“China debería degradar estratégicamente sus relaciones con Occidente y promover un nuevo sistema internacional basado en la cooperación Sur-Sur”
“El desacople ya va teniendo carnadura geoestratégica. Como señaló el presidente de la Duma Rusa Vyacheslav Volodin, “Estados Unidos ha creado las condiciones con sus propias manos para que los países que deseen construir un diálogo igualitario y relaciones mutuamente beneficiosas formen un ‘nuevo G8’ junto con Rusia””
En 1988 Samir Amin publicaba “La desconexión”. A más de 20 años, ese texto cobra una vigencia tremenda. La desconexión es una opción política que rompe las reglas económicas impuestas por el centro del sistema capitalista y sale en busca de estrategias de acumulación, alternativas y autocentradas. En la globalización capitalista se genera un sistema de precios globales definidos por los conglomerados transnacionales, dando lugar a un sistema de acumulación de riqueza que genera y acrecienta desigualdades. Estos precios valorizan el trabajo de los países centrales, dando origen a una polarización continua entre estos y los países periféricos. La ruptura de estos procesos se produce cuando un país o una región logra constituir un sistema de precios internos diferente al global, de manera tal de poner en marcha un sistema de acumulación de riqueza que favorece el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales. Y esto ya está sucediendo.
La gran desconexión está en marcha y parece imparable. Hace unos días veíamos a una OTAN altiva desconectando a Rusia. Para ello le cortaron el acceso al sistema SWIFT y a Lloyds, impidiéndole no sólo comprar y vender sino también garantizar el transporte de sus mercancías. La agencia Moody’s declaraba a Rusia en default (impago), aunque Rusia haya realizado sus erogaciones. Con un Banco Central Ruso lleno de divisas y oro, las medidas chocan con su propia impotencia. Hoy la UE cede y libera el corredor Suwalki, entre Bielorrusia y Kaliningrado.
El desacople ya va teniendo carnadura geoestratégica. Como señaló el presidente de la Duma Rusa Vyacheslav Volodin, “Estados Unidos ha creado las condiciones con sus propias manos para que los países que deseen construir un diálogo igualitario y relaciones mutuamente beneficiosas formen un ‘nuevo G8’ junto con Rusia”. El G8 abarcaría a tres miembros del BRICS (Brasil, China e India) junto a Rusia, además de Indonesia, Irán, Turquía y México, todos no adherentes a la guerra económica total de Occidente contra Rusia.
La intervención del nuevo G8 y BRICS+ (BRICS implicado) llevará a Beijing a impulsar lo que ya ha sido conceptualizado como la estrategia de los Tres Anillos por Cheng Yawen, del instituto de Relaciones Internacionales y Asuntos Públicos de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái. En esta visión, el primer anillo “son los países vecinos de China en Asia Oriental, Asia Central y Medio Oriente, es el segundo anillo es la gran cantidad de países en desarrollo en Asia, África, y América Latina; el tercer anillo se extiende a los países industrializados tradicionales, principalmente Europa y Estados Unidos”.
Cheng argumenta que desde el comienzo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China de 2018, el imperialismo ha promovido el desacople; por lo tanto, China debería degradar estratégicamente sus relaciones con Occidente y promover un nuevo sistema internacional basado en la cooperación Sur-Sur.
Vladimir Putin, en la sesión plenaria del Foro de la Agencia de Iniciativas Estratégicas, planteó con claridad meridiana:
“Inicia una nueva era, una nueva etapa en la historia del mundo y solo los Estados verdaderamente soberanos pueden garantizar altas tasas de crecimiento, convertirse en un ejemplo para los demás en cuanto a normas y calidad de vida, protección de los valores tradicionales y altos ideales humanistas, modelos de desarrollo en los que el hombre no se convierte en un medio sino en el objetivo más elevado.” Y agregó “Da la impresión de que Occidente no puede ofrecer al mundo su modelo de futuro (…) Ideas fuertes para nuevos tiempos.”
Autor
Comenzó a militar en 1982, en la Federación Juvenil Comunista, cuando Argentina aún era gobernada por la dictadura cívico - militar.
En 1986/87 es enviado a la República Democrática Alemana a estudiar en la Escuela Superior de la Juventud "Wielhem Pieck" durante 10 meses.
Psicólogo desde 1990 se focalizó en el trabajo con adicciones.
Autor de "El hombre nuevo, la mujer nueva: ensayo sobre la transformación revolucionaria de la personalidad" (2002) y "Marxismo, caos y complejidad" (2008), "Psicología y Marxismo" (2017).
En el año 2013 realizó conversatorios en Venezuela, sobre todo en el Estado Aragua donde se trabajaron los temas antemencionados. Desde febrero de 2014 y durante 6 meses desarrolló tareas de formación en todo el territorio venezolano convocado por la Escuela de Formación Argimiro Gabaldón. En ese marco asiste a las reuniones de formación de cuadros revolucionarios junto al diputado Jesús Faría.
En 2018 funda la Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva.
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