlo cuando se dieron cuenta de que había crecido demasiado. Por otra parte, la mejora en las condiciones económicas le pusieron un techo a quien parecía no tener límites, habrá que ver si este límite se mantiene en las en el balotaje.
Milei es un referente de The Movement, la organización que dirige Steve Bannon, la mano derecha de Donald Trump que fortalece a la ultraderecha en todo el mundo occidental. Está financiado por Atlas Network, organización que vehiculiza fondos de la ultraderecha norteamericana. Esperando una gran victoria y una foto triunfal se habían dado cita en Buenos Aires José Antonio Kast, Eduardo Bolsonaro y Santiago Abascal. Se fueron con las manos vacías. Si Milei ganara en las elecciones del 19 de noviembre significaría un crecimiento enorme para esa vertiente internacional y creo que eso sería una amenaza para las democracias, aun con las restricciones que conocemos. Argentina es un ejemplo para medir hasta qué punto las poblaciones son permeables a agendas que implican la destrucción de los ejes identitarios que constituyen a una nación en tanto sociedad.
Hacia el balotaje del próximo 19 de noviembre
No hay que cantar victoria antes de la batalla, pero Sergio Massa aparece actualmente en el centro de la escena. Para la derecha, los casi siete puntos de ventaja del candidato peronista han sido un golpe durísimo, aunque la derecha se va recomponiendo. La capacidad de maniobra y de daño que tiene esa derecha es realmente enorme, por estos días han generado un desabastecimiento de combustibles sin ir más lejos. Sergio Massa, por su lado, ha demostrado reflejos políticos rápidos. Existen posibilidades de que Sergio Massa sea presidente, pero habrá que estar atentos a probables jugadas de último momento como nos tiene acostumbrados la derecha en este país.
JxC se está desmembrando y los radicales ya han dicho que se abstendrán de votar a Milei, como ya negociaron Macri y Bullrich. Muchos de sus votantes manifiestan temor a lo que significa este personaje como presidente, habida cuenta de su programa y su desequilibrio psíquico.
La importancia que tiene una victoria de Sergio Massa, entre otras cosas, sería la desarticulación del alineamiento automático a Estados Unidos que nos exige el FMI y que nos plantea Milei. Sergio Massa avanzaría en la integración de Argentina a los BRICS que está definida para el primero de enero de 2024. Significaría la posibilidad de terminar con la deuda con el Fondo Monetario, fortalecer las relaciones políticas y económicas con polos alternativos y empezar a construir un proceso de desarrollo económico productivo autónomo.
En cambio, si ganara Javier Milei en la segunda vuelta eso significaría el aislamiento de estos polos alternativos. Lo ha planteado con claridad que no va a negociar con comunistas (eso significa romper con los principales socios comerciales de Argentina: Brasil y China), plantea que su alineación va a ser con Estados Unidos e Israel y desarticularía el Mercosur. Todo esto, en el marco de la destrucción de los pilares que aún quedan del estado de bienestar y la hiperconcentración de la economía en pocas manos.
Autor
Comenzó a militar en 1982, en la Federación Juvenil Comunista, cuando Argentina aún era gobernada por la dictadura cívico - militar.
En 1986/87 es enviado a la República Democrática Alemana a estudiar en la Escuela Superior de la Juventud "Wielhem Pieck" durante 10 meses.
Psicólogo desde 1990 se focalizó en el trabajo con adicciones.
Autor de "El hombre nuevo, la mujer nueva: ensayo sobre la transformación revolucionaria de la personalidad" (2002) y "Marxismo, caos y complejidad" (2008), "Psicología y Marxismo" (2017).
En el año 2013 realizó conversatorios en Venezuela, sobre todo en el Estado Aragua donde se trabajaron los temas antemencionados. Desde febrero de 2014 y durante 6 meses desarrolló tareas de formación en todo el territorio venezolano convocado por la Escuela de Formación Argimiro Gabaldón. En ese marco asiste a las reuniones de formación de cuadros revolucionarios junto al diputado Jesús Faría.
En 2018 funda la Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva.
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